13.

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- Fernando está bien. -dice el doctor.- No pasó nada más allá del golpe. Perdió mucha sangre que ya se está recuperando. Mucho hielo para bajar la hinchazón. Hoy mismo tiene el alta a la noche. Va a poder entrenar tranquilamente y volver a jugar.

- Muchas gracias. -se aleja y camino hacia el pasillo dónde están todos los demás.

- Grande pa. -grita Pocho.- ¿Te pusieron de niñero?

Todos rien y solo niego con la cabeza.

- Voy a tomar algo con la nena. -digo y el Kun me entrega un bolso.

- Son las cosas de la beba.

- Acompañanos, dale. -digo y él asiente. Saludamos a todos y salimos a caminar.

- Vamos al restaurante de ahí en la esquina de en frente. -señala un lugar muy lindo vidriado en toda la esquina. Caminamos hacia allí y entramos. Elegimos una mesa del lado de los vidrios y llamamos al mozo, quién enseguida llega.

- Dos cafés y seis medialunas. -digo y se retira en busca de nuestros pedidos. Mientras charlamos con el Kun, siento a Anto en una de esas sillitas para bebé y busco una mamadera que se encuentra en el bolso, llena.

- Dásela a la nena. Pará, yo te ayudo. -agarra la mamadera y se la da a Anto, quién se enoja y empuja la leche haciéndola caer en la cara del Kun. Reímos y agarro a la nena a upa.

- Andá a lavarte la cara, dale.

- Bueno, bueno. -se va al baño.

Me quedo solo con la beba y miro a la ventana. Puedo ver un par de fotógrafos escondidos por ahí, la prensa. Enseguida levanto todas las cosas y voy en busca del Kun al baño.

- Kun.

- ¿Qué pasa?

- La prensa. Están en la puerta. Vamos rápido. Son re pesados a veces.

- Vamos. Yo abro camino.

- Dale. Yo le tapo la cara a Anto.

Seguimos el "plan" hasta llegar hasta el hospital, luego de pasar por un grupo de gente con cámaras y micrófonos. Entramos y nos dirigimos a la sala de espera.

- Lio. -dice Paulo apenas me ve.

- ¿Qué?

- ¿Me das a la nena?

- Ok... -me quedo confundido y se la entrego con su bolso.

- Me la pidió Fer. Vió las noticias. -niega con la cabeza y entra a la habitación.

"La prensa."

- ¿Puedo pasar? -digo empujando la puerta. Fer sin mirarme asiente.

Entro y me siento al lado de su cama. Está jugando con Anto.

- Permiso. -dice Paulo y se va.

- ¿Que pasó? -pregunto y mira a Anto, no a mí. Por fin sienta a Anto y me mira fijo.

- Fuiste con el Kun. -puedo notar los celos.- Y con MI hija.

Me acerco a él con la silla y le agarro la mano.

- Perdón. -solo digo eso y espero su respuesta. No me mira y abraza a Anto sobre su pecho, quién ya duerme.- Que lindo sos así.

- ¿Así cómo?

- Así... Cuidando a tu hija. Estando celoso. Va... Vos siempre sos lindo. -sonríe y me mira.

- Basta. No me dejás estar enojado. -sonrío.- Gracias.

OTRA VEZ - Lionel Messi y Fernando GagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora