Mi odioso compañero de piso [JIKOOK] [EDITADO]

Capítulo: 34

[JIMIN]

Hacia unos días que no sabía nada sobre JungKook, iba a su piso, pero no estaba, iba a su oficina y nada, ni atendía mis llamadas tampoco.

—Oye, JiMin— saludó Suga cuando abrí la puerta de mi piso.

—¿Otra vez acá? — solté de malas, pero ignorándome él sólo me hizo a un lado y entró —¿Qué pasa? — pregunté mientras regresaba a tirarme sobre el sofá.

—Para la fiesta, ¿crees que mejor colocó luces de neón? — preguntó entusiasta.

—¿Por qué estás tan emocionado por esa estúpida fiesta? — pregunté algo fastidiado.

—Vamos, que organizaré la fiesta del siglo, y le destruiré toda la casa a mi padre, y le diré que no pienso casarme con nadie—

—Que imprudente eres—

—Lo sé. Tú no deberías quejarte tanto, porque luego de unas copas podrías hacer que Kook te diga cuanto le gustas—

—No quiero que este ebrio, quiero que se me confiese de buena forma—

—Si lo ves posible adelante— soltó burlón.

—Sólo tendría que presionarlo un poco—

—Lo que digas—

—Aunque me preocupa que hace unos días que no lo veo—

—Kook es así, nunca nadie sabe en dónde anda, siempre se va, y al único que le dice es a mi padre, el cual es como una tumba para que hable—

—¿No se llevan mal?, ¿por qué le dice a tu padre? —

—...Yo creo que Kook dice que lo odia, pero no es así, mi padre es prepotente, pero nunca le hizo algo malo a Kookie, como se tratan creo que es su mutua forma de expresar su extraño amor—

—¿Y cómo es eso que nunca se sabe en dónde anda? —

—Pues cuando se mudó a ese edificio estudiantil estuve como 2 meses sin saber de él hasta que contraté a alguien para que lo rastreara. En vacaciones de verano todos los años se iba a Noruega y yo ni enterado que lo hacía, hasta que gastó aquella exagera cantidad en un hospital, en el verano pasado—

—¿Crees que este nuevamente en Noruega? — pregunté, pero él se encogió de hombros.

—Ni idea, Kook es muy impredecible—

—Eso pienso también—

—...Quizás se encerró a recapacitar como te dirá que le gustas— dijo dudoso.

—¿Eso crees? —

—Cuando fuimos al terapeuta el admitió que le gustabas, pues la verdad sólo le falta un empujoncito para que te lo confiese—

—Estás raro— solté —Hace dos segundos decías que para que Kook hable debe estar ebrio y ahora me apoyas—

—Simplemente he cambiado de opinión—

—Y a todo esto tú ¿desde cuándo ayudas a tu hermano? Esto de que quieres que se confiese...—

—¿Realmente es tan raro? — preguntó el rubio y yo asentí —Solamente maduré, dudo que eso sea raro—

—Yo no te veo como una persona que simplemente madure—

—Sólo... me gusta alguien— murmuró dirigiendo su vista a la ventana.

—¿Quién? — pregunté curioso.

—No te importa— soltó sonrojado.

—¿Soy yo? Porque si soy yo te largas, no quiero que Kookie se piense cosas que no son—

—Por supuesto que no eres tú—

—Entonces ¿quién? —

—No importa si lo sabes o no, o si esa persona lo sabe, no hay mucho que hacer, mejor dicho, nada—

—Pero si quieres hacer esa fiesta para evitar casarte, eso sig...—

—No significa nada Jimeno, no significa nada. Sólo no me quiero casar y punto—

—¿Esa persona está casada ya?, ¿o algo por lo que no quieras decirle tus sentimientos? —

—Algo así—

Sus respuestas sólo me daban más ganas de saber quién era aquella persona.

—Regresando a Kookie— habló —Espera unos días a que aparezca, si no lo hace contrataré a alguien que lo encuentre—

Yo asentí con la cabeza.

.

Otra vez la rutina, sesión de fotos, donde un montón de mujeres me miraban de forma provocadora, luego se amontonaban a mí alrededor esperando que me fuese con algunas de ellas a tener sexo.

Yo sólo pasaba por a su lado evitándolas, parecía que más difícil el objetivo más insistente son, porque ahora incluso aparecían con ropa provocativa, lo único que me causaba era repugnancia.

Vi a un moreno a lo lejos.

—Suga— llamé, y el volteó a verme.

—Enano— saludó, pero yo lo fulminé con la mirada.

—El único que puede llamarme así es mi conejo, tú ni te atrevas—

—Bien, bien— dijo divertido —¿Y ya sabes algo del Kuko? — preguntó, y yo preocupado, negué con la cabeza, y el ahora moreno, suspiró.

Ya hacía días que JungKook ni siquiera respondía una llamada.

—Quizás debería intentar hablar con mi padre— propuso YoonGi y asentí con la cabeza.

El moreno caminó por unos corredores mientras yo lo seguía, unos pasos detrás, hasta que llegamos a una gran oficina, donde entre detrás de Suga. Allí el moreno le preguntó por Kook, pero su padre negaba decirle.

—Por favor, díganos donde esta JungKook— pedí interrumpiendo en la oficina.

—¿Eres amigo de mi hijo? — preguntó.

—Soy amigo de sus ambos hijos— dije.

—Si eres tan amigo de JungKook, que te diga él donde esta—

—Me gusta, JungKook me gusta— dije, atrayendo la penetrante mirada de mi suegro, lo que me puso nervioso —No sé qué piense usted sobre la homosexualidad, pero JungKookie corresponde mis sentimientos, y estoy seguro que huyó porque teme que lo rechacé o algo. Por favor dígame a donde se fue Kook—

—¿Seguro que no asustaste a Kook y huyó de ti por qué lo acosabas? — preguntó ese hombre serio.

—No padre, yo estaba allí cuando JungKookie confesó que si le gustaba JiMin—

—¿Ah sí? — el hombre volvió su vista hacia sus papeles, ignorándonos —No me importan sus romances y mierdas, de mi parte no diré dónde está. Es mi última palabra—

Y sin más con YoonGi salimos de allí.

.

Estaba realmente preocupado, ninguno de nuestros amigos sabía dónde se había metido, mi JungKookie. Incluso había pasado año nuevo con mi familia, preocupado en donde mierda podría estar él.

—Se los juro, estoy de los nervios— dije mientras caminaba de un lado a otro en mi sala.

—Ya aparecerá— soltó NamJoon, despreocupado.

—Llevo dos semanas sin saber nada de él— exclamé exaltado.

—Quizás está de vacaciones— dijo Hope.

—O lo raptaron los alíen— soltó TaeHyung.

—O quizás es sólo una señal de que debería olvidarlo— murmuré mirando la nueve que caía desde mi ventana.

Mi pecho dolía, este dolor apareció desde que JungKook comenzó a evitarme, hacia unas semanas, pero ahora el dolor era más intenso y angustiante.

Me enamoré de una persona difícil, y difícil va a ser siempre, quizás lo mejor sea...