Capítulo 16.- Happy day

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Si hacemos cuentas, Frankie y yo nos conocimos en los días finales de Diciembre, para ser exactos el 27, ya habían pasado todas las fiestas navideñas.Así que todo Enero y mitad de Febrero fuimos solo amigos ya que en Febrero entramos a clases y una semana antes de entrar fue nuestro primer beso.

En Marzo 19 fue el dia que nos hicimos novios lo cual si ven son son casi 3 o 3 y medio de meses que llevamos juntos. Un tiempo demasiado corto, que al final a ambos nos vale chorizo porque nos queremos y eso es lo que vale.

Y el tan maldito 3 de Abril que fue cuando su papá vino a destruirle su corazoncito y seis días después es hoy, 9 de abril.

Hoy cumplía 15 años, y es el primero en donde tengo una tercera persona especial cantándome "Feliz cumpleaños " al pie de la cama. No puedo evitar sonreír mientras tallo mis ojos de la reciente luz mañanera.
¡Al fin tenía 15! ¡Ya soy un adolescente​, por fin me puedo hacer emo! Digo...¿que?

- ¡Feliz cumpleaños Gorda!
- Mama ¿no puedes ser menos agresiva al menos por hoy?
- Lo haría pero como soy tu madre hago lo que se me da la gana.
- Okey, no tengo opción.
- ¡Feliz cumple Gerard! ¡Ya eres grande!
- Gracias Mikey.
Y la tercera persona, ya saben quien es.
- Felicidades Gee.
Juro que su sonrisa es bellísima. Esto es perfecto pero sería más perfecto si mi novio me besara pero mi madre aun no lo sabe, mas bien ninguno de nuestras familias lo sabía, aún.
- Oye mamá ¿porque traes tu uniforme de trabajo?
- Me vas a matar
- ¿Eh?
- Hoy me toca doble turno, tengo que cubrir las horas de una compañera que faltó en la mañana.
- ¿Y Mikey?
- Tiene que ir donde su abuela.
- Espera...si Mikey va, yo debo ir. ¡Voy a ir con mi abuela!
- Eh sí.
- ¡Mamá eso no, me voy a aburrir cañón!
- Pues ni modo hijo, juro que te lo recompensaré.
- No puedo ir tengo escuela.- enserio esperaba que esto me salvara.
- Gorda ¡es sábado! Así que te levantas y te preparas que los voy a dejar.
- ¡Mamá no!
- Si quieres yo voy contigo.
Me callé abruptamente apenas oí la voz de mi novio.
- ¿Enserio?
- Claro, bueno si tu quieres así podríamos hacer algo para que tú y Mikey no se aburran.- me parece buena idea.
- ¡ Sí! ¿Mamá puede ir?
- ¿Y no me reclamarás por lo que resta mi vida?
- La mitad de tu vida.
- Uy que ofertón,pero cariño.- refiriéndose a Frank. - ¿Tu mamá estará de acuerdo?
- No se preocupe le dije que hoy era el cumple de Gee y me dio todo el día para festejarlo con él.
- Pues vamos.
Grite internamente y me apresure a cambiarme.

Ibamos ya en dirección a la casa del mi abuelita. Mikey y mi mamá iban delante, en la parte de atrás iba Frank y yo tomando nuestras manos mientras veíamos el paisaje de la carretera, tal vez íbamos pensando en cosas distintas pero sé que en esas cosas también estoy yo como él está en las mías.

Me ponía triste de que se fuera terminando la secundaria, terminábamos en julio osea en otros casi cuatro meses el se iría a un lugar que no odia pero no le gustaría ir. Así como llegó a mi vida también se irá. No siquiera sé si estaré en su cumpleaños número quince. Quito un momento mi vista de la ventana del auto admirando su perfil su pequeña nariz refleja los rayos del sol, y hace que sus ojos se vean más claros de lo que son, sus labios se ven de un color demasiado chillón, y su piel bronceada se veía perfecta, lisa. Su cabello castaño se veía rojo con la misma luz, volteó a verme, me sonrió y yo le sonreí, apreté su mano con fuerza el hizo lo mismo, conectando nuestros ojos como siempre lo habíamos hecho desde un principio.

- Gerard ya llegamos.
Escuché a mi mamá, rompiendo la conexión para verla a la cara.
- ah, claro mamá.- me sonrió bajándose del auto siguiendo a un flacucho que se echó a correr apenas y aparcó mamá.
Vimos como tocaba la puerta y ésta era abierta instantáneamente por una mujer con el cabello canoso y rostro arrugado. Me saludo a distancia.
- Tu abuela es muy bonita.
- Lo sé, de hecho mi mamá dice que ella es un retrato de mi abuelita pero más joven.
- ¿Enserio? Wow
- Espero y no te arrepientas de hacer venido.
- Por supuesto que no, quiero estar contigo.- y me besó, lo acerqué por la cadera siguiéndole el beso. Nos separamos algo agitados y al final decidimos ir con mi mamá para que no sospecharan nada.

La casa de mi abuela no era la gran cosa pero si era bastante impactante y grande.
Las paredes eran de un color beige y los muebles contrastaban con los muebles rústicos, los cuadros y fotografías llenaban las esquinas de cada pared de la casa, pero sobre todo tenía un jardín enorme, con un pasto oliendo siempre bien y un árbol llorón, un árbol que trajo cuando fue a Edo. de México. Su tronco era grueso y super alto, incluso cuando éramos pequeños la abuela nos construyó una casita del árbol pero después fue quitada por el abuelo, que en paz descanse, ya que ya no éramos tan niños. Pero seguía siendo mi lugar favorito.

- ¡Pero mírate muchacho, cuánto has crecido!
- Hola abuela.- me acerqué besándole la mejilla.
- Feliz cumpleaños, por cierto ¿quién es él?
Volteé a ver a Frank.
- Ah, él es Frank. Un amigo de mi escuela que me acompaño hoy.
- Mucho gusto señora.
- El gusto es mío, pero dime abuela que señora me hace sentir mal.
- Por supuesto abuela.
- ¿Ves? Se oye mejor. Pero bueno pasen que hizo una tarta de limón riquísima.
- Me gustaría quedarme pero debo ir a trabajar.
- Hay hija pues que te vaya bien.
Mi mamá se retiró, y la abuela nos llevo al comedor donde por segunda vez en el día me cantaron "feliz cumpleaños".

La abuela, que por cierto se llama Helena, tomaba la siesta junto a Mikey.
- Este lugar es hermoso.
- No tanto como tú.
- Oh, cállate.
Yo me dedicaba a enseñarle a mi Frankie el lugar de mi infancia.
- ¿Cuántos huesos te rompiste aquí?
- Ninguno de hecho fueron más dislocaciones y raspones, de hecho tengo una cicatriz en mi vientre de que me caí desde la punta del árbol y una rama se cruzó en mi camino.
- Auch.
- ¿Quieres ver?.- no le di tiempo de responder cuando me levanté la playera mostrando los siete puntos de sutura.
- ¡Gerard! ¡Bájate la playera, por dios!
- Como si no te gustará verme.
- Ya, por favor.- a este punto el ya estaba como un jitomate, yo solo me pude reír.
- Vale, pero mira te voy a mostrar algo.
Le tome de la mano llevándolo al árbol, invitándolo a subir a una rama nada alta, acomodándolo en la rama como si está fuera una cuna, poniéndome frente a él le sonreí, contemplándolo alzó sus brazos cruzándolos detrás de mi nuca, acercándome a él, para que pudiera besarme, de una forma un poco diferente a las anteriores, esta vez abrió un poco su boca dejándome en claro que quería un nivel diferente de beso, así que tímidamente metí mi lengua, saboreando lentamente su interior, él repitió la acción para terminarlo con una pequeña mordida en mis labios. Lo abracé correctamente por la espalda, al estar más cerca iniciamos un segundo beso más intenso.

- Te quiero, Gerard.
- Yo también te quiero, Frank.
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Lo prometido, aquí está.
Les recomiendo que escuchen la canción. Esta hermosa.

Fluoxetina. (F r e r a r d)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora