Mi odioso compañero de piso [JIKOOK] [EDITADO]

Capítulo: 31

[JIMIN]

Me sentía muy molesto luego de descubrir la verdad, aquel bastardo había planeado todo, y sólo para su maldita diversión.

—¿Dónde está Kookie? — pregunté al no verlo en la cabaña.

—Salió detrás de ti, JiMin— contestó TaeHyung mientras dejaba de abrazar a Hope. Al parecer ya habían arreglado las cosas.

—¿Salió detrás de mí? — pregunté volteando a ver hacia afuera, donde la puerta estaba abierta.

—Chicos— habló Eun entrando a la habitación y yo le dirigí una mirada amenazante —Problemas—

—¿Qué ocurrió? — preguntó DongHae, entrando detrás de él.

—Bueno... estaba jugando con Kookie y se asustó y salió corriendo— soltó con un deje de inocencia.

—¿Jugando? — preguntó Hae alzando una ceja —¿Clase de juego?, Eun—

—No es momento para esto, hay que encontrar al niño—

—¿Que le hiciste al niño? — preguntó Hae alzando la voz.

—Sólo le hice una broma, ¿sí?, estaba molestándolo, esperando a que llegases, pensé que me buscarías, pero de pronto me pateó las pelotas y huyó—

¿Huyó?... Kuko sólo huye cuando...

Comencé a sentir la rabia recorrer mi cuerpo, y momentos después me encontraba sobre Eun dándole de a puñetazos en su rostro, no tardaron en separarme de él, para mi desagrado.

—O-oye no lo he violado ni nada, sólo toque su pierna porque dijo que odiaba que lo tocasen—

La ira otra vez apareció en mí, había tocado a mi pequeño.

—JiMin, lo mejor es buscar a Kook— propuso Hope separándome de Eun junto con Nam, y yo de mala gana asentí.

Salimos al bosque oscuro, y mientras íbamos hacia Eun, había señalado por donde mi Kookie huyó. No aguanté por lo que comencé a correr y adelantarme del grupo, sólo quería encontrar a mi pequeño.

Llegué finalmente a una residencia abandonada luego de al menos de una hora de correr, no lo pensé ni dos veces y entré.

—Kookie— lo llamé elevando mi voz —Kookie, ¿estás aquí? —

Seguí caminando en busca de Kook, y aunque el lugar era espeluznante no me detuve.

¿Dónde estará?

Me adentré a la cocina de uno de los pisos.

En ese momento cuando pasaba a un lado de la mesa, algo de debajo de ella, agarró mi tobillo y con un grito de horror pateé esa cosa.

—Ay, mi nariz—

No necesitaba más luz para reconocerle, era su voz, era Kookie. Me agaché para abrazarle fuertemente.

—¿Me rompes la nariz y luego me abrazas? — preguntó molesto.

—Estaba preocupado idiota, ya creía que tendríamos que llamar a la policía, los bomberos, lo guardabosques, para encontrarte—

—Que exagerado— murmuró recargando su cabeza en mi hombro.

—No exagero—

—Creí que estarías con Eun—

—¿..? — me separé para verlo interrogante, con la poca luz que entraba por la ventana.

—Aunque pelearan allí, él no fue enserio contigo, y además tenía tu olor— dijo sin verme a los ojos, yo inmediatamente sujeté su barbilla y lo besé.