Capítulo 10.- Cheesy heart

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Pero no me besó.

Sólo me soltó bruscamente alejándome de él.

- Ahmm pues mejor hay que ir donde Mikey, ¿No?.- dijo mientras se levantaba y se sacudía la sudadera.

- Ah s-sí, ¿Me ayudas?

Estiré mía brazos para que me ayudara a levantarme, y en el acto entrelazamos nuestros dedos. Oh por dios. Se siente bien, con fuerza me impulsó hacia adelante, frente a frente.

Se que era demasiado rápido y se qué era demasiado chico pero no entendía lo que me hacía sentir.

Bajé mi mirada hacia el agarre, nuestras pieles eran de diferentes tonalidades, y él tenía las manos más chicas que yo, y estaba nervioso igual que yo. Nuestros dedos tenían un encaje perfecto, fui subiendo mi vista desde su brazo hasta su cuello, tenía un lunar justo en el medio.

- G-gee? ¿Qué pasa?
- Guarda silencio.

Deshice el agarre para pasar mis brazos en su cintura abrazándolo de una forma ajustada, su frente quedaba en mi pecho, maldito enano, siempre tan tierno. Sentí que Frank subía sus brazos por mi espalda deteniéndose en en mis hombros. Respiré en su cuello y para después recargar mi mandíbula en su frente haciendo que ya no esté en mi pecho, sube la mirada y yo la bajo. ( No es mi culpa que sea bajito). Y aquí vamos de nuevo, mirándonos, él está de un color carmín, aprieto más el abrazo, y él termina por enredar sus brazos a mi cuello, la distancia es nula unos cuantos centímetros para tener sus labios sobre los míos, unos cuantos centímetros para saber que saben, como son, como se sienten. No me había dado cuenta o tal vez nunca hice caso en las señales de que esas miradas significaban algo. Y ahora estamos en un parque, en la noche abrazándonos como si fuéramos algo más que amigos, algo más como, como novios*. Pero siento que es muy rápido, cuando de un momento a otro veo a Frank acercarse a mi rostro, su respiración es tibia y huele a dulces de limón. Yo también me acerco dejando que mis labios estén en la comisura de sus labios, el me besa...cerca de mis labios, un beso en mi comisura y yo solo bajo rápidamente mis labios hacia su cuello besando el lunar que desde el principio quise besar, su cuello realmente sabe bien.

- Vamos a casa , Frank.
- S-sí, vamos. Mikey debe estar esperándonos.

Sin separarnos demasiado lo vuelvo a tomar de las manos, entrelazando nuevamente nuestros dedos, por su altura mi hombro está un poco colgado , pero no me interesa en lo absoluto, me gusta estar así, así con él. Llevamos muy poco de conocernos, semanas diría yo pero es que desde el momento en que lo vi nuestros sentimientos siempre estuvieron ahí.

Aunque el viaje del parque a mi casa fue realmente corto, sin darme cuenta ya estábamos doblando la esquina de nuestra calle.

- Oye, ¿Quieres ir a mi casa?
Mi mamá creo que aún no llega.
- ¿Cómo sabes eso? Ni siquiera has llegado a tu casa.
- Porque desde aquí se ve su ventana, y si la luz no está prendida es porque no está.
- ¿Siempre la prende?
- Siempre, dice que es un trauma de niña que nunca pudo superar así que hasta el día de hoy lo sigue haciendo.
- Rayos, ¿Qué será? A que le tendrá miedo.
- Ni idea pero debe ser muy fuerte para que aún le afecte.
- De seguro es a la obscuridad.
- Un día le pregunto, ¿Vale?.
- Vale, y sí quiero ir a tu casa.
- Hasta ya se me había olvidado.- nos reímos juntos.
- Esto deja ver que tienes la memoria de un insecto.
- Ya, perdón.
- ¿Y Mikey?.- ¡Demonios! Se me había olvidado, mi plan era llevarlo y estar más junto a él, debo admitir que aún me siento muy bien así que aunque eso suena raro. ¡Por dios! Lo acabo de conocer.

- No te preocupes, estuvimos un buen rato en el parque ya debe estar dormido.
- Bueno.

Al fin llegamos a mi casa, saqué mis llaves y sí, así como lo suponía mamá no está.
-¿Porqué tu mamá casi no está?
- Trabaja en Walmart. Y los turnos son un asco, incluso a veces también tiene que trabajar los fines de semana. Muchas horas. Sólo está disponible cuando hay algo de la escuela, salud o básquetbol.
- Oh, Ya veo. ¿Practicas básquetbol? La única vez que te vi jugar fue esa vez en el parque.
- ¿En la vergüenza de Mikey?

Subimos directamente a mi habitación, nunca había deseado tanto que Mikey estuviera dormido.

Y gracias a Dios , si lo estaba.

- ¡Ah, que tierno!. Mira Gerard.
- Deja lo llevo a su cuarto.
Nos soltamos las manos, cargué a Mikey dejándolo ya cobijado en su cama. Regresé a Frank y este estaba en mi cama revisando su celular.

- ¿Que quieres hacer?
- Oye tú me invitaste, mejor dime tú qué vamos a hacer.
- No lo sé.- me le quede viendo fijamente, su nerviosismo había vuelto.
- Oh que buen plan.

La situación era incomoda, con lo del parque, y estando solos en mi casa, no mejoraba nada el caso.

- Gee.- me llamó cabizbajo.- ¿Qué significó lo del parque para ti? ¿Qué fue eso?.
- No lo sé, Frank.- alzó la mirada.- ¿Qué significó para ti?.
- Bueno, fue bonito...se sintió bien, y pues bueno...yo no sé. Me gustó.- volteó hacia otro lado con las mejillas sonrojadas.
- A mi también me gustó.- que vergüenza.- y pues ¿Quieres repetirlo?

Nunca sentí tanta vergüenza en decir algo, pero ¡Que le estaba pidiendo!.

- Yo... sí, sí quiero repetirlo.

Me acerqué poco a poco, tomándolo de los hombros.

- Frank.- tenía la mirada gacha.- Frank, Te quiero. No se de qué forma pero lo hago.
- Tal vez sea porque somos amigos, ¿No?.- la risita de bebé que se echó solo me puso más nervioso.

- Yo tampoco sé de qué forma pero también te quiero.

Lo acosté en la cama, poniéndome sobre él,  él puso sus manos en mis codos, hice que nos movierámos al centro de la cama. En inmediatamente le empecé a besar las mejillas bajando un poco a la parte de su jawline, tomándolo con un poco de fuerza de la cintura, el posó sus brazos en mi espalda, apretando mi playera, arrugándola, volví a verlo de la cara y está vez él me empezó a besar cerca de los labios, haciendo más apretado el abrazo. Nuestras piernas estaban cruzadas. Y nuestras respiraciones más aceleradas.

Hubo la ocasión en que nuestros labios se rozaron un momento, pero no llego a más.

A pesar de que ese "jugar a mi casa" fue un " toqueteo platónico" nunca nos besamos en los labios. Tal vez fue la vergüenza de ambos lo que no lo impidió.

- ¡Gorda, ya llegué!

O que mi mamá ya había llegado.

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Nuevo cap, por cierto es la única canción cursi de mi playlist asi que busquen la letra esta super cursi y bien en el próximo cap nuevos avisos.

Fluoxetina. (F r e r a r d)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora