La gente no cree en más en los cuentos de hadas, si no me lo crees presta atención que te lo voy a explicar mejor.
El día en el que me rompieron el corazón no lloré ni un poquito es más, ni siquiera sentí un nudo en la garganta como escriben mis escritores favoritos. Lo que sentí fue más bien horror, te lo explico mejor:
Ambos, Cris y yo estábamos a unos pasos de nuestros amigos en el receso y podía jurar que la situación parecía más algún tipo de juego de "Teléfono descompuesto" a una conversación privada. Ahí estamos los dos: Él, repitiendo nuestra ruptura con palabras bonitas y los otros recibiendo el catastrófico mensaje.
Delante de nosotros estaban su club de admiradoras especulando que era ese espectáculo que estábamos dando y a unos pasos nuestra perfecta del salón, mirándonos con ojo clínico mientras se susurraba con maestras de los demás salones. Tal vez te parezca una tonta pero no conoces el impacto que tiene Cristián en la escuela, él es "El príncipe" ¿Cómo no estar apanicada si su "Alteza real", estaba llorando mientras rompía conmigo?
– Lo siento tanto Isa.– Me dijo con sus ojos llenos de lágrimas, rojitos y húmedos. Parecía un cachorrito en busca de su mamá. – Me duele dejarte ir, pero ambos sabemos que nos lastimamos más juntos, quizá y en otras circunstancias no me rompería tanto el corazón decirte adiós.
Desde mi lugar pude ver a las niñas de primero suspirar al escuchar su taaan desgarradora confesión.
– Cris, yo... entiendo, pero en realidad no me has dicho porqué estás terminando conmigo.– Cristián parpadeó sorprendido, como si no comprendiera lo que estaba hablando, quizá debí entenderlo mejor después de todo, se había pasado casi ya veinte minutos pidiéndome perdón por dejarme ir, la verdad era que en ninguna de sus disculpas me aclaraba el porqué.
–¿No me... no me estás prestando atención?– Gimoteó, quise decirle la verdad, decirle que la que debía estar llorando era yo y que en efecto, me debía una explicación, pero cometí el error de observar a mi alrededor y darme cuanta de que en realidad estábamos llamando la atención de todos con mi novio -es decir- mi ex novio llorando como Magdalena, las miradas a mi dirección eran cuchillos apuntándome, así que tragué saliva nerviosamente antes de disculparme.
– No, Cris.– Intenté con la voz baja sin embargo, oí perfectamente el chismográfo corriendo, estaba quedando como el monstruo de la situación.– Es que no entiendo por qué rompes conmigo...
– Lo siento tanto pequeña.– Su alteza se limpió las lágrimas con la manga de su suéter y voy a hablar con la verdad, una parte de mi se perdió para siempre al mirarlo en ese estado, cualquiera le hubiese creído que le dolía dejarme.– Sé que te estoy rompiendo el corazón.
Más bien me estaba dejando en ridículo, pero Cristián Suárez había sido mi primer novio y mi más grande amor... Bueno, al menos por el momento. Así que sin remedio le di un abrazo tan fuerte (Quizá consolándome más a mi que a él) y le dije que iba a estar bien.
Sí... ¡Qué gran mentira!
Disney estaba tan equivocado, no había un felices para siempre, aún que eso tú lo sabes muy bien.
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Blue Royalty
Teen FictionLa gente no cree en los cuentos de hadas... y te voy a decir porqué.