Bajo una Maldición (Una semidiosa en Hogwarts)

This is the end?

Evelyn:

Un viejo cepillo de dientes fue lo que dejó la liebre dorada, un patronus, solo los magos más poderosos podían hacerlos. Sostuve en mis manos el cepillo,temblando de miedo. ¿No volvería a Hogwarts? Nico llego a mi lado

— Contestare a tus preguntas—le dije— Me voy en menos de tres minutos apresúrate.

—¿Qué dices? ¿A dónde te vas?

—A Inglaterra—le respondí y señale el cepillo— Con esto, rápido, tus preguntas.

—No, dijiste que me acompañarias a visitar a alguien— dijo él.

— Era un engaño, solo querías deshacerte de mí para utilizar mi alma...

— No funciona así— me corto. -- Vine aquí justo a buscar eso, no puedo creer que hayas creído que tú eras esa alma...— El cepillo brillo y se lo extendí hacia él.

—Toma un extremo—le dije

—¿Para qué?

—Nos vamos a Inglaterra.

                                                                                            ***

Si se preguntan porqué decidí traer a Nico Di angelo conmigo es una respuesta simple, el chico no planeaba matarme, razón número uno para no huir y seguir el verdadero plan.

En cuanto aparecimos en un edificio inmenso, las brujas y magos nos golpeaban al pasar, llegamos justo frente a una ventanilla.

—¿Que?—nos miró aburrido el hombre— ¿Buscas a tus papis?

—No, yo... vengo por una audiencia a la 1:30—le dije

—Humm— Revisó sus papeles— ¿Uso incorrecto de la magia? ¿Evelyn Gaunt?

—Si

—¿Quién es ese?—señaló con su dedo a Nico.

—Mi... primo—termine por decir

—Entreguen sus varitas antes de subir al elevador—me ordenó. Deje mi varita en una bandeja— Ambos

—Pero...—comencé

—Eso no será necesario— hablo la fría voz del profesor Snape, di un respingo al verlo a mi lado vistiendo la misma túnica negra que utiliza en sus clases normales. Agarro mi varita y me la devolvió, luego apuntó la suya a mi cabeza.— Concéntrate en lo que paso, necesitamos ese recuerdo.— Y poco a poco sacó un hilo plateado y lo guardó en un envase de cristal.

—Muy inteligente—dijo un hombre a su lado— Nos ahorra un gran trabajo.

El profesor Snape me hizo un gesto para seguirlo hasta una cabina telefónica al medio de la sala.

— No es necesario tu presencia, es un proceso simple y con esto apelaremos a tu favor—me dijo— Te mantendremos informada.

—Gracias profesor—le dije y con su cabeza señalo que entrara en la cabina. Nico tan silencioso como una sombra me siguió y la cabina se elevó por el aire hasta llegar a una calle justo entre dos esquinas.— Wow— exclamé saliendo.

—¿Que era ese lugar?—me pregunto Nico

—El Ministerio de magia—le conteste— Tan asombroso.

— Fue de lo más extraño— dijo mirando la cabina— Solo estaba enterado que existían magos no que...

—¿Estuvieran tan bien organizados?, bienvenido a mi mundo.— Nico miró la calle