Mi odioso compañero de piso [JIKOOK] [EDITADO]

Capítulo: 38

[JUNGKOOK]

Sentí su lengua moverse con libertad, dentro de mi boca, mientras que sujetaba mi nuca, haciéndome sentir tan lleno, me gustaba como se sentía cuando JiMin tomaba el control.

No supe cuánto tiempo nos mantuvimos así, pero cuando nos separamos por oxígenos, nos observamos a los ojos, mientras nuestras agitadas respiraciones colisionaban entre sí.

—Te amo— sentí una fuerte necesidad de decírselo —Te amo—

—También te amo, bebé— dijo sonriéndome y se acercó a dejar un suave y cálido beso en mis labios.

Cuando se separó, se deslizó hacia mi cuello, a dejar besos húmedos, succionarlo, mientras de a poco se posicionaba sobre mí, mientras yo hacía mi cabeza hacia atrás, sintiendo ese estremecimiento placentero que me hacía gemir, a la vez que mis manos recorrían su duro y musculo abdomen, subían hacía su torso, hombros, y terminaban en sus fuertes brazos.

JiMin se alejó de mi cuello y luego de sujetar mi mejilla, se acercó a besarme hambrientamente de nuevo; nuestras lenguas jugaban y nuestras salivas se volvían una, mientras él dejaba caer su peso sobre mí, apretándome, dejándome sentir su dura erección. Con tal cercanía con el cuerpo de JiMin, no tarde en sentir mi cuerpo caliente, más que nada mi entrepierna, donde rápidamente apareció una erección, y siendo apretada contra la de JiMin, sacándome un pequeño gemido.

Por un momento, cuando nos separamos, con un impulso de mi parte, cambiamos de posición, y uniendo nuestros labios nuevamente, comencé a tomar el control del beso, no era de la intensidad que los de JiMin, era más calmo, mientras succionaba y mordisqueaba sus labios suavemente y luego de un rato probando sus carnosos labios, invadí su boca con mi lengua, y comenzamos a pelear por dominio del beso con JiMin, que al parecer quería subir la intensidad.

Al romper con el beso, me dirigí a atacar su cuello, a marcar lo que ahora era mío, sacándole algunos suspiros, mientras sentía como JiMin, adentraba sus manos en mi remera y acariciaba suavemente mi espalda, descendía suavemente por ella, estremeciéndome, hasta que estas llegaron hasta mi trasero, al cual masajeó, mientras comenzaba a frotarnos lentamente haciéndome gemir en su cuello.

No aguantado más, y estando seguro de la cantidad de chupones que le había hecho en todo el cuello, volví a dirigirme a los labios de JiMin, que a pesar de que yo comencé teniendo el control, él me lo robo, volviendo a subir la intensidad, haciéndome sentir atrapado por sus labios, y envuelto en su calor, su aroma, su esencia, que ni siquiera supe cuando nuestras posiciones habían cambiado y él terminó sobre mí, atrapándome, aprisionándome bajo su cuerpo.

Gemidos de placer y de queja, cada vez más fuertes, comenzaron a escapar en el beso, desde mi garganta, a causa de la brusca fricción que causaba JiMin entre nuestras entrepiernas, y a causa de la necesidad que comenzaba a surgir en mí, de tener más contacto.

JiMin luego de varios gruñidos acompañando mis gemidos, cortó el beso y apartándose un poco, no tardó en quitar del medio la manta que nos separaba, y volvió a atacar mi boca, dominantemente, mientras nuevamente me atrapaba bajo su cuerpo.

Atrapado en el beso, mis manos recorrían la espalda de JiMin, sintiendo sus duros músculos, haciéndome sentir ansioso.

Cuando rompimos el beso, yo mantuve un rato, con mis ojos cerrados, recuperando el aliento, y cuando los abrí levemente, vi a JiMin observándome con una penetrante y oscura mirada.

—¿JiMin? — balbuceé curioso, y él mordiendo su labio inferior, se apartó de mí y quitó la remera que llevaba. Luego de hacerlo, se acercó a mi cuello, y descendió con su lengua, llegó a uno de mis pezones, el cual comenzó a succionar y mordisquear, mientras sus dedos se mantenían acariciando mi abdomen.