Cap.56

184 7 0
                                    

-Cuando le ponga las manos encima -juró Zayn enfurecido-, le daré la azotada más grande de su vida. Le dolerá tanto el trasero que no podrá sentarse en un mes.

Incapaz de contenerse, Magnus soltó una risita.

-Es testaruda, ¿verdad?

-Sí -respondió Zayn bruscamente-, pero pronto le pondré remedio. ¿Dónde está?

-Lo siento, primo, pero mi benefactora me hizo jurar que guardaría su secreto -Zayn gruñó y se abalanzó sobre Magnus, el cual levantó un brazo para protegerse del ataque-. Sin embargo -se apresuró a añadir-, debo decirte que _______ ( TN ) está demostrando sus infinitas cualidades en una taberna londinense llamada Royal Rooster. En Friday Street, para ser exactos.

-¿Una taberna? -exclamó Zayn , sorprendido. 

-Tu condesa está empleada como camarera -remató Magnus animadamente.

-¡La mataré!

Todos y cada uno de los hombres del clan MacArthur se mordieron los labios para contener la risa. El futuro conde de Dunridge había salido en busca de su pequeña inglesa, la cual le llevaba de cabeza, pero todos los caminos tienen un final. ¡Que Dios se apiadase de la muchacha, cuando Zayn por fin la encontrara!

-Jamie -ordenó Zayn -, escolta a lord Campbell hasta donde quiera que vaya y luego regresa a Dunridge y dile al conde que hemos localizado a mi esposa.

-No necesito guardaespaldas - protestó Magnus.

-Insisto, primo. Si te dejara seguir tu camino solo y ocurriese algo, Argyll no me lo perdonaría. Recuerda, Magnus, que si no tienes un heredero, el liderazgo del clan Campbell pasará de nuevo a mí y los míos.

-Pues a ti te será muy difícil engendrar un heredero ¬-replicó Magnus-, si tu esposa se dedica a huir a lugares desconocidos.

-No te olvides de Nick -contraatacó Zayn -. El hecho de ser un cabeza de chorlito no afecta a su virilidad.

Magnus rió.

-Cuando recuperes a tu esposa -dijo, estrechando la mano de Zayn -, pasaos por Edimburgo. La corte está a punto de convertirse en un lugar muy interesante.

Los MacArthur montaron en sus caballos y partieron hacia el sur. Magnus les observó y comprendió que su proyecto de casarse con ______ ( TN ) había terminado. Ningún hombre de honor mataría a su primo para casarse con la viuda. Encogiéndose de hombros, Magnus se quitó aquel sueño de la cabeza. «Quizá durante mi estancia en Edimburgo le eche un vistazo a la hija de Huntly», se dijo.

Vestidos a la manera inglesa, Zayn y Dugie entraron en el bullicioso comedor de la taberna Royal Rooster. Un torbellino de sonidos y olores invadieron sus sentidos a modo de recibimiento: innumerables voces, sonoras carcajadas, carne asada, delicioso estofado, y bebida a raudales.

Zayn recorrió la estancia con la mirada y descubrió dos cosas: que ______ ( TN ) no estaba a la vista y que casi todos los clientes de la taberna eran hombres. Aquello no le gustó. Con la intención de observar sin ser observados, los dos escoceses se sentaron a una mesa que había junto a la pared, en el extremo más alejado del mostrador y la cocina.

A su izquierda había una mesa repleta de jóvenes que tenían aspecto de hijos de ricos comerciantes. Una camarera rubia, desaliñada y coloradota, les sonreía.

-¿Qué les pongo? -ronroneó Lil.

-Queremos que nos sirva la chica pelirroja -contestó uno de ellos.

-Está ocupada -dijo Lil secamente-. Tendrán que contentarse conmigo.

Zayn sintió un pinchazo en los oídos al escuchar aquello. Sus intensos ojos negros atravesaron al descarado bribón que habla pedido los servicios de ______ ( TN ). Era obvio que el muchacho no pensaba sólo en la cena. Zayn maldijo a su esposa para sus adentros. Probablemente terminaría la noche batiéndose en duelo con todos los tipos libidinosos que hubiese entre la clientela.

Tres hombres con aspecto presumido, suntuosamente vestidos, entraron en la taberna y se sentaron a la mesa que había a la derecha de los MacArthur.

-No la veo por ninguna parte -anunció uno de ellos, estirando el cuello para observar mejor.

-Se llama _______ ( TN ) -dijo otro-. Una de sus compañeras la llamó así.

-Un nombre único para... -comentó el tercero.

-Para un trozo de carne único y de primera calidad -terminó el segundo. Sus compañeros rieron.

-Sí -asintió el primero-. Me encantaría probar su lomo.

To loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora