Mi odioso compañero de piso [JIKOOK] [EDITADO]

Capítulo: 39

[JUNGKOOK]

Tragué saliva al llegar.

Mi padre se encontraba con una expresión en su rostro que creo haber visto jamás. El hombre más alto que yo se encontraba parado en medio de la sala observando con obvio disgusto su alrededor.

Y Suga... bueno mi hermano se encontraba desnudo, durmiendo sobre el sofá. Ni siquiera preguntaré porque no está vestido.

Quise acercarme y despertar a mi hermano, pero la fulminante mirada de mi padre no me lo permitió.

No me sorprendió que ni siquiera me preguntara cuando llegué de EEUU. Sé que todo lo que tiene respecto a mí, no le interesa.

—YoonGi— llamó esa prepotente voz.

Mi hermano hizo un gesto de molestia mientras tapaba sus oídos.

—Duele— se quejó, era obvio que tenía resaca.

—¿Por qué? — preguntó la voz de mi padre, en ella pude sentir decepción —¿Por qué hiciste esto? —

Suga intentó acomodarse en el sofá, pero luego de soltar un gemido de dolor, se quedó recostado.

—No me quiero casar— pronunció el moreno tratando de sonar firma —Sino hacia algo como esto, tú sólo me tomarías como un niño estúpido y me obligarías de igual forma—

Cuando observé que mi padre iba empezar una gran discusión, me encaminé a la cocina, ya que no quería escucharlos.

Al llegar a la cocina, para mi sorpresa me encontré al rubio teñido, Zico.

—¿Qué hace aun aquí? — pregunté inquietó.

—Cuando tu padre se encontraba abriendo la puerta me desperté, y me vine a esconder aquí— soltó mientras de la nevera agarraba una soda en lata.

—¿Esa no es ropa de mi hermano? — pregunté observando la remera que ayer tenía mi hermano.

—Sip— respondió casual.

Yo ladeé la cabeza. ¿Acaso él y Suga....?

Ante mi cara de desconcierto y de no tanto desconcierto, ya que medio sabía que había pasado, Zico rio.

—Sí, tu hermano cojeará por algunos días, al parecer igual que tu— dijo divertido y yo me avergoncé, no creí que se notara tanto.

—Mejor cierra la boca, estúpido— gruñí molesto, mientras abría la nevera.

No debía sorprenderme que esta estuviese vacía.

—¿Y cómo te fue con tu noviecito? — preguntó curioso y yo me encogí de hombros, causando que se pusiese serio.

—Eso parece malo. ¿Acaso hizo algo que no te gustó?, ¿te violó? —

Me avergoncé de que hiciese esas preguntas demasiado serio, ya que tendría que responderle serio también.

—No...— dije en un suspiro —Lo hicimos, me gustó mucho, hace tiempo que lo esperaba...—

—¿Pero? —

—En la mañana quería que estuviese más conmigo, que me mimara más, pero luego de tres besos de mierda, y se fue— me quejé y Zico soltó una carcajada.

—¿Eso es lo que te disgusta? — preguntó divertido, y yo lo observé alzando una ceja

—Mi culo no es lo único que esta sensible ¿sabes?, mis sentimientos también. Es mucho pedir que alborotara mi cabello, que me dijera un montón de cosas linda y me chillara que no se quería ir— hice puchero.