Capítulo 4.- We have adventures!

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Parte 1

Habían pasado dos días desde la vergüenza de Mikey y tres los días sin ver a Frank.

Se había enfermado por mi culpa el día siguiente de haber hecho locuras en el parque. Y fue tan épico. Les contaré

Después de que deje a Frank en su casa, llegue a la mía con la cola entre las patas, listo para recibir el regaño del siglo. Pues imagínese, salimos a las ocho y llegámos a las diez. No se rían de mí para un chico de 14 años es mucho tiempo. En fin, mi madre estaba en la sala viendo "The Big Bang Theory", y Mikey estaba dormido, bueno, estaba muerto sobre el sillón de dos plazas.
– Hola mamá.- dije tímido.- ya llegué.
– Hola Gee, ya vete a dormir y llévate a Mikey.- señaló a Mikey que ya estaba empezando a roncar, me sorprende como es que ese pequeño cuerpo produce sonidos tan altos, y sí, me refiero a todo tipo de sonidos.-  debe descansar para la práctica de mañana igual que tú, el partido de Mikey será dentro de cuatro días.
– Está bien pero mamá ¿No estás enojada?
– ¿Debería?
– Pues bueno , llegué tarde a casa y Mikey regresó solo y mañana hay práctica de básquet...
– Ya, Gerard. No estoy enojada, me gustó mucho que tú y Mikey...
– El burro por delante...
– ¿ Qué?
– Nada, sigue te escucho.
– Ash, bueno, te decía que me gustó mucho que Mikey y tú salgan de la casa en vacaciones, no me gustan que sean tan ermitaños.
– No somos ermitaños.
– Ay Gerard, esa no te la cree ni tu abuela.
– ¡Hey! con mi abuelita no te metas, además es tu mamá.
– Como digas, Gorda. Y por lo de llegar a esta hora no me preocupa. A tu edad yo ya tuviera novio, me preocuparía más de no quedar "como amigos" que llegar temprano a casa.

¿Qué verga?

– No me quiero ni imaginar que es lo que hacías cuando tenías mi edad.
– Nada importante, ya sabes, experimentando. Además estabas en la casa de a lado, ahí en la casa de Linda, te podía ver desde aquí.
– Enserio?
– Sip, mira, fíjate.

Mire hacia donde ella me dijo y era cierto la ventana que estaba en la sala se podía ver perfectamente la puerta de la casa de Frank , obviamente con las cortinas abiertas.

– A su puta madre es verdad.- si sintieran el dolor que yo sentí en ese instante, preferirían arrastrarse por el infierno, lamerle los pies a un demonio y vender tu alma a Satán a no sentir tu brazo, sentir un ardor recorrer tu músculo seguido de un picazón por tremendo puñetazo que mi mamá me dio.- ¡¿Porqué me pegaste!?.- me sobé el brazo, seguro mañana me sale un moretón.
– El hecho de que llegue a esta hora jovencito no le da el derecho ni la edad para decir groserías.
– ¡¿No era mejor decírmelo!?
– Sabes que siempre he sido espontánea.
– Más bien dramática y exagerada.
– Mira Gorda de quinta, no me hables así , toma a esta patas de alambre y vayanse a dormir.
– Bueno.
Tomé a Mikey cargándolo de mi hombro, y subiendo con pesar las escaleras hacia su habitación. Una vez llegué lo deje caer en seco en su cama. Salí y me metí en la mía.
– Mikey tiene un cuerpo engañoso, mi delicada espalda dolerá mañana.- me dirigí a mi cama y me acosté , la ventana que pegaba a la casa de Frank estaba abierta, debido a que la deje así en la tarde, la habitación tenía una temperatura templada que me encantaba.
– Pues es lo que pesan los huesos.
Santa María de la papaya, tensé todo mi cuerpo y con miedo fui volteando hacia la ventana, mi jodido corazón se quería salir de mi pecho. Para encontrarme con un niño de pequeño cuerpo.
– ¡Frank!
– ¿Quien más podría ser?
– No lo sé, un violador de niños, un asesino en serie, un secuestrador o que sé yo.
–  Ya dramática. Ni que estuvieras en American Horror Story.
– Ash, como sea , ¿que buscas? ¿A que se debe el espanto?
– Pues estoy aburrido, y ya me cansé de ver The Big Bang Theory, es un maratón y ya los vi todos.
– Cierto, mi madre también lo estaba viendo.
– ¿También los ve?
– Es como una chava ruca
– Ojalá mi mamá fuera así, así como tu mamá.
¿Cómo podía decir eso? Su mamá era completamente genial y le hacía honor a su nombre. En cambio la mía parece que es mi... mi mejor amiga, aunque si lo es, bueno, entienden el punto.
– Créeme que no quisieras, pero vamos, hablando de otro tema, ¿que haces en esa ventana?
– Es mi habitación.
Genial. No se porque dije eso, pero era genial.
– Oh, ¿y que pasa? ¿qué haces ahí?
–  Pues estaba aburrido así que entre a mi habitación y me acosté pero escuché a una Blanca Nieves quejándose del peso de su hermano y su espalda lastimada.- se burló Frank, ¡es que se los juro! Me espalda es frágil.- y me decidí a contestarle.
– Pero al menos llámame por mi nombre, idiota. Así sabré que eres tú y nadie más.
– Vale, oye, te propongo algo.
– Dime.
– Y si voy a tu casa , ahora, y te doy un masaje y después hacemos algo juntos.- me miro alzando una ceja y sonriendo ampliamente. Cómo recientemente me gustaba.
– Oh, Frank. Sería maravilloso pero tengo sueño y no me quiero desvelar más.
– Marica.
– ¿Qué?
– Que eres un marica, porque tienes sueño, ni que tu cara se fuera a arrugar.
– No es eso, pero enserio tengo sueño y mañana tengo práctica de básquet y eso.
– Vaya que desgracia y yo que quería invitarte a ver una película.- Frank puso un puchero junto a su cara de gato de Shrek.
– Frank, ven. Con esos ojos de Chihuahua no me puedo negar, pero ahora sí acepto el masaje. Después nos dormimos, ¿vale?
– Es lo que decía, Blanca Nieves.
– Bueno, déjalo así pero y ¿tu mamá?
– No te preocupes, ella ya está dormida
Asentí y vi como salía de la ventana y se bajaba por los tubos de la cañería que ahí se encontraba, bajo con agilidad para después hacer lo contrario en los tu tubos de mi casa.
– Aquí estoy ahora a checar esa espalda.
Otra vez asentí y me volví a acostar en el colchón. Sentí el peso de Frank sumarse y tomar mis hombros para darles pequeños movimientos en círculos que sus diminutas manos podía ofrecer.
– Te gusta?
– Sí, se siente rico.
Solo sonrió y creo que pasaron como cinco minutos cuando caí en los brazos de Morfeo sin siquiera decirle buenas noches a Frank.

