Triple G Ranch

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Evelyn: 

Agradecí silenciosamente a los dioses en cuanto llegue al Campamento, las arpías que se encargaban de vigilar que ningún campista se escapara de madrugada estaban profundamente dormidas sobre las terrazas, razón por la cual me encontraba entera y no en pedazos. 

Entre a mi cabaña lo más silenciosamente posible, saque un bolso y guarde un poco de ropa. En mi baúl mis regalos de cumpleaños esperaban por abrir, los saque a todos de sus envoltorios, el regalo de Pansy era una perfume mágico, los paquetes de Daphne y Astoria parecían ser adornos, el de Draco era una caja más delicada como la de Zoe, no los abrí, solo guarde los regalos de Zabani y Theodore que eran comida. Guarde un botiquín de Will, me colgué el collar y de puntillas volví a salir.

Antes que pudiera abrir la puerta una mano me retuvo, Lee con el cabello despeinado y con cara de sueño me miró intrigado.

—¿A dónde vas?—me pregunto con un bostezo— Son como las cinco de la madrugada...

Me llevé un dedo a los labios.

—Shh —le pedí, lamentablemente Lee no paraba de hacer crujir la madera. Will dio un bostezo y también se levantó, al mismo tiempo Michael se incorporaba y Kayla se frotaba los ojos, el único indiferente era Austin que seguía durmiendo.

—¿Que pasa?—preguntó con un quejido Michael.

—No pasa nada—les dije— Vuelvan a dormir.

—Mmm— murmuró Kayla aún medio dormida. Los demás aun me miraban igual de desconcertados, hasta que Lee apuntó el calendario donde justo marcaba el 30 de junio.

—¡Es tu cumpleaños!— Todos saltaron como un resorte de sus camas para venir a abrazarme, un nudo se formo en mi garganta cuando Will me examinó de arriba a abajo y detuvo su mirada en la mochila que llevaba colgada al hombro.

—Te vas— dijo él. La sonrisa de mis hermanos se borró de sus rostros.—¿Irás a la misión?

Cerré con fuerza los ojos, no podía seguir mintiendo, no a ellos.

—Voy a Londres—les dije— A la casa de mi madre.

Se miraron entre ellos, yo era la única que había crecido sin una madre, sin una familia.

—Yo...necesito respuestas—proseguí— No se si las encontrare pero yo...

—¿Cuánto tiempo?—me corto Lee.

—¿Una semana?, volvere lo mas pronto posible— Michael silbo.

—Vale, Evelyn pillo un resfriado y se quedó en cama por una semana— dijo guiñandome el ojo— Suena a una excusa creible.

—¿No habrá pastel?—pregunto Kayla con un puchero, me eché a reír y todo el estrés desaparecio por completo cuando mis hermanos me dieron palmaditas y advertencias de como cuidarme. No hicieron preguntas, solo comprendieron y me apoyaron.

Le di un beso a Austin antes de irme porque seguía dormido y corrí al bosque sin ser perseguida por las arpías gracias a que todos mis hermanos estaban montando una gran distracción. Mire por última vez el campamento antes de adentrarme por el bosque, guarde el paisaje en mi memoria como si pensara que no lo volvería a ver pronto.

**días después**

—¿Estás seguro que este es el camino correcto?—vuelvo a preguntar por milésima vez a Nico.

Y como todas las veces anteriores el chasquea la lengua y sigue caminando.

Llevamos días, semanas o horas, no tengo idea, caminando en un laberinto sin fin. No recordaba hace cuanto tiempo no había visto el sol y a una hija de Apolo( dios de sol)¡ no puedes privarla de eso!, ya sufrimos suficiente con el invierno. Mi mal humor estaba lejos de alcanzar al de Nico, este refunfuñaba cada que hablaba y sacaba cadáveres todo el tiempo. 

Bajo una Maldición (Una semidiosa en Hogwarts)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora