Freedom [Killing Stalking]

2. Escapar

A pesar de esto, quiero salir de este lugar. Como sea. Todavía no puedo caminar sin apoyarme en algo, y eso es un gran inconveniente.

Las dos únicas veces que he intentado escapar, fueron aquellas en la que envenené nuestra comida y en la que me estaba esperando en las escaleras. Él parece controlarlo todo. Me da una oportunidad falsa cada cierto tiempo, y he aprendido a contenerme. No debo dejar que me descubra de nuevo, puede que no me perdone una tercera vez.

Este era uno de esos momentos en los que debo elegir si arriesgarme o no. Sangwoo ha salido hace 10 minutos, y parece que tardará en volver. Toco la herida en mi cuello. «Si fallo, estoy muerto.»

Me arrastro hacia la entrada con ayuda de una silla, y hago un gran esfuerzo para ponerme de pie y alcanzar la mirilla. No veo a nadie cerca. Vuelvo en la dirección contraria, y abro la ventana de la cocina con ambas manos. Apenas tiene 40 centímetros de ancho, pero puedo intentarlo.

Trepo por la encimera y me subo de rodillas sobre ésta. Paro un momento a descansar por el esfuerzo, ya que solo puedo usar la fuerza de mis brazos. Me asomo y miro a mi derecha, después a mi izquierda. La calle está vacía. Cierro los ojos para disfrutar del sol que baña mi rostro. No he sentido ese agradable calor desde hace mucho tiempo.

Agito la cabeza para despejarme, y me doy cuenta de que alguien se acerca. Solo es una silueta. Le llamo agitando mi brazo.

Siento pánico al ver que la sombra pertenece a cierto sádico rubio. Es casi seguro que me ha visto. No tengo tiempo de cerrar la ventana antes de que se acerque.

—¡Sangwoo! —mi corazón se acelera— Perdón, por favor, perdón...

Aún sin bajar del mueble, entrelazo mis manos y agacho la cabeza, disculpándome. Él suspira, cansado.

—"Perdón, perdón" —me imita —. Siempre pidiendo perdón. Es molesto.

Sonríe de esa forma que él tiene, y cierra la ventana. El cristal translúcido distorsiona la imagen, convirtiendo a Sangwoo en una forma de colores claros, y evitando que pueda verle. No tarda en volver a entrar.

—¿Por qué huyes? ¿Acaso hay algo bueno ahí fuera?

Decido que es mejor para mí seguirle la corriente y fingir que aún siento amor por él.

—Desde luego, nada comparable con lo que tengo aquí dentro —sonrío, con una sonrisa tan falsa como sincera. Él repite mi gesto, conforme con la respuesta. Me encierra entre sus brazos y pasa su mano por mi mejilla, apartando un mechón de pelo.

—Me alegro.

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Hoy no estoy de humor para escribir algo aquí abajo como suelo hacer u.u

Seré breve: no he tardado mucho en actualizar, votad y comentad si queréis.

Xauu!~