Capítulo 1- No, mom, no.

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Era casi la media noche cuando me quede viendo la primera temporada de Skins en mi celular, me disponía a ver la segunda cuando ya me sentía vencido por el sueño, no me había fijado al reloj, así que no me di cuenta que hora era, probablemente me dormí cerca de las seis de la mañana. Trataba de dormir tranquilo y lo estaba logrando y digo "logrando" porque oí un camión parcando enfrente de mi casa llevándose asi todo mi sueño.

- Joder.- me tapé hasta la cabeza con mi manta de borreguitos.

¿A esta hora pasa la basura?, Que no joda. Esperé un rato mientras se callaba el camión después de 5 minutos de ese infierno, se detuvo, me tardé otro rato para otra vez conciliar de forma firme el sueño así que cuando ya me estaba cayendo en los brazos de Morfeo...
-¡Geraaaard!
Escucho la voz suave de mi mamá. Que no joda x2. La ignoré olímpicamente.
- Gerard!
Paciencia...
- Gerard!!!
- ¿¡Qué?!
¿Cómo alguien puede decir tantas veces el mismo nombre?
- ¿¡Que estás haciendo!?.- abrió la puerta de mi cuarto y la vi ponerse en forma de jarra y dedicarme una mirada enojada
- Durmiendo, que más.- dije obvio
- ¡¿Qué!? ¡No!, ¡Levántate!.- se acercó y me arrebato mis bonitas mantas de marca Vianney
- ¿Porque lo haría? ¡Son vacaciones!
- No me importa, sería el mismo apocalipsis y aún así no me importaría. Levántate de esa cama ya.- tiró mis mantas al suelo
- ¿Para que?.- Me puse en forma fetal tratando de que mi joven cuerpo de 14 años no sufriera frío siendo insuficiente. Bruja.
- Tienes que recibir a los nuevos vecinos.- cruzó sus brazos y me sonrió
-¿Y porque simplemente no mandas a Mikes? ¿Porqué yo?
-Porque eres el mayor además también irá contigo pero es solo para acompañarte.
-Genial, ¿cuándo llegaron?.- dije con fastidio
-Hace como una hora.
-No era el camión de basura?- fruncí el ceño
-No pasa hasta el miércoles, menso, hoy es lunes.
-Ah.- ya sabía eso...creo.
-Assh, ya apúrate, te quiero en cinco.- dijo con su dedo índice señalando el suelo para que al final saliera como entró.
Rendido, me paré de la cama y fuí directo al buró sacando solo una playera negra y un boxer después buscaría el pantalón.

-Hasta que te dignas a bajar.
-Sólo fueron quince minutos... Exagerada.- susurré lo último
-Que me dijiste?.- preguntó con voz elevada y cejas fruncidas
-Nada - respondí al instante
-Sólo siéntate Way y desayuna.- suspiró y se sentó.
Al otro lado de la mesa estaba Mikes, me senté a lado de él y sólo atiné a saludarlo
-Hola, Mikes
-Hola, gorda - comenzamos a desayunar.

-Y bien, ¿cuál es es plan? - dije dejando de lado la taza de café y el plato de cereal vacío
-Sólo irás a dejar esta tarta y ya.
-¿Y porque no vas tú?
-Porque ya fui, además tienen un hijo de casi tu edad.
-¿Y?, A mi eso no me impo...- no acabe la frase apenas y vi la cara macabra de mi progenitora.
-No me interesa ni me importa lo que digas, irás y punto.- sentenció mi madre, di un suspiro largo y esperé mientras ella iba por la tarta, cuando al final me la dio, literal me saco del comedor hacia la puerta.
- Eso te pasa por ser gorda.- se burló Mikey sentado en la sala.
En ese momento había dos opciones: uno: Decirle Dickface en mi defensa o dos: gritarle a mi mamá... Como​ buen hermano mayor y madurez alta, opté por la segunda
-¡Mamá! ¡Mikey me dijo gorda!.- grité a todo pulmón
-¡Mikey deja de molestar a tu hermano! Ahora por eso lo vas a acompañar!
-¿¡Que porque!?.- esta vez fue Mikey el que rezongó
-Ya me había arrepentido de enviarte con esta gorda pero como lo molestaste ahora vas.
-Mamá, ¿me dijiste gorda?.- ¿¡ERA ENSERIO!?, ¿Estoy tan gordo?
- Que más da. Vámonos ballena.- hizo una mueca y salió de la casa
-Patas chuecas
-Es mi insulto Favorito, y lo sabes.- Sonreí

Cuando llegamos a la casa, la cual literalmente estaba a lado de nosotros, toqué la puerta y esperamos. Cuando por fin se abrió nos dejó ver a una señora casi de la misma edad que nuestra madre.

-Hola, soy Gerard y el es mi hermano menor Mikey.
-Ah, hola, son hijos de Donna, ¿verdad ?.- preguntó
Asentimos al mismo tiempo.
-Le trajimos está tarta - dịjo esta vez Mikey señalando la tarta de frutos rojos que cargaba en mis brazos
-Que considerados.-sonrío-¿gustan pasar?
-¿Porque no?.- Ambos pasamos a la sala
Nos llevó a su sala y nos dijo que iría por su hijo. Mientras esperábamos pude observar un retrato en la mesita de café, mostraba una típica foto familiar en el bosque, me quede viendola fijamente y me concentré en en la persona mas joven de la foto. Tenía pelo castaño, piel bronceada, probablemente de baja estatura, una sonrisa amable y unos ojos...¿bonitos?, no, no eran bonitos más bien eran como interesantes, sí, interesantes, como si guardaran un obscuro secreto que jamás debe ser revelado era eso o ya habia leído demasiadas trilogías de Engelfors , además de que mostraba todo lo que una foto familiar debe tener un hijo, una mascota, una madre...un padre, un padre que me hace falta justo ahora. Sí, que sad.
- Ehh, ¿Gerard?- oi la voz de la señora, reaccione rápido de mi charla auto-reflexiva.
- Ah sí, ¿Qué paso?
-Bueno, te quiero presentar a mi hijo, es nuevo así que me gustaría que lo ayudaras conociendo el pueblo y tal vez seas su amigo.
- ¡Mamá!, No hagas eso, me haces parecer desesperado.- el chico, el cuál se caía de guapo, cruzó sus brazos y miro con fastidio a su mamá. Sonreí.
- Eso seria grandioso, solo si no lo presentará antes.
- ¡Mikey!.- ¿porqué no podía ser más educado?
- ¿ Qué? Yo solo digo.
- Está bien.- río la señora- Él es Frank.
Estire mi brazo para saludarlo.
- Es un gusto conocerte, Frank. Yo soy Gerard y el es mi hermano menor Mikey.- Tomó mano para terminar el saludo.
- Mucho gusto. Como ya dijo mi mamá, soy Frank- Y soltó mi mano con una mueca de casi asco, lo miré mal, nadie me hacía eso, ¿Quién se cree para despreciar mi mano de esa manera? Debía admitir que era llamativo y vaya que lo era, tenía baja estatura, aparte de que cargaba una pinta de punk pero con esa cara de ángel y eso ojos avellanas tipo "sufro de mamitis" no daba ni chills. Pero su postura derecha y su semblante serio daba mucho de que hablar. Y lo peor es que su actitud era pésima. ¿Comó lo aguanta su madre? No me cayó bien
- ¿Quieres salir un rato? Hay buen clima, podemos ir por un helado después. Si quieres.- se encogió de hombros Mikey.
- Me gustaría, pero hoy no puedo, necesito acomodar mi cuarto, bueno, la mayoría ¿Podría ser mañana?.- directo, demasiado directo para decir no.
- Claro ¿porque no?.- lo bueno es que a Mikey todo le vale verga y le dió igual su respuesta.
- Bien.- ahora hablé yo, ya me quería ir y más por eso patán llamado Frank- No tenemos que ir señora...- rayos, ¿cuál era su apellido? Creo que se dió cuenta porque me sonrió.
- Iero, hijo, pero mejor dime Linda, señora suena muy gastado.
- Está bien , Linda mañana pasamos por Frank.
- Eso sería genial.
- Sí, y suena mejor. - Rodo los ojos y agachó su mirada ¿Qué onda con su sarcasmo?
Nos dirigimos hacia la puerta para al fin despedirnos.
- ¡Hasta mañana, Linda!- gritó patas chuecas.- ¡Hasta mañana, Frank!
- Adiós.- Asco, nadie habla así de frío.
- ¡Hasta mañana!, ¡me saludas a tu mamá!.
- Claro.
Cerró su puerta y nosotros fuimos a tocar la nuestra. Mi mamá nos abrió, preguntándonos como nos había ido.
- Bien, la señora es agradable, pero su hijo es serio.
- ¿Serio? Es un amargado de primera.

- Para tí todo el mundo es amargado, diva.
- ¿Alguna vez me hablarás como una madre normal?
- ¿Alguna vez serás un hijo normal?
Se mamó.
- Mejor me voy a mi cuarto.
- A la gorda le gustó Frank, mamá.- dijo Mikey.
- ¿Enserio? ¿Tan rápido, Gorda?
-¡No es cierto!, ¡Eres un mentiroso y metiche Michael!
El hecho de que pensara que era guapo e interesante no confirma que me guste y sobretodo que me confirme que soy gay.
- Ya reina del drama, dinos la verdad. ¿Te gustó el nuevo vecino?
Rode los ojos y subí las escaleras. Le contesté desde el segundo piso.
-No, mamá, no.
Ni siquiera soy gay.

Fluoxetina. (F r e r a r d)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora