¿POR QUÉ YO? // REESCRIBIENDO

Capitulo 40

Me tumbo en la cama, esperando a que mi madre me llame para cenar, la ultima cena en esta casa.

No tarda en hacerlo, comemos en la cocina, en cima de la isla ya que no quedan muebles, no consigo acostumbrarme a lo vacío que esta todo, y lo silenciosa que está la casa, ya que apenas decimos nada en la cena.

Me vuelvo a mi habitación, lo único que queda es la cama, el escritorio esta vacío, y los libros y discos de las estanterías están en las cajas que hay en el comedor.

Me tumbo en la cama con la esperanza de que alguien llame a mi padre para comunicarle que nos quedamos, pero sé que eso no va a pasar, en cambio, alguien golpea la ventana y una sonrisa sale de inmediato en mi boca.

-En la parte de atrás hay una escalera, sube.- Veo como se dirige a la parte de atrás y no tardo en ir a la habitación de mi hermano.

-¿Me has echado de menos?- Dice justo al entrar plantando un beso en mis labios.

-Te mentiría si te dijera que no.- Me dirijo hacia mi habitación y él me sigue.

-Esto está demasiado vacío.- Dice cerrando la puerta a su espalda.

-Lo se, ¿Que haces aquí?- Digo sentándome en la cama.

-Me dijiste que tenía que olvidarte,pero no sin antes decirte que has sido, y eres mi más bonita casualidad. Y quizás esto es un adiós, pero quiero que sepas que he intentando ser el chico que mereces, y tal vez no lo haya conseguido, pero te he querido, te he querido como un príncipe quiere a su princesa, y olvidarte me va a costar mucho, pero si no lo dejamos aquí nos vamos a hacer daño, y ninguno quiere eso, así que lo mejor es olvidarte y dejarte vivir, no quiero atarte. Pero por favor, vive, no seas aburrida, sal, disfruta y vive la vida como la hemos vivido estos últimos meses.- Las lagrimas empiezan a caer por mis mejillas, a lo que él reacciona agachándose justo en frente mío y poniendo su mano en ellas, apartándome las lagrimas con el pulgar.-¿Sabes que te quiero,no?-No consigo que salga ni un misero "Si" por mi boca.

No hace falta que ninguno diga nada, sobrarían las palabras, pero ahí estamos uno en frente del otro, esperando a que alguno diga algo.

-Sabia que cambiarías mi vida desde el momento en el que me caí encima tuyo.- Es lo único que digo recibiendo una sonrisa por su parte. Me tumbo en la cama esperando a que el haga lo mismo, para poder acurrucarme en sus brazos.

-Te quiero.- Después de escuchar esto cierro los ojos, y rezo porque este momento no acabe nunca.

***

-Sarah, despierta.- Sonrío y no tardo en abrir los ojos, lo que provoca que mi sonrisa se desvanezca -Vístete, nos vamos.- Dice mi madre saliendo por la puerta.

Me levanto y intento buscar algún rastro de Joe, pero no hay nada de él, así que oficialmente esto se a acabado, por mucho que me duela ya sabia que lo nuestro no podría llegar muy lejos.
-Tu tampoco te quieres marchar ¿verdad?- Le digo a Fox como si me fuera a contestar después de haber pasado de él todo el verano.

Bajo las maletas por las escaleras con bastante dificultad y veo a mis padres esperando en el recibidor con sus maletas, miro a mi alrededor, ya no quedan cajas. -¿Y las cajas?-

-Se las han llevado ya los de la mudanza.- Responde mi padre abriendo la puerta. -¿Listas para empezar una nueva vida?- A lo que mi madre responde emocionada y yo no me molesto en contestar.

Al llegar al coche metemos al perro en el transportin del asiento trasero, ya que tendremos que dejarlo para que lo embarquen. Mi padre se dedica a ordenar el maletero de manera que quepan todas las maletas.

La cola no tarda mucho en despejarse y es todo tan rapido que cuando me quiero dar cuenta ya hemos dejado las maletas y a Fox.

-Podriamos tomarnos algo antes de pasar por el control de seguridad, al fin y al cabo aun queda una hora y media- Dice mi madre buscando un bar en el que poder desayunar, ya que debido a las prisas de esta mañana no pude hacerlo.

-Yo quiero...- No puedo acabar de hablar ya que alguien me interrumpe para pedir por mi.

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El final ya está escrito y en el fondo me duele acabar la historia pero todo tiene un final.