Desaté el delantal de mi respectivo uniforme, y lo colge en mi casillero. Cambíe mi ropa y camine con mi bolso hasta la puerta de salida.El frío de la noche choco en todo mi cuerpo, causando un enorme escalofrío entre mi espalda, me estremecí y seguí caminando en las oscuras calles.
Desde lo lejos pude ver la farmacia. Camine hasta ella y seguía abierto.
Abrí la puerta haciendo que unas campanitas sonaran.
Saque un número y espere mi turno, aunque sea tarde, aún hay personas en esta.
Por suerte esta abierta hasta las 12 de la noche.
Le pasé la receta a la farmaseutica la cual fue en busca de el medicamento.
Me lo pasó y le pague.
Salí de la farmacia y caminé hasta mi casa.
Abrí la puerta, mi casa estaba oscura, como siempre.
Encendí las luces, colgué mi bolso y mi chaqueta.
Camine hasta las escalera y subí, camine hasta el pasillo y escuche toz de parte de mi madre.
Suspire y abrí la puerta.
Ella, como siempre, me recibe con una sonrisa.
-Hola linda- me dice con una sonrisa no tan autentica, pero si yo fuera ella, estaría demacrada.
-Hola ma- sonreí al ver la bolsa que tenía en mis manos- mira, compre los medicamentos que necesitas.
Ella cambío su expresión rapidamente y se puso sería- Sabes que odio que trabajes tanto y lo gastas en medicamentos costosos.
-Mamá, por eso trabajo, trabajo para tus medicamentos y para tus citas para el doctor, además si alcanza para pagar la luz y el agua de la casa.- pero lo que mi madre no sabe es de que le pido prestamos al banco para las cuentas de agua y luz.
-Hija, si solo trabajarás para la casa, tendrías para la universidad- agachó su cabeza por una lagrima que resvaló por sus mejillas.
-Mamá, trabajaré por ti el tiempo que sea necesario, trabajare por ti hasta que ya no pueda más, ¿okey?
-Hija, me siento mal por no darte lo que mereces, mereces estudiar, mereces sacar tu titulo de medicina. Mereces divertirte, esta es la edad de salir con tus amigos y divertirte y yo no puedo darte eso. Me siento un fracaso.
-¡No! ¿como te atreves a decir eso?- dije con lagrimas en mis mejillas- yo te amo y si es necesario dejar la universidad por años lo haré, y lo haré solo por ti. No me vuelvas a hablar de eso, y no eres un fracaso, eres la mejor madre del mundo, ¿okey?
-Esta bien- me acerque y quite sus lagrimas de su rostro y la abrace.
-Bueno, si sirve para que estes más tranquila, saldré este fin de semana.
Mi madre chillo de emoción- que bueno, no te preocupes por mi, estaré bien, me tomare mis medicamentos y listo.
-¿Segura que estarás bien?
-Claro que si hija- me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Esta bien, okey, iré a cenar.
-Ve- bese su frente y salí de la habitación.
Caminé por el oscuro pasillo y baje las escaleras.
Preparé mi cena y me dediqué a comer. Estaba sentada viendo televisión en el sofá. De a poco mis ojos de fuerón cerrando hasta que caí en los brazos de morfeo.
Abrí mis ojos y escuche a las aves cantar.
Me estiré y me digne a ver la hora.
¡Son las 10!
-¡Mierda!- corri hasta mi bolso y no me dio tiempo de bañarme, solo de correr hasta mi trabajo.
Llegue hasta este y mi jefe me esperaba de brazos cruzados en la puerta, dandole más poder del que tiene, a pesar de que sea familiar de Aarón, me resulta muy poderoso, tiene muchos de estos restaurants por toda la ciudad, muy exitosas por cierto.
Carraspeo su garganta y mi hizo una seña para que hablara.
-Lo siento, de verdad, me quede dormida, eso no me ha ocurrido nunca y...
-Esta bien, ve a trabajar.
-Gracias, Gracias, Gracias!- lo abrace y se tenzo al instante, me solte y corri hasta mi casillero.
Me puse mi uniforme y suspire.
¡Otro día en este infierno!
ESTÁS LEYENDO
Te quiero en mi cama Sevilla
FanfictionRuggero, un millonario, mujeriego, un caliente, ama el sexo con cualquier chica que tenga trasero y pechos, es un hombre muy atletico. Karol una chica totalmente normal, no es invisible, pero no es popular, sencilla, tiene muchos amigos, y su sueño...