Espejo de Oesed

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El sol se filtraba por entre las ventanas indicando que ya había amanecido, se nos despertó a una hora considerablemente temprana, para ser sábado, por el profesor Slughorn y todos con ropa mouggle y con el permiso empezaron a reunirse en el gran comedor para desayunar y partir a la hora acordada. De entre todos ellos yo era la única persona que iría sin llevar un permiso. Y como de costumbre los malos comentarios de Potter no se hicieron esperar.
-Quejicus, ¿Cómo pretendes ir a Hosmade sin permiso?. Dijo Potter.
-no es asunto tuyo, Potter.
-quizás sus padres no le quieren ni para dar un simple firma, se les hace una perdida de tiempo en alguien que no les importa.- dijo con veneno Sirius.
-¿Cuál es tu problema?
-¿acaso no entiendes? Tu eres el problema, Quejicus. Dijo Potter.
Decidí hacer oídos sordos a los comentarios malintencionados de ellos y me aparte
-¿miedo Quejicus?
-¿enserio osas a decirme que te tengo miedo cuando eres tú el que necesita estar rodeado de tus amigos para dar una batalla limpia contra mi?
-cuando quieras te demuestro que no es así.
-basta con lo que ya he visto.
-pobre tonto dijo Petegrew. Con voz apenas audible
-¿Pobre tonto?, pensé, el tonto es el, que se tiene que juntar con un par de musculosos para no sentirse débil y vulnerable con lo estúpido que es para la magia y el mediocre espíritu que tiene como mago.
Me enfoque en olvidar todo lo que me dijeron, pero aun así mi mal humor se hacia notorio a cada paso que daba.. Camine entre la multitud y encontré a Lily sentada en una vieja banca de piedra.
-sev, ¿te sientes mal?
-no, no ¿por qué lo dices?
-traes una cara como si no hubieses pasado bien la noche.
-no, no es nada, solo cosas sin importancia.- dije recalcando la última palabra.
Sin aludir más a ello seguimos la enorme multitud de personas que salían por el pasillo hacia hosmade.
Una ligera capa de escarcha cubría el lugar, había muchas tiendas, era algo como el callejón diagon, solo que más pequeño y menos concurrido. La euforia de muchos incremento al llegar al sitio, todos compraban como locos miles de golosinas o artículos para hacer bromas, mientras nosotros dos nos limitamos a ir a la tienda de golosinas para apreciar todo lo que había, muchos otros entraron en un sitio llamado “las tres escobas” que , según me contaron era una pequeña taberna que vendía fascinantes bebidas como cerveza de mantequilla, la cual en mi vida había oído mencionar, además de wiski de fuego. Ciertamente no era muy condescendiente para  tomar este tipo de bebidas pero me emocionaba saber lo que bebían los magos. Por nuestra pronta edad no se nos permitía entrar ahí.
-¡mira sev! ¿Qué son estas?
-son grajeas de todos los sabores de Bartie Bott.
-un peligro en cada bocado - deletreo ella.-comprare unas.
-Lily, ¿no te parece demasiada advertencia la frase “un peligro en cada bocado”?
-vamos son solo dulces, ¿Qué podría pasar?
-trae sabores asquerosos, enserio.
-sev quizás no te gustan algunas frutas eso es todo.- Dijo despreocupada.
Y sin mas las compro.
-¿te apetece comer hoy una grajea de cera de oídos?
-¡sev! Eso es asqueroso.
-eso exactamente encontraras en las grajeas, el año pasado Avery compro, y para algunos no fue una agradable noticia el saber el sabor que les toco.
-por eso es mejor leer siempre el empaque y comer solo las que sepan bien.
Enserio era fascinante, era tan lista que me parecía increíble el que ahora siguiese siendo su amigo.
El día paso de lo más agradable en su compañía, a pesar de no tener dinero el día fue muy llevadero, almorzamos en un viejo lugar que me recordó mucho a la hilandera, tenía una vieja y mohosa chimenea, el sitio estaba lleno de personas e incluso alumnos ya mayores de Hogwarts en compañía de… hasta ahora comprendí que era un sitio donde las parejas de Hogwarts venían a pasar las excursiones a hosmade.
A los pocos minutos de comer ambos decidimos regresar al castillo, pocas personas quedaban ya en hosmade.

El mes de octubre estaba ya a pocos días de concluir y la fiesta del día de brujas estaba a solo minutos de iniciar, en lo personal no me gustaban mucho que digamos asistir a ellas, siempre estaban llenas de personas que caminaban de un lugar a otro atiborrándose de comida, además de que era ineludible el poder evitar a Potter, en todo lugar que haba personas el pasaba a pavonearse entre todos para llamar la atención. Aun no se me olvida lo que hizo el año pasado, nunca mide sus palabras y tener una boca tan grande algún día le traerá problemas, y me alegro por ello.
El reloj ya marcaba las ocho en punto y la fiesta de Halloween ya había dado inicio, decidí no asistir pese a la insistencia de Lily, ya había tenido demasiados sinsabores con Potter en lo que llevaba del año, por ello decidí evitarlo lo más posible, ante ello leí uno de los libros de mi madre que, traje de mi casa.
Estaba en un pasillo solitario, y por algún extraño motivo me parecía tranquilo, la soledad y la escasez de luz reinaba en este se podía oír a la lejanía el ulular de una que otra lechuza. 
A lo pronto recorrí los solitarios pasillos del castillo y subí al ala oeste del castillo recordando mi curiosidad por saber que había dentro de esa vieja sala de estar.
Me pose de nuevo frente a la puerta y gire la oxidada perilla, sentía tanta inquietud por saber que más había ahí, un sudor frio recorrió mi frente al dar el primer paso hacia la habitación, se podía sentir el frio y el olor a humedad, que eran la mayor muestra de que ese sitio tenia años sin ser visitado. Estaba algo oscuro, iluminado solamente por la luz de la luna que entraba por los rotas y polvorientas ventanas. Di de nuevo otro paso, el lugar no enfundaba miedo. A casa paso que daba los zapatos  se quedaban pintados en el piso cubierto de polvo, camine ya más confiado y me adentre al fondo de la habitación, tenía algunos pilares en medio de esta, había un viejo sofá carmesí totalmente destrozado y desgarrado y casi pegado a la pared estaba una cortina afelpada del mismo color del sofá cubierta de polvo y arañas. Quizás sea un cuadro. Supuse en mi mente. La curiosidad pudo más que yo y tire de la polvorienta tela.
Irrecusablemente no era lo que yo suponía, ni un cuadro, ni una fotografía ni un mural. Era solo un simple espejo, que cabe resaltar era inmenso que debía de medir alrededor de dos metros, tenía el marco dorado con unas letras grabadas que no lograba comprender por la poca luz del lugar y el polvo que acompañaban a este,  me pareció un espejo como cualquier otro excepto que me intrigaba el por qué habían dejado semejante reliquia arrumbada, se podía ver lo bien cuidado que debió de estar en el tiempo en que se utilizó. Me acerque un poco más y pude ver como la imagen que debería reflejarse se distorsiona y por este empieza a aparecer una sombra grande y una más pequeña a mi alrededor, que poco a poco empiezan a tomar forma.
Las siluetas se hacen notorias en segundos y en estas puedo ver con claridad que la silueta mas grande era mi madre, sonriendo como jamás en mi vida la vi alguna vez, después mis ojos bajaron a la silueta que era unos centímetros más pequeña que yo, era Lily sonriendo y apoyando su cabeza en mi hombro. Todo fue tan real, que voltee hacia atrás para reiterar que no era verdad. Sentí como una opresión en mi pecho se hacía presente, era como si ese espejo escuchara los más desesperados anhelos de mi alma, ver a mi madre, ahí parada frente a mi fue como abrir las miles de heridas del corazón que ella dejo, he vivido, desde ese entonces la peor de las soledades aunada a la tristeza de jamás poder volverla a ver. Por otro lado estaba Lily, era ella quien hacía que cada día valiera la pena seguir aquí, y tenía algo invaluable con ella, una amistad, además de este sentimiento que día tras día crecía sin poder evitarlo.
Todo esto fue como el contraste de mi vida, viviendo en un mundo de soledad, que solo tenía sentido cuando la tenía a ella aquí.
Salí de mis pensamientos, con la imagen invaluable frente a mis ojos, no quería dejar de ver pero algo me hizo salir de ello.
De nuevo estaba solo en ese polvoriento lugar, Salí del sitio, no era correcto seguir ahí y baje lo más rápido que pude. Por un momento pensé que habían pasado muchas horas pero no fue así, solo unos cuantos minutos, todos los estudiantes estaban en la fiesta de día de brujas.
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El espejo de Oesed muestra nuestros mas desesperados deseos del corazón (Albus Dumbledore).

Aqui podemos ver como nuestro amado profesor crece tanto fisica como emocionalmente y nos decifra poco a poco lo que hay en su corazon mendiante el espejo....

Buenos diaaaas estimados lectores como les prometí estoy siendo mas frecuente con actualizar, aqui les dejo un nuevo  capitulo con la esperanza de que sea de su agrado :3 muchas gracias por leerme. Y una diculpa para quienes me dijeron que era poquito, esque estoy escribiendo en el movil y me es muy difícil concentrarme -.-'

El diario del Príncipe mestizo   Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora