Se fue...

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Sebastian se fue,  y yo me quedé en la cama dos días.  No comí, no salí a ningún lado, no prendí mi teléfono. Me quedé abrazada a su almohada llorando, sintiendo mi corazón romperse cada vez más con cada minuto de su ausencia. No sé cómo voy a vivir sin él. Cuando veo que el sol vuelve a salir por tercera ocasión, la puerta de mi casa se abre. Sé quién es, debe ser Ángel porque es el único que tiene llaves.

"Muñeca, tú sabías bien que Sebastian se iría pronto. Tienes que levantarte de esa cama por favor. Salir, tomar el sol, sentir el aire en tu cara. Es más, tu angelito te consiguió un trabajo. Tienes que ir mañana a esta dirección."

Y me entrega una tarjeta con una dirección de Beverly Hills. Sé que lo hace por mi bien, pero yo no sé ni cómo me llamo. Ese día vamos a caminar a Santa Mónica, él trata desesperadamente de distraerme, y hasta cierto punto lo consigue. Así que al día siguiente me levanto y llego a la dirección que me dio.

Una actriz muy famosa necesitaba que la maquillara para una alfombra roja. Llegué, la saludé amablemente,  hice mi trabajo y bien dicen que la tristeza te inspira porque la verdad me quedó guapísima. Me dio las gracias, me pagó,  y me pidió una tarjeta para recomendarme con sus amigas.

Así que no me faltó trabajo los siguientes días. Y lo agradecía porque eso me ayudaba a no caer en un pozo de tristeza y desesperación pensando en él.  Pero en las noches, en mi cama, era otro cuento.

La tristeza que sentía era colosal. Increíble. Yo sabía a lo que me estaba arriesgando pero nunca pensé que fuera tan difícil.

Entonces, me llamó. Casi se me sale el corazón del pecho cuando ví su nombre en la pantalla de mi teléfono. Estaba segura que era otra clienta, y lo tomé rápidamente para no hacerla esperar.

Cuando lo ví,  sentí que me temblaban las piernas. Contesté,  dije: " Hola hermoso, ¿qué tal?"
Y enseguida escuché su voz perfecta, que me decía: "Eliz, nena, perdóname por no haber llamado antes, pero estuve muy ocupado con la planeación de la película, y he terminado muy tarde, además el jetlag me tiene loco, ahora son las 3 de la mañana y no puedo dormir. Te extraño como loco y no puedo esperar para hacerte mía de nuevo. Te quiero..."

Me eché a llorar como estúpida porque no esperaba sus palabras. No esperaba nada de él. Le dije: "Perdóname Sebastian, pero yo no quiero ser tu juguete. Merezco más que eso. Te amo con todo mi ser, eres el primero en mi vida, y afortunada o desafortunadamente,  como lo quieras ver, soy una mujer que está muy segura de lo que vale. Así que no quiero esta relación de verte a escondidas, que nadie sepa lo nuestro y que te acuestes conmigo cuando te dé la gana. Si no puedes tener un compromiso conmigo, entonces, aunque se me parta el alma, no quiero verte. Te adoro, pero me amo lo suficiente para ver por mí misma también. Espero tu respuesta. Buenas noches."

Y colgué.  Y fue lo más difícil que tuve que hacer en mi vida. Fue realmente espantoso.

Me llamó dos veces más pero me dejó mensajes al no contestar. Dijo que cuando volviera, hablaríamos cara a cara todas las cosas.

Yo seguí trabajando, metida en mis cosas, y gracias a esa actriz que me recomendó con sus amigas, por azares del destino, me tocó trabajar para Scarlett Johansson. Es una mujer divertida, amena y sencilla.

Salió el tema de cuando nos vimos en el set de CA: The Winter Soldier, y me dijo que Sebastian se volvió loco cuando se dio cuenta que había perdido mi teléfono. Que casi le da un ataque.

Me llené de sentimientos encontrados,  tanto, que me disculpé y me dirigí al baño. No me sentía muy bien, en la mañana que desperté tenía tantas náuseas que devolví el vaso de leche que me había tomado un rato antes.

Me recompuse, y volví con Scarlett. Me disculpé y seguí trabajando, su plática amena y su actitud relajada, me ayudaron a sentirme un poco mejor de ánimos.

Al final, cuando había terminado y me estaba pagando, de pronto me desmayé. Nunca jamás en mi vida me había desmayado. Scarlett estaba asustadísima, y llamó a una ambulancia para que me llevaran al hospital. Llamó a Ángel y le dijo lo que pasaba.

Llegamos al hospital, y después de revisarme el doctor me dijo que tenía que comer mejor, me recetó unas vitaminas y me dió de alta. Ángel me regañó todo el camino a la casa, llegando a la casa, y todavía un rato más después de que llegamos.  Me obligó a comer, pero lo devolví todo casi enseguida.

Entonces me hizo la pregunta más escalofriante que alguien jamás me había hecho... Me dijo: "Lizzy, ¿has tenido tu período regularmente?" Dios mío, ni siquiera lo había pensado. 

Cuando lo volteo a mirar horrorizada, y pálida, se sienta junto a mí en la cama y me dice: "Trata de recordar princesa."
Entonces,  la iluminación viene a mí y me doy cuenta que la última vez fue justo antes de encontrar a Sebastian. ¡Esto no me puede estar pasando a mí!

Ángel, como siempre, piensa en todo. Me lleva a la farmacia, compramos varias pruebas y me dice que él  estará conmigo en todo momento. Que en caso de confirmar las sospechas, si Sebastian no vuelve, él será un padre para mi hijo y un compañero de vida para mí. Yo no puedo dejar de llorar. Lo quiero tanto, con locura, pero no lo amo ni él a mí y no es justo se ate a mí sólo por compasión.

Le digo que ya hablaremos de eso, que primero debemos confirmar las sospechas.

Me hago las pruebas. Cinco, para no tener ninguna duda.

Y las cinco, todas y cada una de ellas, dan un solo resultado...

POSITIVO.


Visitante inesperado. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora