One-Shot Inuyasha

Prueba de Amor

Kagome miro ilusionada aquellos oscuros ojos con matis grisáceo y castaño, se sintió feliz cuando la boca de él la envolvió de una forma más dulce, pero quizás algo exigente, él era un caballero, ella tenía ilusión y confianza en que no saldría con la misma sorpresa que todos los demás.

La mano de él acaricio su mejilla delicada mente y abrió los ojos entre el beso, viendo el rostro sonrosado de ella, era muy hermosa, y un espectacular bocadillo después de una agradable cena y baile.

Kagome suspiró cuando se separaron y sonrió sinceramente cuando él acaricio su mano, pero su sonrisa desapareció al sentir que aquella mano decencia y buscaba algo torpe su muslo.

"¿Houjo?"-trató de no sonar enojada por aquel procedimiento.

"Kagome ¿quieres ir a mi casa?"-su vos ronca le advirtió a Kagome que algo no andaba bien, pero trato de no hacer caso, esperaba con todo su corazón que él no fuese como los demás, aun que llevaba poco de salir con él, ella misma sabía que jamás nadie ganaría su corazón como lo poseía a quien en verdad amaba. Y tan imposible era...

"Claro, me haría bien un té a esta hora"

Houjo la observó con expresión extrañada, y puso rápidamente su auto en marcha hacia su casa.

Al llegar, Houjo preparó el anhelado te que Kagome deseaba consumir, cuando esta terminó el la asalto en besos y Kagome correspondió tímidamente, de pronto sintió su espalda contra la pared, y los besos descendiendo por su cuello, al mismo tiempo que su falda subía y manos acariciaban ambos muslos de ella.

"Houjo!"-exclamó entre sorprendida y dolida.

"¿Qué pasa cariño?"-preguntó con un rostro falsamente inocente.

"Ni siquiera llevamos un mes de conocernos y tú"

"Kagome no te invite a mi casa para solo conversar y lo sabes"

"¡Eres igual que todos!"-le gritó dolida safandoce de la prisión en la que la tenía arreglando su falda.-"y yo que pensé.."

"Kagome siento que te amo, porque no me das ¿la prueba de amor?"

Y ahí estaba la frase clásica, Kagome puso sus ojos en blanco y mostró una sonrisa vacía y burlona, había salido con varios chicos y todos pasado ni dos semanas decían que la amaban y que querían la famosa prueba de ¿amor?. Dios le extrañaba la poca creatividad de los hombres.

Suspiró.

Y volvió a suspirar cansada, se acercó a Houjo nuevamente y acarició lentamente la mejilla ardiente de él, quien pensó que Kagome estaba dando permiso y cuando fue a acercarse a besarlo Kagome decidió darle otro tipo de cariño, con su rodilla golpeó fuerte la entre pierna de él y lo miro a los ojos de forma fiera y sonriente al verlo caer encorvan doce del dolor.

"No soy de una noche, ni para diversión...Adiós".

Cerro la puerta tras de si cansada de malas experiencias, distinto sería si a quien en verdad amaba le pidiera ello, ella encantada se lo entregaría, aun que fuese por una sola noche, sentirlo que era de su pertenecía la dejaría plasidamente feliz, y se atesoraría de ese recuerdo cada día de su vida. Porque daría cualquier cosa por al menos una ves pertenecer-le verdaderamente a él.

Saco su celular mientras caminaba por las vacías calles de la noche, eran al rededor de las tres de la madrugada, marcó el número que tan bien se sabía y que le encantaba marcar.

Una vos adormilada contestó en el teléfono..

"¿Alo?"-Kagome disimuló una risita al saber que lo había despertado.