Cuarto Capitulo

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Evelyn:

El reloj de pared marcaba las 12 mientras yo dormitaba en el salón de la sala de Zoe.

Era una charla de brujos, lo sabía porque Nico no les prestaba la mínima atención y hacía garabatos en una hoja. Volví a cerrar los ojos, Zoe con Theodore y Draco reían de nuevo, me sentía tan fuera de lugar. Nico no era un brujo,¿verdad?, o simplemente ignoraba todo.

Yo sí lo era pero ¿porque me sentía tan extraña?

Podía ver a Zoe y sentir cariño, con Theodore amistad y con Draco era más complicado algo me molestaba en él, sentía un profundo afecto y tambíen dolor. ¿Por qué no podía sentirme plenamente cómoda con ellos? ¿mi pérdida de memoria tendría algo que ver?

—¡Tatan!— Zoe agito un papel en su mano y me sonrió— Ya levantate, hemos terminado.

—¿Qué es?— pregunté estirandome en el sillón.

—Estos son los lugares donde podríamos encontrarlo— Nico paro de hacer garabatos y nos miró de reojo— El collar.

—Elegimos tres lugares clave— me dijo Zoe— Lugares mágicos en donde puede estar escondido.

—¿No sería más conveniente empezar por mi casa?—pregunté

—Nunca nos dijiste donde vivías— me dijo Zoe— Y si era un lugar muggle está descartado.

—Ah— asentí.

—Comenzaremos por mi antiguo hogar, luego a la Mansion Gaunt y por ultimo a Hogwarts.

—Incluso Evelyn sin haber perdido la memoria, era nueva en el mundo mágico— me dijo Draco.

—Partiremos en cuanto sepas dominar los hechizos básicos— me dijo Theodore— Prepárate para una semana de dolor.

                                                                                                       *

*Unos días más tarde.

Una noche antes de que el mundo se pusiera patas arriba, Nico vino a mi habitación a las 3 de la madrugada. Con una pereza digna de mi, abrí la puerta de mi habitación al oírlo tocar.

No me sorprendía del todo su visita, ya iba viniendo casi todos los días de los que llevábamos ahí.

—¿No podías venir un poco mas temprano?

—Me despierto a esta hora— dijo sin mas. Se sentó en la piecera de mi cama y guardo silencio.

Yo también me quede callada, los últimos días Nico siempre era quien empezaba a hablar.         Me había ayudado mucho a poder... estar mas cómoda con todo esto. Pero hoy no parecía dispuesto a decir nada.

Abrí los ojos, me lo encontré mirando al piso. Estaba vestido con su ropa de siempre, hasta tenia puesta su chaqueta y su espada negra. Aquello me pareció un poco raro

—¿Vas a algún lado Di Angelo?— pregunte

— Me voy Liss— me dijo. Así era como solían llamarme mis padres o las personas que creían saber quien era. —Se acerca una guerra mágica y algo mucho peor se aproxima, debo irme.

— ¿Eh?— me estire de golpe— ¿Te iras?

— Creo que deje mas que claro que este no es mi lugar, no pertenezco aquí— dijo— No me gusta estorbar. Lo único que me une a este mundo es mi hermana y tu.— suspiro— En realidad tu me lo contaste y fuiste tu quien me llevo con mi hermana.

— ¿Lo único? ¿Quieres decir que...?

— No soy un mago.— confesó.

— ¿Eres mortal?— pregunte.

Bajo una Maldición (Una semidiosa en Hogwarts)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora