Save me from myself. | Zayn Malik. (En edición)

Mi padre.

55

Adelaide.

-¿Este lugar no es muy caro?- pregunté mirando hacia las mesas llenas con miles de cubiertos y copas de cristal fino. Zayn emitió una risita.

-Me lo puedo permitir- alcé las cejas, algo sorprendida.

-¿A sí?

-Conseguí un buen empleo.

-¿Puedo saber cuál?- Zayn sonrió de nuevo.

-Tráfico de drogas- la sangre abandonó mi rostro en menos de medio segundo. -¡Estoy jugando!- exclamó ahora riendo a carcajadas. –Trabajo con Robbie limpiando mesas los fines de semana.

-Demonios, Zayn. No hagas eso de nuevo- le di un pequeño golpe en la mano y el atrapó la mía plantándole un dulce beso en las yemas de mis dedos.

-¿Recuerdas la sorpresa que te mencioné?- yo asentí. –Quisiera dártela ahora mismo.

-Está bien- acepté.

Zayn metió su mano al bolsillo de su chaqueta y sacó un papel doblado. Lo deslizó por la mesa hasta mí y yo lo miré dudosa.

-Míralo- me animó.

Tomé el papel entre mis manos y pronto me di cuenta de su grosor. Era una fotografía. La desdoblé cuidadosamente dejando al descubierto la fotografía en blanco y negro que tenía en mi diario de mi padre.

-Zayn, ¿por qué me das la foto de mi papá?- el sonrió y con su cabeza señaló hacia su lado izquierdo.

Giré mi cabeza cuidadosamente y mi corazón se detuvo.

Parado a unos 7 metros de nuestra mesa, un señor de traje con ojos verdes y cabello algo canoso miraba hacia nosotros. El sonrió y sus ojos brillaron anunciando prontas lágrimas. Él comenzó a caminar hasta nuestra mesa.

-¿Papá?- susurré con la voz quebrada.

-Hola- una voz ronca se hizo paso a través de su boca. –Hola, Adelaide.

Giré a ver a Zayn y él me miró sonriendo. Sin poder evitarlo las lágrimas corrieron desbocadamente sobre mis mejillas. -¿En verdad eres tú? ¿Eres mi papá?

El señor asintió y yo me levanté de la silla y me arrojé a sus brazos, tomándolo un poco por sorpresa.

-Dios mío, no puedo creer que seas tú, mi pequeña Adelaide- sentí un calor en mi pecho inexplicable. De inmediato lo identifiqué como amor. Sentía amor por éste hombre desconocido. Era él. Era mi padre.

-¿Cómo…?

-Gracias a él- dijo mi padre mirando a Zayn.

-Disculpa si te lo pregunto pero es que no lo sé… ¿Cómo te llamas?- el sonrió y tomó mi mano.

-Gerald Hudson- yo reí incrédula. Recordé aquella vez en la que encontré un anillo grabado con “GH” en el joyero de mi madre.

-Siéntate- le pedí, y el tomó asiento a lado de ojitos y de mi. -¿Cómo lo encontraste?

-No fue fácil- admitió Zayn. –Primero tuve que ir a la escuela a solicitar una revisión de tus documentos, la cual me fue denegada. Después fui a hablar con tu madre y la engañé diciéndole que en el hospital psiquiátrico me habían pedido una copia de tu acta de nacimiento. Así que me la dio. Yo fui directo al registro civil y busqué algo sobre tu padre. Pude encontrar su teléfono y lo llamé.

Sonreí inmensamente y pronuncié un “gracias” con los labios. El me sonrió. -¿Por qué nunca supe de ti?- le pregunté ahora a mi padre. El tomó mi mano cariñosamente.

-Tu madre y yo nos divorciamos cuando tú tenías 6 meses de nacida. No éramos compatibles juntos y siempre peleábamos, yo no quería esa vida para ti. Ella no quería divorciarse pero tuvo que hacerlo. Me tomó un gran rencor, y me dijo que te alejaría de mí para siempre. Yo sabía que eso era imposible pues tenía que tener una parte de la custodia. El caso es que, antes de que tú nacieras yo tuve problemas de alcoholismo. Pero el día que tú naciste decidí dejarlo. Tu madre decidió tomar ventaja de esto y le presentó pruebas al fiscal el cual revocó toda custodia mía sobre ti. Ella se mudó a Londres pero yo no lo supe y no volví a saber de ti ni de ella.

El rencor llenó mi cuerpo. Mi madre me había escondido de mi padre por venganza. Solté una lágrima de rabia. Tanto me había hecho falta un padre. -¿Quieres decir que tu no vives aquí?

-Vivo en Bristol- yo asentí y suspiré.

-Estoy tan contenta de que estés aquí, conmigo. No sabes cuánto te necesité. Yo ni siquiera sabía tu nombre- el apretó un poco mi mano.

-Zayn me contó… todo- yo bajé la mirada algo avergonzada. –En tres semanas cumples la mayoría de edad. No tienes por qué seguir viviendo bajo el techo con esa señora. Te voy a llevar conmigo. Verás que te encantará Bristol. Es un lugar tranquilo, sereno, seremos muy felices ahí… -mi sonrisa creció en mi rostro.

Podré dejar todo en el pasado como siempre soñé. Podré dejar atrás a Natalia a Tyler a Louise, a todos. Empezaré de cero y construiré mi propia vida lejos de la mujer que tanto daño me hizo. Viviré con mi padre, tendré su cariño y su apoyo y todo de lo que mi madre me privó. La idea me hizo sonreír. Giré un poco la cabeza y me encontré con la mirada de ojitos. Gritaba tristeza, miraba con tristeza a mi padre. Después agachó la mirada.

¿Qué pasaría con Zayn y yo? Definitivamente el se quedaría en Londres, yo no le permitiría separarse de sus hermanas y su mamá para estar conmigo. La idea de él a kilómetros de mi rompió mi corazón.

-Papá- la sonrisa de él se extendió al escucharme decirle así por primera vez. –Nada me gustaría más que vivir contigo y olvidar todo lo que me ocurrió pero… -solté con cuidado la mano de mi padre y tomé la mano de Zayn, el me miró confundido. –Zayn es mi novio. Más que eso, es mi vida. Lo amo y no puedo concebir la idea de estar sin él.

-No, Adelaide- empezó ojitos-tú tienes que…

-El salvó mi vida. El me ayudó a quererme a mí misma. El me amó cuando nadie lo hacía… -sus ojos color miel brillaban. –No quiero dejarlo, el es mi presente y estoy segura. De que es mi futuro también.

HERMOSAS, EL PRÓXIMO CAPÍTULO ES EL ÚLTIMO. BUENO EL EPÍLOGO. :( SERÁ EMOTIVO, PREPAREN LOS PAÑUELOS. JIJI,, LAS AMO♥