Exton y Sophie. Parte 4 (Final)

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Y así, estuve tres días en el hospital. Me dieron de alta, me dieron mil recomendaciones y me pusieron en reposo por un mes. Es oficial, voy a perder el semestre.

No entendía el porqué del reposo, hasta que me levanté al baño sola, y las piernas no me sostenían. Me asusté, creí que me daría un buen golpe pero, por fortuna, mi hermano iba pasando y me vio, y me sostuvo.

"Hermanita, me preocupas. Ese engendrito Downey, te está extrayendo la vida. Mírate, estás más blanca que de costumbre, y casi no puedes sostenerte en pie. Tal vez deberías regresar al hospital."

"No David, por Dios, no quiero estar metida en el hospital por más tiempo. Y no le digas engendrito a mi bebé, ¡grosero! No te preocupes por mí, mejor ayúdame a ir al baño, que tengo muchas ganas."

Pero la verdad es que sí estoy preocupada. Para colmo, cuando voy al baño, veo sangre. Por supuesto que me desmayo de la impresión y mi hermano corre a llamar a mi mamá, conmigo en brazos. Lo adoro. Es un hermoso conmigo.

Llaman a mi doctora, mi mamá le explica que tengo un sangrado, y les dice que tiene que revisarme. Y entre mi inconsciencia, le pido a David que no permita que Exton se entere. Pero, por supuesto que David dejaría de ser mi hermano si alguna vez hiciera lo que le pido, y lo primero que hace es llamarlo, y llega antes que la doctora, por supuesto.

La doctora llega, con sus aparatos, su asistente y su actitud serena, y me hace mil preguntas. Yo no estoy muy despierta, me siento muy débil, y estoy muy asustada, pero aún así trato de responder sus preguntas lo mejor que puedo.

Entonces, procede a hecerme un ultrasonido, con el aparto portátil que trajo consigo, y me dice lo peor que podría decirme. Que no encuentra el latido. Y además, hay un desprendimiento importante.

En pocas palabras, me está diciendo que perdí a mi bebé.
Llega mi papá y me abraza, y lloro en sus brazos con tanto dolor, me siento tan mal físicamente y me duele tanto el corazón de haber perdido a mi hijo, que estoy desconsolada.

En eso, veo que la asistente de la doctora la llama aparte, y regresa diciendo que necesita revisarme en el hospital, con un mejor aparato.

Cuando volteo a ver a mi hermano, me desconcierta ver que está abrazando a alguien. Y ese alguien, es Exton. Él también está sufriendo, y ver su dolor, tan grande como el mío, mueve algo dentro de mí. Entonces, me mira a los ojos y su súplica me desarma. Le extiendo una mano, y se acerca con prudencia, hasta que toma mi mano, y lo atraigo hacia mí, nos abrazamos y lloramos juntos, por nuestro bebé. Mis padres abrazan a David, y en eso llega la ambulancia por mí.

En el camino, mi papá llamó a Robert, y ya nos está esperando en el hospital, con Susan, que también llora aunque trata de disimularlo.

Me llevan a una sala, Exton entra conmigo, y la doctora viene y me dice que tengo que tomar un litro de agua, y esperar alrededor de una hora, hasta que tenga muchas ganas. Dice que en este momento, un ultrasonido vaginal sería peligroso.

Pasa la hora más eterna de mi vida, y ya tengo muchas ganas de ir al baño, así que entonces me hacen el ultrasonido. En ese momento, la sala se llena con el sonido más hermoso que he escuchado en mi vida, los latidos fuertes del corazón de mi bebé. Está vivo. Lo que estaba mal era el otro aparato.

Sin embargo, el desprendimiento está ahí, y es bastante grande. Así que me ponen en reposo absoluto dos meses, y la doctora decide hacerme un cerclaje,  que es unas puntadas de sutura en el cuello del útero. Sin embargo, nos dice que si sigo las indicaciones, todo saldrá bien. Entonces sale a darle la buena noticia a nuestros padres.

Exton está tan feliz como yo, y me besa, un beso tierno, gentil, lleno de amor, y con ese beso me dice sin palabras, lo que necesito escuchar. Deja de besarme, acaricia mi cabello y me dice: "Princesa, estoy tan feliz de saber que mi hijo está bien. Por favor, ven conmigo, déjame cuidar de ustedes, mimarlos, darles todo mi amor. Cásate conmigo, nena. Compré una casa en Beverly Hills, es pequeña, pero te va a encantar. La compré para ustedes, y quiero que tú seas la señora de mi hogar. Ya le pedí permiso a tu papá y me dijo que si tú aceptabas, él también. Dime que sí, Sophie, sé mi esposa. Por favor."

Visitante inesperado. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora