Capitulo 103

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Capitulos finales

—Las puertas están abiertas, y no veo ningún centinela —dijo Nick—. ¿Crees que será una trampa?

Zayn se encogió de hombros, con expresión sombría. 

—Trampa o no, voy a entrar.

Los MacArthur habían llegado al castillo de Wem y, ocultos por las densas arboledas, se habían separado en dos grupos. Zayn y Nick iban al frente de la tropa principal, que se dirigía por el bosque hacia la entrada de Weem. Dugie y Jamie encabezaban un grupo más pequeño que había rodeado el castillo para localizar la puerta falsa.

—Dugie ya debe de haber llegado a su puesto –dijo Nick.

Zayn asintió. 

—Esta vez Menzies no tendrá escapatoria. Lo único que siento es no poder matarle dos veces.

Zayn desenvainó la espada y la alzó en el aire para dar la señal a sus hombres. Luego espoleó su caballo. Empuñando sus espadas, los guerreros MacArthur le siguieron. Al abandonar el refugio protector de la espesura, se hicieron vulnerables a un ataque con flechas, pero nadie parecía defender el castillo de Weem.

Los MacArthur se acercaban cada vez más, y sin embargo todo permanecía extraña y misteriosamente silencioso. Ni un alma apareció para enfrentarse a ellos. Aquel castillo era una fortaleza fantasma.

—Esto no me gusta —susurró Nick nerviosamente cuando llegaban a la puerta—. Algo va mal. Deja que nuestros hombres entren primero.

—_______ ( TN ) es mi esposa.

Con su hermano a su lado, Zayn entró en el castillo. No sucedió nada. Mientras avanzaban por el patio, de repente algo pasó como un rayo entre sus caballos.

—¡Sly! —exclamó Nick en un audible susurro.

Los labios de Zayn se tensaron en una sonrisa.

—El muy bribón nos ha seguido.

Deteniendo su caballo, Zayn recorrió el patio interior con la mirada. ¿Dónde estaba Menzies? ¿Y dónde estaban ______ ( TN ) y Demi?

El conde de Dunridge desmontó. Los guerreros MacArthur le imitaron, aunque de mala gana, pues no les cabía duda de que estaban a punto de ser atacados. Ahogados sonidos furtivos les alertaron pero no eran más que los hombres de Dugie que rodeaban el castillo desde la puerta trasera.

—No puedo creer lo que estoy viendo —le dijo Dugie a Zayn.

—Querrás decir lo que no estás viendo –corrigió Jamie—. Este lugar me pone carne de gallina.

Al oír aquellas palabras, más de un guerrero MacArthur se santiguó para mayor seguridad.

Con Zayn al frente, entraron en el vestíbulo principal de Weem. Sly, que había olfateado un leve rastro de olor familiar, pasó corriendo por delante de ellos y desapareció por una puerta. Sabía que ______ ( TN ) estaba allí, en alguna parte.

—¡Una bestia salvaje! —chilló una voz femenina.

Los MacArthur siguieron a Sly y de repente se encontraron en el gran salón. Estaba desierto, a excepción de dos criadas y el mayordomo del castillo, que exclamó:

—¡Un MacArthur!

—El MacArthur —gruñó Zayn, apuntándole con su espada —. ¿Dónde está tu señor?

—A—A—Aquí s—s—sólo hay cr—criados —tartamudeó el hombre —. El conde está de caza.

—¿De caza? —repitió Zayn , incrédulo—. ¿Esperas que crea que ha salido de caza y ha dejado Weem sin protección?

—Os juro que es verdad:

—Entréganos sus rehenes —ordenó Zayn.

—Yo no puedo nacer eso.

Los ojos de Zayn se entre cerraron amenazadoramente. Lanzó una mirada a Dugie y a Jamie, que agarraron al hombre por los brazos.

—Cortadle una mano —ordenó Zayn ferozmente.

—¡Mira! —gritó Nick, agachándose junto a Sly. Una prenda femenina colgaba de la boca del zorro.

Zayn la inspeccionó y se sintió aliviado al ver que no tenía rastros de sangre.

—_______ ( TN ) llevaba esta blusa —dijo con una expresión más amenazadora que la de Menzies cuando estaba furioso. Acercándose al mayordomo, gruñó—: Yo mismo se la cortaré.

—¡Esperad! —gritó el sirviente, con la cara desencajada de horror—. Las damas no están aquí.

—¿Dónde están, pues?

—No lo sé exactamente. El conde hizo que se desnudaran y salieran del castillo. Las está cazando para divertirse.

—Así es, señor —confirmó una de las mujeres—. El conde les dijo a sus hombres que podrían tener a las damas... ya sabéis a lo que me refiero. Seguramente los centinelas también querían participar y se unieron a la partida de caza.

Zayn soltó una maldición y salió a toda prisa del salón, con Sly pisándole los talones. Los guerreros MacArthur también le siguieron.

—Jamie —ordenó Zayn, deteniéndose en el patio—, tú y tus hombres quedaos aquí por si regresan. – Zayn cogió a Sly en brazos y, acercándoselo a la cara, le ordenó—: Encuentra a _______ ( TN ), Sly. Encuentra a _______ ( TN ).

El zorro salió disparado de sus brazos y cruzó el patio como, una flecha. Los MacArthur saltaron a sus caballos y le siguieron.

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