Salida.

8.5K 580 20
                                    

54

Zayn

Me miré en el espejo por tercera vez, acomodando la chaqueta color beige que colgaba sobre mis hombros. Había escogido muy cuidadosamente el atuendo que usaría hoy desde hace un día atrás y sinceramente no recuerdo cuando fue la última vez que hice eso por una chica. Tampoco es que Adelaide era solo una chica.

Ella era especial. Todo lo que necesitaba y quería. Sin ser lo que buscaba terminó siendo más de lo que siempre quise.

-Me voy mamá- avisé bajando las escaleras con paso apresurado.

-Salúdame a Ade, dile que pronto pase por aquí para saludarla- yo asentí sonriendo y ella me despidió con la mano mientras salía por la puerta.

Di marcha al coche de mi madre y comencé a andar por las calles.

El clima hoy en Londres era extrañamente distinto a lo que encierra la palabra normalidad. En lugar de un cielo nublado y leve llovizna acompañada de algo de niebla, hoy el cielo estaba despejado con un poco de rayos de sol pero sin llegar al punto de ser caluroso. Esto solo hizo que mi humor mejorara si eso se podía.

Giré en la segunda avenida y me detuve en una esquina.

-¿Cuánto por el ramo pequeño de girasoles?- le pregunté a la vendedora. Ella sostenía con ambas manos dos ramos de rosas. Pero eso es algo muy común. Ella merecía algo diferente.

-Tres dólares- respondió. Saqué mi billetera y le di el dinero. 

Eché a andar de nuevo el coche rogando porque no se maltrataran las flores en los quince minutos que tardaría en llegar.

Observé las grandes puertas de roble y timbré. Estas se abrieron y yo entré. Caminé directo a la recepción.

-¿Puedo ayudarte?- preguntó la señora con anteojos.

-Vengo a recoger a  Adelaide Hudson. Hoy es su día de salida- respondí sin ser capaz de ocultar la alegría que esas palabras me producían.

-Claro- dijo leyendo unas hojas en sus manos. –Toma asiento, ella viene en un segundo.

Torciendo la boca me senté en la sala de espera odiando esa palabra. No quería esperar. Quería correr hacia ella y estrecharla entre mis brazos y decirle lo orgulloso que estoy de ella y que quiero estar con ella durante toda mi vida.

-Gracias Joe- la voz más dulce se escuchó desde el pasillo. –Desde aquí yo puedo llevar las maletas.

Me levanté de mi asiento rápidamente y en el umbral donde terminaba el pasillo pude verla. Se veía aun mejor que la última vez que la vi hace tres semanas. Cabello café chocolate cayendo sobre sus hombros, pantalón de mezclilla y camisa blanca. Sus ojos verdes se encontraron con los míos. Por primera vez desde hace demasiado tiempo vi alegría y entusiasmo en ellos. Lucía feliz. Lucía tranquila.

La sonrisa más hermosa que vi se ensanchó sobre su rostro haciéndola lucir más hermosa aún.

-¡Zayn!- exclamó con entusiasmo. Dos segundos después yo estaba abrazándola y ella a mí.

Era tan pequeña que sentía la necesidad de separarla del suelo para que estuviera completamente a salvo en mis brazos. Después de unos segundos la bajé y besé su frente fervientemente.

-Estás aquí-dijo sonriendo.

-Te dije que vendría- respondí igual con una sonrisa. –Te traje estas.

Tomé las flores del asiento y se las mostré. Ella formó una “o” con sus labios luciendo jodidamente adorable.

-¡Son hermosas!- las tomó y olió. –Gracias. No debiste molestarte.

-No es molestia, lo sabes- tomé su mano y con la otra tomé una de sus maletas. -¿Lista?

-Más que nunca- dijo dando un suspiro.

Ella se despidió de algunos enfermeros y enfermeras que veía y todos la despedían alegres. Todo mundo aquí le agradaba mi chica. ¿Pero cómo no? Si es completamente adorable. Al salir ella soltó mi mano.

-¿Y ese coche?

-Es de mi mamá. Me lo prestó- abrí la puerta del copiloto y ella entró al auto. Tomé ambas maletas y abrí la cajuela guardándolas dentro. Abrí la puerta del piloto y me adentré.

-¿Cómo vas con… el asunto de la comida?- pregunté cuidadosamente mientras arrancaba el coche. Ella dudó un poco y después suspiró.

-Ahora puedo terminar una porción completa- yo sonreí encantado. -¿Por qué?

-Quiero llevarte a comer a un lugar. Tengo una sorpresa para ti…

-¿Una sorpresa?- giré un segundo y ella alzaba las cejas. -¿A qué se debe?

-A que estoy muy orgulloso de que hayas superado todo esto… -tomé su mano y besé el torso de esta cuidadosamente- Y a que te amo, claro.

Holaaa, siento no haber actualizado en variod días, estuve un poco muy ocupada. Pero más en la tarde les subo otro capítulo, ¿shi? Las amo, gracias por los 20k leídos, besos.

Save me from myself. | Zayn Malik. (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora