Capítulo nueve.

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Adelaide.

-Dame un sándwich de pollo y un agua de manzana- le dijo al chico de lentes en la caja. -¿Tu qué quieres?

-Nada- dije tratando de sonar convincente. -Estoy bien.

-¿Segura?- preguntó extrañado, yo asentí. -¿Algo de beber por lo menos?

-¿Agua natural?- dije mirando al chico de lentes.

-De acuerdo- tecleó algo en su pantalla. Zayn sacó unos billetes de su cartera y se los dio.

-Gracias- musitó el moreno cuando el chico le dio el pedido. Caminamos hasta una mesa y nos sentamos.

Abrí la botella de agua y tomé, hasta dejarla a la mitad. -¿Quieres?- dijo ofreciéndome de su sándwich por educación, yo negué con la cabeza. Él le dio la primera mordida. Lo miré mientras comía.

Era precioso. Me encantaban sus pestañas negras y esa barbita que llevaba sobre su mentón. Sonreí. El levantó la mirada capturando la mía.

-Eres gracioso- susurré y sonreí más.

-¿Me vas a decir que tenías hoy?- deshice la sonrisa. -¿Llorabas por lo de tu madre?

-No- admití con dureza.

-¿Entonces?- insistió, no contesté- ¿Te golpeaste? ¿Te dijeron algo? ¿Te rompieron el corazón?

-No se puede romper mi corazón- susurré mirando la mesa.

-¿Nunca te han roto el corazón?- preguntó desconcertado.

-No- mentí.

-Eso es ridículo. A todos nos han roto el corazón alguna vez. ¿Cómo es que nadie ha roto el tuyo?- dijo retador.

-¿Cómo es posible romper algo que no existe?- contraataqué. Él me miró más que confundido. -Escucha Zayn, te agradezco que me hayas traído y que no hayas ido a tu casa para acompañarme, pero si algo en esta vida me gusta, es sufrir en silencio- el parpadeó.

-Pero no está bien. 

-Hola- volteamos ambos a la izquierda y ahí estaban los cinco chicos que me dieron el cigarrillo. -Olvidamos preguntar tu nombre linda- volteé hacia Zayn y él los miraba con un semblante duro.

-Me llamo Gloria- dije con voz ronca.

-Gloria- dijo sonriendo el chico con gorro-, ¿será posible que algún día pueda volver a contactarte para... hacer algo juntos?

-Pues, viene conmigo-dijo Zayn tomándome de la mano, lo miré confundida. -¿Nos vamos mi amor?- asentí extrañada. Ambos nos levantamos de la mesa.

-No mencionaste un novio- dijo el del gorro. Yo solo le sonreí y Zayn giró la mesa para llegar hasta mí y tomó mi mano. Les lanzó una mirada asesina y salimos juntos dándoles la espalda a los chicos.

-¿Ahora somos novios?- pregunté riendo mientras caminábamos a donde dejamos la moto.

-Que idiotas- mencionó sin darme explicación-, no entiendo porque consideró la idea de que saldrías con él.

-Tuve que coquetearle para conseguir el cigarro- el alzó las cejas.

-Bueno, ahora veo por qué se ilusionó- reí de nuevo. Me tendió el casco y subí para marcharnos de ahí.

 * 

-Gracias- dije sinceramente cuando me bajé de la moto.

-Perdón por dejarte aquí en el parque, pero no me dijiste donde es tu casa- dijo sonriendo de lado. Se veía muy lindo así.

-Está bien, de aquí sé llegar. Gracias Zayn- dije sonriendo.

-De nada, cuídate- lo despedí con la mano y él se fue.

Caminé hasta mi casa sola, estaba ya oscuro pero no tenía miedo. Sólo lograba pensar en los ojos de Zayn y esa sonrisa torcida. Parecía preocupado... por mí. El corazón me rebotó al considerar esa idea.

-¿Cómo alguien se puede preocupar por ti?- me detuve en seco al escuchar. -Si a nadie le importas, nadie te quiere- miré a todos lados. No otra vez.

Corrí para llegar más rápido a mi casa y evitar escuchar esa voz. Cuando llegué tuve que detenerme unos segundos detrás de la puerta antes de entrar para recuperar el aliento. Tenía miedo de que apareciera de nuevo la voz., pero tenía que calrmarme y fingir que nada pasaba.

Suspiré hondo y abrí la puerta. Entré con cuidado y fui a la sala. El televisor estaba prendido y Rodrigo estaba en el sillón roncando. Lo miré con asco.

Subí hasta mi cuarto y me quité los zapatos. Estaba cansada, necesitaba dormir.

Save me from myself. | Zayn Malik. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora