☆Cap 28

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Valentina me mira con una sonrisa.

-Te ves perfecta- dice peinando su cabello rubio.

Me miro al espejo y veo que este vestido se me apega demasiado al cuerpo- Valen, es muy apretado.

-Oh Dios Karol, se te ve perfecto, además que ya has subido más de peso, y pues, tús curvas se marcan más.

-Pero, yo no me visto así.

-Pero puedes ir a conseguir algún chico por allí.

-Yo no quiero eso Valen.

-Mmm, hay alguien más?

Abro mi boca para responder, pero mis palabras quedan atrapadas.

¿Hay alguien?

Ni la puta idea.

Ruggero.

El solo hecho de pensar su nombre, causa escalofríos y mi estómago se revuelve.

-¿Hay alguien Karol?- dice valen sorprendida.

-No Valen, no hay nadie.

-Oh- dice un tanto ¿Triste?

-¿Que ocurre?

-Nada- me muestra una sonrisa que trata de convencerme, pero le resto importancia al asunto.

Me volví a mirar al espejo y llevo un vestido amarillo con un descote en v y es ajustado al cuerpo, llevo mi cabello suelto y un maquillaje hecho por Valen, llevo una sombra de ojos café y un brillo labial, rímel e iluminador.

Me gusta el resultado, aunque no es mucho mi estilo.

Valen me extiende unos tacones negros con tacón aguja, ella está loca

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Valen me extiende unos tacones negros con tacón aguja, ella está loca.

-¿Estas loca? Odio los tacones.

-Para verse bellas hay que ver estrellas.

-Ahg.

-¿Pretendias ir con tennis?

-Emm.

-Karol, tú estás loca.

Al terminar Valentina y yo, nos dirigimos a su auto.

-¿Y Carolina​?

-Esta allá.

-Oh, ya veo, ¿está con un chico?

-Claro que no, ella acaba de llegar, me escribió hace poco.-dijo riendo- tú ya sabes cómo es ella, en vez de enamorarse de los idiotas, se enamora de libros.

-Tienes razón, además, remarco eso de que los hombres son idiotas.

-Mmm y ¿que te hace pensar eso?- dice con una sonrisa.

Miro por la ventana y aparece el club en mi campo de visión.

-Oh, ya llegamos.

-Si!

Bajé con cuidado y arreglé el vestido, música a todo volumen llenaba mis oídos.

Vale y yo caminamos a la entrada, valen le hizo una seña al mastodonte que estaba en la entrada y nos abrió el paso.

Luces de colores, gente bailando, demaciada gente.

Y ví a caro sentada en la barra.

-Hola Carolina!- le digo alegre.

-Oh, Karol, me alegra verte, además, al fin en un club, después de mucho tiempo, que bueno que hayas venido.

-Gracias- le dije con una sonrisa- la verdad que también me alegra.

-Algo de beber?- dice valen.

-Sorprendeme- le digo a valen riendo.

-Mmm, me desafias- dice riendo- te pediré algo bien cargado amiga, hace mucho que no bebes.

-Está bien- digo subiendo mis hombros.

Valen después de unos minutos, llegó con unos tragos de colores, al momento que lo puso en la mesa, estaba segura que me emborrachó el solo hecho de olerlo.

-¿Que es esto?- dije tapando mi nariz

-Una mezcla de todo- dijo riendo- pero creeme, que sabe muy bien, solo bebela rápido y no sentirás tanto.

-Está bien- tomé el vaso y lo bebí de manera rápida, es un sabor muy amargo, era malísimo- que asco- dije después de tragar todo el contenido- un leve mareo me vino en ese momento, pero luego pasó.

-Quiero otro de esos- dije riendo.

Si, hace mucho no bebo y cuando bebía, no era en exceso, así que pueden imaginar, que después de la segunda ronda, ya estaba algo borracha.

-Otra!- grité a todo pulmón.

-Valen, creo que tuvimos que esperar a los chicos- dijo caro preocupada.

-Tienes razón, arruinamos el plan.

-¿De que plan hablan?- dije riendo- ¿estamos en una misión encubierta? Eso suena exelente.

-Definitivamente se le pasaron las copas.- dijo valen.

-Vamos chicas, vamos a bailar- me paré y un mareo me vino causando una pulsación en mi cabeza, puse mis manos en mi cintura y miré a las chicas, yo retrocedí un poco para dejarles espacio de pararse, cuando choque con algo o alguien.

-Pero fijate por donde andas- le dije, retrocedía mi visión y ví a Ruggero.

No, no puede ser el, cerré mis ojos y los volví a abrir para ver si era un espejismo, pero no, el seguía allí.

El alcohol hace muchas cosas definitivamente.

Miré a las chicas y reí- Juré a ver visto a Ruggero.

-¿Quien es Ruggero?- dijo valen confundida.

Cierto ellas no saben de el.

Diablo de karol
El que te coje duro duro duro

-El em, no, me confundí.

-No te has equivocado- dice esa voz que tanto me gustaba escuchar, una voz gruesa y sensual, era Ruggero.

Mis bellos se ponen de punta y lo enfrento.

Lucía una chaqueta elegante azul, con una camisa blanca con los botones abiertos, luciendo su trabajado pecho, seguido de unos pantalones a la medida y a juego con la chaqueta y unos zapatos café carísimos.

-Mierda.

-Escuché eso Karol.

Diablo de karol
Ohh dijo tú nombre de manera tan sexy, yo que tú, me lanzo a quitarle esa ropa allí mismo.

Oh no.

-Apestas a alcohol- dijo frunciendo el ceño.- miro hacia mis espaldas y levanto las cejas.

-Perdón- dijo valen.

-¿Ustedes se..- si, vomité.

Suerte que no ensucié el vestido de valen, ella me mataría allí mismo.

Ruggero puso una cara de asco y miro a valen.

-¿Estas loca?

-Se le pasaron las copas.

-Oh creeme que si me dí cuenta- dijo molesto.

Me agarró del brazo fuerte y me obligó a caminar donde el iba.

Frenó y buscó algo en sus bolsillos.

Y la vista se me nubló y después no recuerdo más.




Te quiero en mi cama Sevilla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora