cabos sueltos

68 3 0
                                    


Los días como todos cuando falta por salir de vacaciones de verano, todos empacaban su equipaje para partir al día siguiente, pero las torrentosas lluvias no cesaron sino hasta dos días después de lo estipulado para partir.

-sev.- escuche esa voz que reconocería hasta poseído.

-hola.- dije con ese nerviosismo que se hacia presente siempre que ella estaba cerca.

-ten.- espero esbozando un libro.

-¿es para mí?-. Dije con deje asombro.

-sí, para que tengas algo bueno que leer durante tu estadía en Hogwarts y mientras regresas a la hilandera.

-gracias Lily.- dije leyendo el título del libro "pociones de merlín".- pero... ¿de donde lo has conseguido?

-lo encontré entre mis pertenencias hace algunos meces y lo examine con la señorita McGonagall y me dijo que era confiable, ya lo leí, creo que viene algo que, estoy segura te gustara.- pronunciando esto último se retiró junto con sus demás compañeras para tomar las carrozas que la llevarían a hosmade.

Sintiendo de nuevo la soledad que me inundaba después de que ella se iba a casa me encerré en esa mazmorra que por alguna razón me brindaba cierta curiosidad que estuviese adecuada para que alguien viviese en ella. Viendo por uno de los ventanales del castillo hacia el lago recordé el libro que me obsequio Lily, entre las paginas podía ver la diversidad de tanto antiguas como novedosos procedimientos para pociones estaban plasmados en ese libro, entonces la duda me acogió respecto ¿quién habría puesto ese libro entre las pertenencias de Lily? Se podía

ver inclusive que el libro era demasiado costoso para cualquiera de los estudiantes de Hogwarts. Todo era tan raro, todo tenia demasiados cabos sueltos los cuales estaba dispuesto a encontrar respuesta.

Sin más me quede disfrutando de la la tarde perdido en la lectura de un viejo libro de encantamientos regenerativos cuando el rechinido de la puerta me sobresalto.

-severus!-. Dijo con clara voz el profesor Dumbledore. Con su típica túnica de color azul, tenía ya tiempo sin topármelo por el castillo, salvo en las comidas a las que legaba a asistir.

-señor.

-severus es como de costumbre he venido a asignar tus labores para servicios del colegio, en esta ocasión solo ayudaras en la biblioteca por unos días, ya que el colegio necesita estar desprovisto de estudiantes para una fecha acordada.

No puede de alguna manera sentir una presión en mi pecho, pese a la soledad que se vivía durante estas fechas el colegio se convirtió en lo que hasta ahora considero mi hogar.

Aunque enCokeworth estaba Lily nada tenía ya que hacer en la hilandera, no había alguien que me esperase en casa para cenar o alguien que se regocijara de dicha el verme regresar después de seis meces sin verme.

-de acuerdo señor

Después de escuchar eso se retiró con paso firme y sereno.

De pronto recordé que nadie investigaba mi partida del castillo hacia hosmade así que planee todo con cautela para ese dia ir a la casa de los gritos.

Después de mi últimodia de servicios al colegio entre a mi dormitorio y me encontré con el ulular de mi lechuza blanca con una carta atada a su pata izquierda.

Sev, han pasado ya dos semanas dese que partiese de Hogwarts, y la verdad es que Cokeworth es algo aburrido, petunia cada día se vuelve más en mi contra y hace de mis días un tormento.

¿Qué día regresas a Cokeworth?.

Esperando ansiosa tu respuesta, Lily.

Enseguida tome un pedazo de pergamino y el frasco ya por acabar de tinte e inicie la carta para Lily.

Descuida, mañana regreso a Cokeworth.

Si, lo se es muy pronto pero así lo estipulo el director Dumbledore.

Deseo regresar ya, la señora pince de la biblioteca me volverá loco

Con el desorden en la biblioteca, pero me ha obsequiado algunos ejemplares

Que se han deteriorado y planeaban desechar, regresando a casa podemos verlos.

Sin mas la escuela no tiene mucho que contar estando casi sola, mañana nos vemos cuando regrese.

Siempre tuyo, Severus.

Después de ello el sueño se apodero rápidamente de mí y caí sin más.

El sol apenas se posaba en el horizonte ya me encontraba haciendo las valijas para regresar, no es que me gustase demasiado Cokeworth, pero las cartas de Lily siempre me alentaban para ir a ese lugar que solo amargos recuerdos me traía.

Anuncie mi partida con una nota al profesor Dumbledore y me retire en las carrozas a la estación del tren a hosmade la cual saldría dentro de cuatro horas, las suficientes para investigar el misterio de la casa de los gritos.

A los veinte minutos ya me encontraba frente a la casucha de madera al fondo de la colina, dejando mis valijas escondidas respire de fondo y entre al sitio lentamente con mi varita en mano.

Con un encantamiento abrí la puerta y gire la perilla, y lo primero que vi fue una sala de estar desgarrada por lo que se notaba unas filosas garras, el sitio estaba en completo destruido y lleno de polvo, sobre una mesa se encontraba una jarra con agua y un vaso, lo que despertó muchas teorías al respecto, pero seguí buscando algo que me arrojara mas sobre lo que ahí habitaba.

Adentrándome masa el sitio se podía ver un pasillo el cual daba a una puerta al fondo, sin temor lo recorrí lentamente mientras encontraba trozos lo que parecía ropas mouggles. Al estar frente a la puerta al final del pasillo estaba listo para ver lo que ahí se encontrase y atacar si era necesario.

Al entrar sentí una opresión en el pecho, todo aquí era demasiado triste y solo nada muy diferente a mi casa en la hilandera.

Gire lentamente le picaporte de la puerta y eche un vistazo por la pequeña abertura de la puerta y me estremecí al ver lo que el pequeño cuarto albergaba casi en pedazos.

Había una enorme cama de madera desgarrada y por las paredes pequeñas salpicaduras de sangre, frente a lo que seria una cama estaba una pequeña mesa con cera de vela derramada por el sitio, además de unos platones de carne descompuesta, y ese olor nauseabundo inundaba el lugar; Salí de ese sitio rápido y me percate de un largo pasadizo oscuro que poco a poco se descendía en el suelo. Sentía algo de temor por entrar en el sito pero tome aire y con la varita encendí una luz incandescente para ver.

-Huellas

Huellas que parecían de un humano descalzo se cruzaban con unas de lo que parecía un enorme perro y otras más que no lograba identificar.

Pero caminando llegue al fondo del sitio que ya estaba solo y parecía ser estar bajo ¿un árbol?, si, definitivamente era un árbol, las raíces salían hacia arriba y un túnel de camino arriba dejaba ver movimiento de hojas.

Me introduje con mi delgado cuerpo túnel arriba

-Acaso es...

_________________________________________________________________

he aquí el otro tengan lindo fin de semana muchas gracias a las personas que me siguen leyendo pese a que no tengo una fecha exacta para actualizar. <3

El diario del Príncipe mestizo   Tomo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora