Decir que me había enamorado de nuevo por una sonrisa, era decir mentiras pero decir que no sentía nada después de su recuerdo era una mentira aún más grande, lo iba a aceptar (A lo mejor no muy pronto) pero al menos algo era cierto: Tenía un nuevo crush.
-¿Así que cómo te la pasaste por tu cumpleaños, Chabe?- Me preguntó Diego desde el otro extremo de la mesa del comedor, parpadeé despertando de los recuerdos, Laura me miraba con cara de extrañeza y era obvio que mi cara de subnormal me delataba un poco, así que me mordí los labios tratando de reprimir una sonrisa.
- Bien, bien- Traté de quitarle importancia-, partí un pastel con mamá en uno de los restaurantes favoritos de las dos.
Diego asintió, en sus manos trataba de abrir un extraño plástico que envolvía su sándwich de desayuno. Laura miró a su amigo y luego a mí y con la sutileza que sólo ella sabe tener soltó de repente un suspiro largo.
-¿Y cómo se la pasó Adam?- Ojalá hubiera tenido alguna bebida para hacer la típica escena de escupir agua pero la única reacción que tuvieron de mí fue mi cara de idiota toda roja al ser descubierta.
-¿Qu...Qué?
Laura viró los ojos y Diego no pudo reprimir soltar una carcajada. ¿Recuerdan que era una manzana roja hace unos momentos? Bueno, ahora era un volcán.
-¿Cómo...
- Adam nos contó.- Dijo Laura, porque Diego seguía muerto de la risa a su lado.
-¿Les contó? ¿Cuándo...
-Tenemos un grupo de What's app- Respondió ella desbloqueando su celular y dejándome ver la pantalla, en ella había un grupo titulado "My bitches" Fruncí el ceño- Lo creó el imbécil de Diego.- Aclaró al verme el rostro.
-Ah.
-No pude crear mejor nombre en el mundo.- Dijo Diego ofendido, luego su mirada risueña me miró de nuevo, tuve que apartar la mirada.- ¿Así que... tú y Adam?...
-Fue casualidad...- Lo interrumpí bruscamente.- Sólo coincidimos en el hospital- por alguna extraña razón me sentí enojada de que Adam hubiese ido con el chisme y luego de repente, me di cuenta de que eso era absurdo quizá para mi nuestro encuentro había sido importante pero puede que este chico no le pareciera nada del otro mundo, me sentí decepcionada de mi misma al instante.
¿En serio debía importarme tanto esto? ¿Es qué acaso no llevaba muy poco de haber terminado con Cris y ahora iba yo a fijarme en alguien más? ¿Eso me hacía una...
-No vayas por ahí.- Me dijo Diego con un rostro serio que no le había visto antes.- Sé lo que estas pensando, no tienes que enojarte por sentir algo de nuevo. El que tengas un nuevo amor no te hace ninguna chica fácil...
-No tengo "un nuevo amor"- inflé la mejillas apenada por las palabras- ¡Y no pienso que soy una chica fácil!
Pero si lo había pensando y eso me hizo sentir el doble de mal ¿Por qué había pensado algo así? Quizá el hecho de que crecemos con el estigma de que una chica tiene prohibido amar, gustar o divertirse a su gusto después de terminar una relación en poco tiempo era mal visto, claro que si lo traspolamos en hombres la historia cambia.
- Pues me alegro que no pienses así. —Continuó mi amigo mientras abría un mensaje nuevo que le acababa de llegar al celular.- Por que no tiene nada de malo que te guste alguien más ¡Estas soltera Chabe, puedes hacer lo que quieras!
En teoría, tenía toda la razón del mundo pero cómo en ese momento, en el que mis ojos visualizaban al príncipe de la escuela, entrando con aquellos traidores que yo alguna vez había llamado amigos, a travesar la cafetería un apretón en mi corazón me dijo que no tenía que engañarme, la herida aún estaba fresca como para creer que había cerrado por completo.
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Blue Royalty
Teen FictionLa gente no cree en los cuentos de hadas... y te voy a decir porqué.