Fiesta de prodigios

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-que dice, sev?

-creo que me invita a un baile.

Claramente vi como la cara de Lily se formaba un gesto de desagrado que intentaba aparentar con una sonrisa.

-y... y ¿piensas ir?.- expreso seria.

Pude notar en su mirada algo de temor ante esa carta, pero ¿por qué? Si lo único que causaba esa carta con un asqueroso olor a perfume era repulsión por alguien que no conocía.

-déjame responder, dije trozando un pequeño pedazo de pergamino. Poniendo con remarcada letra un enorme NO y la entregue a la chica que esperaba por ella.

Me senté de nuevo en el pasto junto a Lily que tenía la mirada perdida.

-sabes, ahora que lo pienso más a fondo... no se bailar.- exprese.

-¡pues que pena por pamela Bern, le dolerán demasiado los pies en el baile del profesor slughorn!.- dijo fastidiada y se fue rápidamente.

¿Qué estaba pasando?. Sin pensarlo dos veces corrí tras ella y la alcance tomando su muñeca delicadamente. Al darse vuelta podía ver su rostro enrojecido como el color de su cabello. ¿Qué sucede Lily?

-ahora ya no tengo con quien ir, ayer se nos mandó un carta a los alumnos destacados del profesor horace para un baile y planeaba ir contigo.

- ¿porque piensas que ya no es así?

-porque iras con esa, pamela Bern. Pensé que al menos mi mejor amigo me acompañaría por que los dos estamos invitados. Remilgo enfadada por alguna extraña razón.

-no iré con pamela Bern, rechace su invitación. Respondí serio al ver su rostro invadido por la vergüenza, al ver su rostro note que no sabía que hacer y claramente intento huir de nuevo pero sus pies no dieron cabida a sus planes.

De cierto modo no se mencionó nada respecto al baile del profesor horace, además no es que fuese un gran bailarín, tenía dos pies izquierdos y me parecía algo realmente sin importancia.

La tarde de ese día transcurrió tranquila pese al pequeño momento de incomodidad ocasionado por una persona que no conocía en absoluto, salvo lo que se decía de ella por los pasillos o en algunos lugares. la chica era linda, pero realmente no tenía comparación con Lily, y nunca me atrevería a hacerlo, Lily es todo lo contrario al resto de las chicas de Hogwarts, ella además de ser increíblemente bella, es fascinante, y es excepcional ver como sus ojos verdes brillan de emoción cuando un buen libro llegaba a sus manos, es talentosa y sobre todo excepcionalmente noble y, sobre todo con ella viva un inmenso poder que yo, soy el primero en admitir me tiene estupefacto.

Toda la noche estuve con el pensamiento pedido, realmente quería ir a ese baile, no porque me gustase el bailar, si no que deseaba estar con ella en ese día. También se me venía a mi mente el que no tenía una túnica de gala para ese dia y realmente eran costosas, poco a poco las esperanzas de que ese sueño quimérico se realizaban caían como la noche fura del castillo.

Era sábado por la mañana y como todos los sábados todos bajaban un poco tarde a desayunar y no fui la excepción

-severus.- decía farfullando mulciber.

-¿qué sucede mulciber?

- ¿cierto que has recibido una invitación para el baile del profesor slughorn?

-así es.- respondí un tanto tajante.

-¿realmente por qué solo la recibiste tú y no todas la clase?.- mascullo.

El diario del Príncipe mestizo   Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora