Fluoxetina. (F r e r a r d)

Capítulo 7.- Lie to me

No había visto la hora, siquiera había tenido las ganas como para pararme del sillón y cobijar a Frank que yacía dormido del otro lado desde hace un rato, no podía dejar de pensar, sé que soy "pequeño" para cierto tipo de cosas que vengan de mi madre, pero al fin de cuentas es mi papá ¿no?, no creo que sería mala idea preguntarle después de algunos años.

No me siento engañado, pero tampoco me siento cómodo sabiendo que tengo un papá que mi mamá no nos quiere dar a conocer. Tampoco estoy enojado con ella, solo...incómodo. Sólo eso.

Escucho la puerta abrirse y veo a Mikey, esta todo sudado y lleno de raspones en la piernas y rodillas.

- ¿Otra vez te derrapaste?
- Era necesario sino no alcanzo el balón.
- Es basquétbol, no fútbol como para que te derrapes así.
- Is bisquitbil, ni fitbil.... ¡auch!.
- Te he dicho que te ves estúpido haciendo eso.
- Uy habla el maduro.
- Cállate.
- En fin me voy a bañar. Apesto demasiado.

Solo le asentí y lo vi correr escaleras arriba, tome atención al sonido de trastes en la cocina, me levanté y fui hacia allá. Tenia miedo, sinceramente creo que debería de irme ¿porqué que tal y si Frank esta en lo correcto?, no es tiempo. Siento latir mi corazón cada vez más.

- Hola, Gee.
- Hola, mamá.

Su cabello rubio descansaba sobre su hombro y quedaba estupendo en esa coleta, sus ojos parecían  brillar con las luces de la cocina, lucían cansados y unas ligeras ojeras amenazaban con salir de su base de maquillaje, siempre se lo había  dicho , no sabía  maquillarse, ¿cómo lo sabía? , Porque sí.

- ¿Tienes hambre?
­­- No mucha, Frank y yo comimos un montón de basura en el mediodía.
-¿Sigue aquí?
- Yep, Esta dormido en el sillón.- mamá voltea hacia él.
- No lo había visto, ¿Qué le pasó en el pie?
-  Se cayó del árbol del vecino.- mentí.
- Ya veo, bueno ¿quieres algo?
- No.
Me miró . Creo que me estaba observando detalladamente, su ceño se veia algo junto, estaba pensando. Creo que había actuado muy diferente.

- Estas muy serio, cariño. ¿Te sientes mal?
- No, estoy bien. Me siento bien.
- No me mientas.
- No lo hago. De verdad.
- Entonces porque estas así, no es normal que no me pidas comida o dinero. Y mas tu actitud de maduro.

Esbozé un sonrisa, sí que mi mamá era divertida

- Es sólo que... quería preguntarte algo
- ¿Es de vida o muerte?
- Bueno no es para tanto.
- Entonces no me importa.
- ¡ Mamá!
- Ay ya nenaza, cuéntame.
- ¿No te sientes sola?, ¿Estas bien así como estas?
- ¿Por qué me preguntas eso?
- Son detallitos nada más
- Pues sí. Me siento demasiado bien así.- se volteó a tomar la cacerola de la alacena y lo puso sobre la estufa.- ¿Alguna otra duda?

Tenía  ganas de decirle que sí, que quería saber quien era mi papá , porque tenía esas cosas allá en el sótano, ¿¡porqué no nos había dicho nada!?

- No, solo es eso.

Asintió y supuse que iba a cocinar así que decidí irme a mi habitación, y de paso despertar a Frank. Aún seguía en el sillón así que tomé  otro cojín  y se lo aventé a la cara con fuerza.

-Pero qué...

- Vamos a mi cuarto. Te platico allá.- avancé un poco.
- ¿Como quieres que camine? Te recuerdo que mi pie aún me duele un poco.-
-Perdón, no me acordaba.- Me acerqué y lo levanté , comencé a caminar con un atontado Frank en los hombros. Abrí la puerta y directamente me desparrame en mi cama junto a Frank. Este ultimo se recargo en mi cabecera. Se talló la cara con fuerza.

-¿Qué pasó?.- su voz salió ronca a causa de su reciente resucitación.
- Solo...nada. No pude preguntarle nada.
-¿ Y estás bien así?
- Por el momento sí. No quiero hablar de esto.- que contradictorio. Hace rato quería saber de todo y ahora no.

Sentí un movimiento en mi cama, me volteé y quedamos cerca, mirándonos de frente. 

-No estás solo, recuérdelo.
- Lo sé, gracias.
- Bien.- como pudo, se levantó de la cama y se estiró como un gato, como un gato muy sensual...digo ¿qué?.- piernas de leche, tengo hambre.

- Eres un gordo.
-Pero solo tuyo, baby.

Rodeé los ojos, ¿cómo es que no me cayó bien al principio?. Es genial.- Mi mamá esta preparando de comer, si quieres bajamos a ver.

- Vamos.- Salimos, estiró un brazo esperando a que lo tomará, lo tomé y fuimos directamente a la cocina viendo a Mikey de paso, acostado en el sillón donde antes estaba Frank. Viendo su tan codiciada serie "Star vs Las fuerzas del mal."

La cocina olía perfecta, una agradable tarta yacía en la barra, recien hecha.

- Mamá, Frank tiene hambre.
- ¿Qué tu perro tiene hambre?
- Madre, por dios no.- Face slap time.
- Divaza.
-Pues bueno, mientras me den de comer seré el animal que quiera, Donna.
- Pues la tarta es para la cena, y la comida aún no está. Pero en el jarrón azul hay galletas, puedes tomar una.
-Oh, gracias.
Instantáneamente Frank alcanzó el jarrón saliendo cojeando a la sala, sentándose con Mikey

- Quítate, tarado.
- ¿Qué te pasó en el pie?
- Me creí batman.- y empezó a comer.
 
- ¿Ya estás mejor?.- me dijo en un susurro, volteé a ver a mi mamá.
- Sí, no era nada. Enserio.- Acarició mi mejilla sonriéndome 
- Te quiero, Gerard. Nunca lo olvides.
- Claro que no, mamá. Yo también te quiero

Y me abrazó. Pero no por mucho tiempo...

- ¡MAMÁ, FRANK SE PUSO ROJO Y GORDO!.

Maldito Mikey.

Maldito Frank.
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