—Una última cosa –me dice Sangwoo, frente a la entrada de nuestra casa–, antes de que te vayas.
—Dime.
—¿Te acuerdas de cuando las otra parte de mí te llevó a ver la lluvia de estrellas? –asiento con la cabeza: no podría olvidarlo, es mi recuerdo más amado– Nunca llegué a decirte de que deseo pedí... O pidió, el otro yo.
Le miré a los ojos. Aún no he conseguido acostumbrarme al contraste entre ambas personalidades.
—Su deseo fue que pudieses ser libre algún día.
—¿Ser... Libre? –no entiendo a qué se refiere.
—Él quería dejarte escapar, como estoy haciendo yo ahora, pero tenía miedo. No quería que nadie supiese sobre tu secuestro, ni sobre las personas a quienes ha matado.
"No suena propio de él", quito decir, pero me detengo a pensarlo. ¿De verdad quiso eso para mí? En ese caso, supongo que debo sentirme agradecido.
—No me imaginaba que fuera algo así –sonrío. Ya no tengo ninguna duda: Sangwoo me corresponde–. Oye... ¿Qué harás con Seungbae?
—Supongo que le explicaré todo, y le liberaré también... No tengo opción, ¿verdad? –su falsa expresión de alegría oculta casi a la perfección su verdadero pensamiento de "estoy jodido".
De pronto, se acerca mucho a mí y levanta mi mentón con su mano. Nuestros rostros quedan a pocos centímetros de distancia.
—Sangwoo...
Deja un beso en mis labios, a modo de despedida.
—Vamos, fuera –sonríe.
Abro la puerta, aún dudando, y miro al exterior. Hay demasiada luz para mis poco acostumbrados ojos, pero distingo claramente la calle que hay en frente de mí.
«¿Debería salir?»
Como si me hubiera leído la mente, Sangwoo me da un pequeño empujón para animarme.
Trato de dar un paso, pero mis pies parecen pegados al suelo. Consigo moverme lentamente, consciente de que no voy a poder volver atrás una vez que salga. Estoy a punto de apoyar la suela de mis viejas zapatillas en el porche. Unos segundos más. Solo unos malditos segundos más.
Tengo la sensación de que voy a perder mucho más de lo que ganaré dando este paso. Un presentimiento sobrecogedor que me dice que algo pasará.
Y ese algo...
Si me voy ahora, me daré cuenta de todo lo que ha pasado. Me daré cuenta de que soy un puto subnormal, un acosador, un masoquista, o lo que sea eso de lo que no termino de saber si soy o no.
¿Cómo lo llamaban? Ah... Sí, eso. Estocolmo.
Antes de que me de tiempo a dar un paso ahí fuera, Sangwoo me agarra por el brazo.
«¿Acaso quiere volver a despidirse?»
Me responde una voz completamente inesperada. Me giro despacio, y me encuentro con una sonrisa, mezclada con un rasgo de locura, en el rostro del rubio.
—¿A dónde crees que vas?
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Y... ¡Aparición estelar del verdadero Sangwoo maloso! 😎 ya le echaba de menos (? Aunque creo que muchos de vosotros le habéis cogido afecto al buen samaritano que era el otro Sangwoo.Al final, he elegido la opción B, seguir con la historia y cerrarla más adelante. No es que haya contado los votos, pero hay 0C, 1A y unos 6B.
Todavía no he dedicado el capitulo anterior, no he tenido tiempo. Cuando coja el portátil lo haré, lo juro :3
Estoy petada de exámenes~ encima tengo una audición y un concierto de piano. La fama bitches (? Mi primer concierto en una sala de concierto, con gente pagando money para verme. No termino de creérmelo (?
No sé que más decir por aquí. Tengo la regla. Duele, sangra... Ya sabéis, cosas de regla :v
Falta la parte del principio del cómic, pero se entiende igual xD
Votad y comentad :3
Xauu!~
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Freedom [Killing Stalking]
FanfictionEl único deseo de Yoon Bum es escapar del hogar de Sangwoo, pero está muy confundido. En algunos momentos, siente por el chico rubio lo que solía sentir antes del secuestro, y se odia a sí mismo por ello. Fanfic yaoi de Killing Stalking (ks) :D Así...