Sophie está por llegar. Me siento cada vez más cansada, me pesa caminar, y mis pies, aquellos pies hermosos que Sebastian ama besar y acariciar, son unos bloques de lego. Estoy hinchada, sofocada y nerviosa.
Y, para colmo, Sebs tuvo que salir a corregir unas escenas de su última película. Justo ahora. Pero como no se iba tranquilo de dejarme sola, le pidió a Ángel y a Anne que se quedaran conmigo en casa. Y así llevamos tres días.
Mañana por fin vuelve. Hoy mi amigo y yo hicimos grandes planes para la cena, que incluyen películas y palomitas, papas fritas y refrescos. A veces extraño una buena copa de vino, pero mi hija lo vale.
Anne salió con Chris. Van a tratar de arreglarse por fin, y a ponerse de acuerdo con Mackie para lo del "empleo" de Anne. Espero que por fin se arreglen.
Cuando estamos a punto de ver la segunda película, que casualmente es The Winter Soldier, porque vimos The First Avenger y vamos en orden, tengo que ir al baño.
Al salir regreso por el pasillo y encuentro la correspondencia que no he revisado. Encuentro un sobre amarillo, mediano, que sólo dice mi nombre. Decido abrirlo antes de regresar a la sala con Ángel y adentro encuentro mis peores miedos y pesadillas hechos realidad.
Unas imágenes asquerosas, de Sebastian teniendo sexo con la lagartija Levieva, y con la fecha digital de hace dos días grabada en la esquina inferior. Son varias. Están tomadas de manera que parece que los dos posaban para la cámara. Y una nota que dice:
"Te lo dije, zorrita. Sebastian siempre vuelve a mí."
En ese momento siento que Sophia brinca en mi vientre. Unas náuseas horribles se apoderan de mí, y todo se me pone negro. Caigo desmayada y no vuelvo a despertar hasta que estoy en el hospital. Veo a Ángel, a mi mamá y a Anne, pero me siento muy mal. Siento que me estoy muriendo.
Y así es, después supe que me dio preeclampsia y que estuve al borde de la muerte.
Ángel, al ver que tardaba fue a buscarme porque se preocupó, y más cuando no le contesté. Me encontró tirada con las fotos en la mano derecha y la mano izquierda sobre el corazón.
De inmediato llamó al 911, y en lo que llegaba la ambulancia, llegó Anne. Dicen que casi no tenía pulso, que estaba pálida y con los labios blancos. Y que Anne lo único que hacía era hablarle a Sophia para que se moviera y sentirla, y saber que estaba bien.
Sebastian llegó en la madrugada. Chris lo llamó porque al llegar a dejar a Anne, se dió cuenta de todo y en ese momento regresó de emergencia. Cuando llegó, tanto Ángel como Anne se le fueron encima, Chris tuvo que controlar a Ángel porque lo quería matar a golpes. Entonces le enseñaron las fotos y la nota.
Se puso fuera de sí. Dijo que era una patraña de Levieva, que me ama y que jamás me haría algo como eso. Que él había estado metido en el estudio de grabación corrigiendo tomas, y que tenía al menos 40 testigos que lo vieron filmar casi sin descanso para poder volver antes.
Mientras tanto, yo estaba en terapia intensiva con la presión altísima. Trataban de estabilizarme para poderme operar, pero no podían hacer que mi presión bajara. Salieron a decirle a Sebastian que había muchas posibilidades de que no sobreviviera. Mi mamá regresó en ese momento de la cafetería, y como Ángel ya le había dicho de las fotos, le dio dos cachetadas a Sebastian y le gritó que si nos pasaba algo, él y Levieva no iban a volver a tener un minuto de paz por el resto de sus vidas.
Por fin, me llevaron a quirófano. Mi hija nació y yo no me di cuenta.
La oí llorar entre sueños, y escuché que dijeron que estaba perfectamente sana, con 38 semanas de gestación, Apgar de 9.9, y pesó 3 kilos 200 gramos y midió 50 centímetros.Blanca y de cabello rubio oscuro, perfecta. Simplemente perfecta. Como el amor que su papá y yo alguna vez nos tuvimos. Vuelvo a caer en la inconsciencia y despierto al día siguiente, en terapia intensiva. Cuando abrí los ojos, vi a Anne y a mi mamá llorando y mirándome por el cristal de mi habitación.
En cuanto vieron que había despertado llamaron a las enfermeras y pronto vino un doctor y dos enfermeras a revisarme.
Dijeron que el peligro había pasado. Que al nacer la niña, mi presión se estabilizó y mi cuerpo volvió a la normalidad. Pero temían que no resistiera la operación.
Me pasan por fin a una habitación. Entonces, me quedo sola con Anne porque mi mamá fue a buscar a Ángel para avisarle, y le pido a que llame a Sebastian. Quiero hablar con él. Quiero escuchar su versión de la historia. Si se acostó con ella, quiero saber porqué lo hizo, y qué va a pasar con nosotros.
Anne lo trae y nos dice que va a cuidar la puerta para que podamos hablar en paz. Entonces, le digo: "Dime qué pasó. Y quiero la verdad. Si te acostaste con ella, necesito escucharlo de tu boca. Quiero que me lo digas en mi cara, que te revolcaste con ella y porqué lo hiciste. Y si no, si eres inocente de todo y ella lo planeó para fastidiarme a mí, también quiero saberlo. Convénceme, por favor, porque te necesito. Soy toda oídos."
"Mi nena, mi princesa, mi niña, yo jamás te haría algo así. Me da asco sólo de pensarlo. Lo único que ella me produce, es repulsión. Tú eres todo lo que yo quiero y necesito. Esas fotos son de hace mucho tiempo, cuando estábamos juntos, y la fecha está truqueada. Las mandé analizar. Además, ella tiene ese estilo. Te juro por mi muñequita hermosa que acabo de cargar, y que por cierto es tan preciosa como tú, que no pasó nada entre nosotros.
Además, la acabo de demandar por daño moral y mi abogado dice que si quieres, la demandaremos por doble intento de homicidio. ¿La quieres en la cárcel? Ahí estará. Te amo princesa, a tí y a mi muñequita. Son todo para mí. ¿Me crees, verdad Eliz? ¿Confías en mí?"Si le creo. Le creo porque un amor como el nuestro no se puede fingir. Le creo porque sé que Levieva es una zorra mentirosa y manipuladora. Le creo simplemente, y eso es todo lo que necesito.
Llamamos a todos y hablamos con ellos. Mi mamá se disculpa con él, y él dice que no pasa nada. Que entiende su reacción y más ahora que ya tuvo a Sophia entre sus brazos. Ángel le pregunta qué piensa hacer con Levieva y él le dice que la va a demandar.
Si la demanda se gana o se pierde, no importa. Su peor castigo será ver cómo Sebastian me ama y me protege de ella y del mundo, a mí y ahora a nuestra hija.
Por fin la traen, y la veo, y es hermosa. Es bellísima, con el cabello de Sebastian y mi color de piel. Cuando abre los ojos, me quedo maravillada. Son exactamente iguales a los ojos de Sebastian.
Es increíble tenerla conmigo por fin.
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Visitante inesperado. (+18)
Fiksi PenggemarTodavía puedo sentir su barba rozando mis labios al besarme... Sus brazos fuertes y poderosos, rodeando mi cintura para después tomar la "selfie"... Aún puedo escuchar su voz, profunda y varonil, contándome su vida y sus anécdotas de superhéroe y vi...