Como tantas otras veces, el grupo andaba tras la búsqueda de los fragmentos de la esfera. Un día que parecía ser como otro cualquiera: nublado y un poco frío, con una débil brisa que apenas era capaz de mover las pequeñas hojas de los árboles del frondoso bosque por dónde pasaban. Llevaban ya dos semanas en búsqueda de alguna pista pero hasta el momento se tuvieron que conformar con viajar de un lado para otro, lo cual le encantaba a Kagome pues en su época no disponía de lugares tan agradables para comer y además, adoraba dormir bajo el cielo estrellado, aunque la verdad, su cama le parecía mucho más reconfortable que su acolchado saco de dormir.
Hace poco tiempo que habían parado a comer y, como venía siendo habitual últimamente, Inuyasha se empeñaba en criticar su forma de cocinar y a exigir su ramen, lo cual, inevitablemente, la había puesto de un humor de perros, nunca mejor dicho.
Por esa misma razón, Kagome caminaba delante a paso rápido y cualquiera con dos dedos de frente podría ver, con sólo un vistazo, que hablarle supondría que ella descargara su furia, razón por la cual, el monje, la exterminadora, el demonio zorro y la gatita caminaban a paso lento, varios metros detrás de ella.
Sin embargo, Inuyasha no era alguien con dos dedos de frente.
- ¿Qué te pasa?- preguntó el mediodemonio en un tono no muy dulce, mientras se paraba frente a ella, ganándose unas miradas atónitas de los demás al ver su loca valentía.
- Nada, no me pasa nada- dijo la chica con una voz bastante sarcástica. -¿por qué?- preguntó con un tinte que repito, para alguien que tuviera algo de cordura, daba a entender lo que pasaría si respondía a esa pregunta.
- Yo qué sé. Nunca entiendo por qué te enfadas y eso que es lo único que haces todo el día.- argumentó haciendo caso omiso a los brazos tras la espalda de Kagome que la aconsejaban cerrar la boca.
- ¡Osuwari! ¡Osuwari! ¡Osuwari! ¡Osuwari! ¡Osuwari!- repitió la muchacha hasta que estuvo convencida de que Inu ya estaba lo suficientemente hundido en el suelo, aunque lo hubiera seguido diciendo si no se hubiera quedado sin aire. Tras esto, Kagome siguió su camino dejando a un enterrado Inuyasha maldiciendo algo que no llegó a entender pero de seguir serían miles de maldiciones contra ella.
Atardecía y había comenzado a hacer frío, un frío tan helador que tuvieron que alojarse en una cabaña algo destartalada que encontraron en claro del frondoso bosque. La situación en el interior no era mejor que el tiempo. Kagome no le dirigió una palabra a Inuyasha en ningún momento y es que, además de su enfado, el tacto "delicado" del chico al dirigirse a ella para que le prestara atención no ayudaba en lo absoluto. Una mirada bastó para que se callara si no quería volver a tragar tierra, como hace unas horas.
Por si esto fuera poco, el monje volvió a poner furiosa a Sango, como tantas otras veces, al tocarle "sus atributos" como el los llamaba.
Mientras, Shippo y Kirara, decidieron dejar a los mayores en sus discusiones mientras ellos jugaban con las peonzas del zorrito.
Lo vio moviendo nerviosamente la pierna y supo que, de un momento a otro iba a volver a decirle algo a pesar de la mirada que le estaba mandando.
- ¿Por qué eres tan terca? ¿Al menos podrías decirme por qué estás tan molesta y no me hablas desde hace más de cinco horas?- soltó en un instante el joven mientras se ponía de pie de un salto, costumbre que tenía siempre que discutían.
- ¡Eres idiota! ¡Osuwari!- y la chica salió rápidamente de la cabaña hecha una furia.
Como otras tantas veces, los chicos lo recriminaron por su insensibilidad y salió de la casucha, no sin antes dejarles claro que no iba a buscarla.
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One-Shot Inuyasha
Fiksi PenggemarPues como dice el titulo estos son unos one shots de inuxkag. Perdonen los errores ortográficos 😄