Capítulo 11

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N/A: Cuando vean ** ya saben que pueden poner la canción que les dejo en multimedia. Para las que no la puedan poner la canción es: San Francisco- 5 Seconds of Summer versión acústica. Disfruten el capítulo y no mueran en el proceso.

Taylor POV

-¡¡Levántate, Tay!! ¡¡Es el día!! ¡¡Es el día!!- los gritos chillones de mi hermana eran los que me estaban despertando y yo quería levantarme sólo para sacarle las cuerdas vocales, mi ánimo cuando me despertaban de esa manera no era muy bueno pero, ¿qué digo? Era pésimo, odiaba a todos y sólo hacía falta una mirada mía para que alguien cayera fulminado.

-¡¡Lárgate, Lucifer!!- grité con molestia y sentí que le daban una patada al colchón, sólo me movió un poco.

Giré mi cabeza peor que el exorcista y tragué con mis ojos al monstruo que tenía enfrente, mi hermana estaba con los brazos en su cintura sonriendo endemoniadamente. Le quitaré esa sonrisa de un puñetazo. Me levanté lentamente para darle oportunidad de que corriera, sabía que la alcanzaría rápidamente así que más le valía que saliera corriendo ahora.

-¡Hey chicas, tranquilas!- la voz pacifista del bicho interrumpe nuestra guerra de miradas.- Lucy, ve abajo a almorzar, ahorita vamos para allá.

Y como si mi hermana estuviera bajo un hechizo le sonrió al bicho y antes de que ella pudiera huir salí corriendo tras ella, Lucy gritó histéricamente y bajo las escaleras casi rodando, estuve casi por alcanzarla sólo que unos brazos me atraparon.

-Alto ahí, bichita.

-¡¡Suéltame, animal!! ¡¡Tengo que cortarle la garganta!!- replico intentando zafarme de sus brazos pero no lo logro.

-No amaneces muy bien en las mañanas ¿verdad? Auch- se queja riendo al recibir mi súper codazo.

-Si me sueltas prometo no ir tras ella- negocié y Ashton río.

-Si claro, y yo soy feo.

-Pues si lo eres- digo intentando no sonreír aunque fallo, gracias al cielo no ve.

-Dímelo a la cara, Tay- afloja un poco su agarre pero no me suelta aunque intento volver a zafarme, así que sólo me giro y elevo mi cara para poder verlo bien.

-Eres feo, Ashton- declaro con seguridad y sin mostrar sonrisa alguna ahora sí, tenía que verme muy creíble.

-¿Ah sí?- pregunta con diversión, sus hoyuelos se miran tan profundos que quiero meter mi dedo en ellos.

-Sí, demasiado- él sonríe más plenamente y en un dos por tres me encuentro sobre sus hombros, ni tiempo me da de gritarle que me baje porque él corre y al segundo siguiente ambos nos encontramos sobre mi cama, mi espalda está pegada al colchón y trato de levantarme antes que él pero no puedo pensar ni actuar en nada más ya que comienza con un ataque de cosquillas.

Mis carcajadas suenan fuerte por el ático y puedo asegurar que por toda la casa también, quiero gritar pero las palabras no me salen, las muy malditas se han ido cuando los dedos del bicho tocaron sin piedad mis pobres costillas y mi cintura. Mi risa parece la de una retrasada morsa con inicios de un ataque asmático.

-¡¡¡Bas....taaaa!!!- grito cuando por fin recuerdo cómo hablar y Ashton sólo ríe.

-¡Deja de ser amargada, Tay!- replica él mientras continua con su ataque. Asiento a pesar de no estar muy segura si me mira o no.- Di que soy guapo.

-¡¡Nunca!!- sus dedos aplican más presión en mis costillas y se mueven más velozmente. El aire comienza a faltarme.

-¡¡Dilo, Taylor!! ¿O acaso quieres morir de un ataque de risa?

Summer NightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora