All You Had To Do Was Stay.

UNTIL DAWN

Si que las heridas curaban con el tiempo, ver a Edward ya no le dolía tanto, bueno, a veces cuando encontraba a Edward mirando a Amy sentía cosquillas en el pecho, y no de las lindas, automáticamente tenía que parar de mirar, no habían vuelto a hablar desde la noche en que él fue a su casa, Emily se preguntaba si seguía teniendo la intención de estudiar en Florida o si quería tanto a Amy como para quedarse en Chicago, espero que no.

-¿En qué estas pensando?-dijo Lily llegando al casillero de la morena.

- No pienso en nada Lil- Emily le aclaro y dirigió la mirada a su amiga, no pudo evitar enfocar sus ojos al grande crater que tenia encima del labio.

-Sé que es lo que estás mirando y aquí te digo, lo bueno de tener un novio de mucha confianza es que ya no te importan los granos mensuales- Lily aclaro- ¿No me ves? Estoy comiendo papas fritas ahora y no preocupándome por Philly .

- Genial Lily, pero de verdad no quiero que me cuentes más de tu grano.

-Alex le ha contado a Matt de tu recital de baile, ¿Qué otros secretos guardas?

-Ninguno - Emily rió- Sólo estaba avergonzada.

-Pues espero que estés más avergonzada cuando veas el cartel neón que tengo preparado para ti.

-No estarás hablando en serio- Dijo Emily en tono de suplica y a continuación la interrumpió el timbre

- Tengo que ir a clase-dijo la rubia ignorando la pregunta de su amiga- Solo te diré, no te distraigas con mi brillo.

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-¿Qué tienes en mente?- preguntó el ojiverde, Emily y Tyler habían salido algunas veces, más terapéutico que romántico, literalmente, Tyler le llevaba y recogía de terapia.

- Comida picante - Emily rió

- Estas obsesionada con eso 

- Tú lo iniciaste

-Ojala hubiera sabido antes lo adicta que serías y nunca te lo hubiera mostrado

- Eso me hace sentir extremadamente triste. 

- La terapia está funcionando no?

- Sí - la chica sonrió - Es como querer decir exactamente como te hace sentir algo, en el momento en el que lo sientes. 

- Eso es genial, tal vez deberías decírselo a tus amigos.

- ¿Estás cansando de traerme?

- Nunca, pero el poder decir como te sientes, empieza con tu circulo cercano.

- Tienes razón - la chica se quedo en silencio - Hey, esto se salió de control, pero al parecer todos están yendo a ver un baile mío el fin de semana, tal vez quisieras ir? 

- Por supuesto - él respondió feliz, mientras abría la puerta del local de alitas.