Te quiero en mi cama Sevilla

☆Cap 6

-¿Que?-dije atonita.

-Que gracias a el, tú estas conmigo.

-TÚ- dije intentando saltar hacia du lugar, pero fui detenida por sus guarda espaldas, tambien ruggero me agarro, antes de que hiciera una locura.

-Bueno, veo que no le agrado, jajaja.

-Como me va a agradar, si usted hizó que este sugeto me secuestrara.

-Es mi trabajo jovencita, ahora, Ruggero, trajiste mi dinero.

-Si, toma.

-Fue un gusto trabajar con tigo.

-igual lo digo.

-Adios niñita.

Me cruze de brazos

-Bueno, no pierdo mi tiempo, adios agustín.

-Adios.

Ruggero me tomo de la muñeca y me giro para que lo mirara.

-¿Estas loca o que?

-De que hablas.

-Si el hubiera querid, te mataba si le tocabas un pelo, maldita sea Karol.

-No me importa, prefiero morir a estar secuestrada por ti.

-QUE NO ES UN PUTO SECUESTRO.

Agus reia por lo bajo.

-Rugge, Karol, tiene toda la Razón, esto parece secuestro.

-Traidor.

-Callate tonto, bueno yo me voy, adios Karol, Adios bro.

-Adios.

Agus se fue, y ruggero tomó mi mano,y le puso una esposa.

El no se engancho la esposa.

Llegamos al auto y ruggero me engancho el brazo en una cosa que hay en los autos que es para agarrarce, pues ruggero me engancho allí.

-Bobo.

-Perdón, pero te puedes escapar, y no quiero perder un millón de dolares, German cobra muy caro.

-Odio a german.

-El me hizó un gran favor, tenerte en mis brazos preciosa.

-Ja, que bueno, sabes, yo estaría mucho mejor sin ti.

-Que mala.

-Tu eres el malo aqui, me secuestr...

Fui interrumpida.

-Que no te secuestre, Sabes, cada vez que digas la palabra, secuestraste, te voy a cobrar un beso.

-No es justo.

-Nada es justo en esta vida.

Llegamos al apartamento de ruggero.

Me saco la esposa que estaba enganchada en el auto y se la engancho el.

Subimos en el acensor.

Entramos a casa, yo iba caminando a mi habitación y ruggero me empuja hacia la pared y se acerca a mi oido.

-No tienes idea las ganas que me dierón de quitarte ese vestido.

Su susurro me hizó estremecer.

Empezó a desatar mi vestido descaradamente.

El me dio un beso intenso, me tomo para que pusiera las piernas en su cintura, el quería estar más cerca.

Empezó a besar mi cuello por lo que yo gemí.