– Gee, ya despierta.
No sabía qué hora era , solo vi por la ventana y vi que no pasaban de las 9 porque el clima estaba fresco. Me levanté solo del torso y ver quien me hablaba.
– ¿Frank?
– Ayer no vimos la película, y hoy quiero verla, vamos. Levántate.
– ¿Volviste a entrar por la ventana o te quedaste a dormir?
– La primera, ahora, ya afuera cobijas.- tomo mi manta de BORREGUITOS y los mandó a la puta. Eran mis mantas y con ellas nadie ese mete.
– ¡Oye no, son mis mantas porque las avientas...!
Ni me levanté de la cama me pare un poco más para verlo, cuando vi su mirada enfocada en algo, seguido la dirección de su mirada y descubrí que veía mis piernas desnudas con mis calcetines blancos. ¿Cuando me quite el pantalón?
– ¿¡ Qué rayos!? ¡yo no me quité el pantalón!
– Ah y-yo fui ayer, pensé que ibas a dormir incomodo por los pantalones así que te los saqué pero , dios, tus piernas son demasiado pálidas.
– ¡Deja de verme las piernas! ¡Violador!.- Frank se acercó con la intención de tocar mi muslo, le golpeé la mano y me hice bolita pegándome a la base de la cama.- No, ¡no me toques!
– Parecen como dos...dos dedos de queso.
– Oh vaya gracias por el halago.
Y de la nada se río.
– ¿De que te ríes animal?
– ¡Parecen piernas de pollo, de esas que venden en el supermercado!
– ¡Oye!
– Le haces honor a Blancanieves
– Ya déjame. Si no, te denuncio por quitarme los pantalones.
– Como digas, Piernas de pollo.
Me levanté, me puse unos pants negros, y sandalias.
– Vamos a ver la tan dichosa película.
Baje junto a Frank a la sala​ y noté que mi casa estaba vacía, no sabía porque hasta que recordé que hoy mi mamá iba a llevar a Mikey a la práctica, por lo que ahora sé que falté. Mañana me va a tocar castigo. Ah, no mañana es domingo. Me salvé.
– ¿Y Mikey?
–Salió con mamá regresan tal vez en la tarde, tiene que pasar a la tienda.
Nos dirigimos a la cocina.– ¿ya desayunaste?.- Frank negó y solo tome  dos platos y comimos algún cereal con leche. Ahora si íbamos a ver la película, nos acomodamos y reproducimos "Coraline", no teníamos ganas de cambiar la película así que nos quedamos viéndola.
– ¿De que trata la película?.- Frank parecía no entender, y yo no tenía ganas de contestar.
– Sepa la chingada.
– Ya me aburrí
– Tu querías ver la película así que te callas.
– ¡No! Hay que hacer otra cosa.
– ¿Cómo qué?
– Investigar tu casa. O no lo sé. De seguro tu papá tiene cosas interesantes por ahí.
– Mamá.
– ¿Mande?
– No tengo papá, solo mamá.
– ¿Porqué?
– No lo sé, mi mamá no nos habla mucho de ello, solo dice que cuando tenga más edad, me lo dirá y después a Mikey.
– Oh, lo siento. Yo también estoy igual.
No tengo papá.
– ¿Por?
– Larga historia. Ahora vamos a explorar tu casa
– Es una casa común y corriente ¿que puede esconder?
– Muchas cosas. Solo que hay que buscar un buen lugar.
– ¿Cómo cual?p.m.– ¿Tienes sótano?
– Si, pero no voy muy seguido, ¿porqué?
– Porque hoy, patas de leche, tendremos aventuras.
...
Unos toques finales xd

Fluoxetina. (F r e r a r d)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora