Han pasado tres años desde aquel devastador accidente... tres años desde que Annie se alejo para siempre de la vida de Poncho.
Ahora, viviendo en lados opuestos de la costa, Anahi es una estrella en ascenso de Julliard y Alfonso es una sensación per...
"Te marchaste sin aviso... te busque y no estabas ya... el destino asi lo quiso..."
Nunca le dije a Annie cuánto extrañaba a Allan, siempre recuerdo cuando estábamos juntos, pero no hay manera de que le diga eso ahora. He perdido mi derecho a decirle esas cosas. He renunciado —o sido relevado— a mi silla en la mesa de la familia Puente.
—Sabes creo que tengo una foto de ellos de cuando vinieron la ultima vez. ¿Dónde está mi cartera? —Ella sube el bolso a la mesa.
—¡No quiero ver tus fotos! —mi voz es aguda como grietas en el hielo, y fuerte como un regaño de tus padres.
Annie deja de buscar.
—Oh, está bien. —Ella se mira castigada, frustrada. Cierra su bolso y lo deja en el cubículo, y en el proceso, tira mi botella de cerveza. Ella empieza a agarrar frenéticamente servilletas del dispensador para secar el derrame, como si fuera ácido de batería el que está en la mesa—. ¡Maldición! —dice.
—No hay problema.
—Lo es. Mirate esto es un gran desastre —dice Annie sin aliento.
—Tú tienes la mayoría de ella. Sólo llama a un mesero y él secará el resto.
Annie continúa limpiando maniáticamente hasta que ha vaciado el dispensador de las servilletas y ha usado cada producto de papel que hay en los alrededores. Ella vacía las servilletas mojadas y creo que va a quedarse sobre la mesa con su brazo desnudo, y estoy mirando todo, perplejo. Hasta que Annie se queda sin energía. Ella se detiene y agacha la cabeza. Luego me mira con esos ojos suyos.
—Lo siento.
Sé que lo mejor que puedo decir es que está bien, que no hay problema y que no me mojé con la cerveza. Pero de repente no sé si hemos estado hablando de cerveza, y si no estamos hablando de cerveza, Annie ha dado a conocer su disculpa...
¿Qué es lo que lamentas, Annie?
Incluso si me atreviera a preguntarle eso —lo que no puedo— ella está saliendo de la mesa y corre hacia al baño para limpiarse la cerveza.
Se ha ido por un momento, y mientras espero, el desorden que ha dejado en la mesa llega a lo más profundo de mí. Porque me he imaginado un montón de escenarios durante estos últimos tres años. La mayoría de las versiones muestran que esto es una clase de Gran Error, un gigante mal entendido. Y un montón de fantasías terminan en que Annie ruega por mi perdón. Disculpas por responder mi amor con la crueldad de su silencio. Por actuar como si esos dos años de vida —esos dos años de nuestras vidas— no significaran nada.
Pero siempre tuve que cortar la fantasía en que ella se disculpaba por irse. Porque incluso aunque ella no lo sepa, ella hizo justo lo que le dije que debería hacer... Seguir con su vida.
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