Capítulo diecisiete.

10.7K 615 8
                                    

17

Adelaide.

-Escúchame Ade, linda, ya pasó, ya todo está bien ¿sí?- me dijo Zayn tranquilamente pero yo no podía controlar mi llanto histérico. Estaba más que asustada. -Tenemos que irnos, tengo que sacarte de aquí ven.

-No- chillé de inmediato. No quería que me soltara.

-Está bien Ade, estás bien. Mira, -apuntó a Rodrigo que estaba tirado en el suelo- ya no corres peligro, mírame -levanté la vista y lo miré directo a los ojos. Lo cual hizo que me tranquilizara un poco. -Necesitamos irnos ¿sí?- asentí. -Pero necesito que te calmes ¿sí?- yo asentí de nuevo.

-Sí- susurré. Él se quitó la chamarra que tenía y me ayudó a ponérmela. No tenía frío pero no importaba. Me pasó su brazo por los hombros ayudándome a caminar junto a él.

Estaba perdida, no sabía a dónde íbamos y estaba ausente, aunque él no hablaba. ¿Qué demonios acababa de pasar? Estaba muy asustada. Llegué a casa a las 5 y a las 6 apareció Rodrigo, más borracho que nunca, podría jurar que estaba drogado también. Él casi... casi me viola. Cerré los ojos.

¿Qué haría ahora? No podía decirle a mi madre, no me creería como en las otras ocasiones. Me trataría de mentirosa como siempre y mi mayor miedo era que algún día sí sucediera lo que hoy detuvo Zayn.

 Sin darme cuenta ya estábamos en la puerta de una casa y Zayn estaba abriéndola. -¿Dónde estamos?- pregunté confundida.

-En mi casa- dijo Zayn mientras abría la puerta y me dejaba pasar primero. El pasó detrás de mí y cerró la puerta de nuevo. -Ven- me llamó y me llevó hasta el sillón de su sala.

-Gracias- susurré- por sacarme de ahí.

-Te traeré una taza de té y un poco de hielo para tu labio- se levantó y se fue. Yo ni siquiera me había dado cuenta que estaba sangrando del labio.

Vi su casa, era linda. Me pregunté si no había nadie en ella. 

Después de cinco minutos el apareció y me alcanzó una taza. Tomé un sorbo del té, lo dejé a un lado y él me dio la bolsa con hielos. Me la puse directo en la boca pero me dolió bastante.

-Auch- me quejé.

-Dame eso- me arrebató la bolsa y él la puso lentamente en mi labio, no me dolió nada. -Tienes que hacerlo suave o te lastimarás más.

-Lo siento- susurré. Él miraba hacia mis labios haciendo lo suyo y yo miraba sus ojos. Definitivamente era lo que más me gustaba de él.

¿De dónde había salido Zayn cuando me rescató? -Zayn, ¿cómo me encontraste?

-Yo, bueno...- suspiró y se alejó un poco para verme bien- es que yo iba a tu casa para pedirte disculpas una vez más y llevarte… un regalo. Toqué varias veces y nadie salió pero la puerta estaba abierta así que entré para buscarte. Adelaide... ¿qué sucedió?- respiré hondo y los ojos se me pusieron llorosos al recordar.

-Yo... llegué de la escuela como a las 5 p.m., y a las 6 llegó Rodrigo...

-¿Ese señor... era Rodrigo?

-Sí.

-¿Y Rodrigo es...?

-Mi padrastro- el alzó las cejas y calló para dejarme continuar. -Supongo que había regresado de estar tomando con sus amigos. Siempre que está en casa está borracho, pero hoy estaba mucho más que otros días. Cuando está borracho intenta sobrepasarse conmigo, me dice cosas horribles pero yo... siempre lo pongo en su lugar. Esta vez cuando quise hacerlo el no me hizo caso y siguió acercándose y acercándose- cerré los ojos y una lágrima cayó de mi ojo derecho. -Lo empujé fuerte para que se alejara y eso lo molestó mucho. Me dio una bofetada, la más fuerte que me han dado en mi vida- mi voz se quebró. -Me tiró al suelo e intentó arrancarme la ropa. Estaba muy desesperada, él me decía las cosas más sucias y horribles que alguien me haya dicho. Yo gritaba y forcejeaba pero él era más fuerte  que yo... después, llegaste tú. En el momento perfecto- comencé a sollozar de nuevo.

-Tranquila- se acercó a mí y me abrazó fuerte. Yo escondí mi cara en su cuello mientras él me abrazaba.

 De no haber sido por él, quién sabe que me habría hecho Rodrigo.

No sé cuánto tiempo pasamos así. El abrazándome y yo llorando ahora en silencio. -¿Estás mejor?- preguntó y yo me separé asintiendo. -Adelaide, ahora... necesitamos ir con tu madre a decirle esto. ¿Donde está ella?- yo reí con sarcasmo. -¿Qué? ¿Qué pasa?

-¿Tú crees que no le he dicho las otras veces?- el pareció sorprendido. -La primera vez Rodrigo lo negó todo y mi mamá me trató de mentirosa y me castigó. Las demás veces que le dije no me creyó. El día de que me llevaste a las rampas hace dos semanas... estaba mal porque había discutido con ella de nuevo por eso. Nunca me cree.

- Qué ciega es tu madre- dijo algo enfadado. -Entonces iremos en estos momentos a denunciarlo- tomó mi mano dispuesto a levantarse.

-¿Estás loco?- exclamé. -¿No crees que Rodrigo lo puede negar todo de nuevo?

-Claro pero ahora tienes un testigo- replicó.

-¿Y? Eso no prueba nada. Y como solo fue un intento de violación no es nada 'grave'. Él me dejará como mentirosa y mi madre me llevará de nuevo a Estados Unidos como el año pasado.

-¿Qué pasó el año pasado? ¿Por qué te llevó allá?- preguntó curioso. No quería dejar a relucir todos mis demonios y mis sombras. No ahora.

-No puedo... decírtelo- dije mirando mis manos.

-¿Por qué?

-No es algo de lo que me sienta orgullosa y no quiero que salgas corriendo de mí. Como te dije eres mi único amigo- mencioné mirándolo de una manera muy sincera.  Agaché la mirada y el tomó mi mentón para levantarlo cuidadosamente.

-Adelaide no voy a juzgarte, nunca lo haría- su aliento tan cerca de mi me dejó plasmada.

-Cuando tenga el valor suficiente... lo haré- prometí.

-Bien- miró el reloj. -Ahora vamos arriba para que te bañes y cambies.

Save me from myself. | Zayn Malik. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora