Me quedo en el umbral de la puerta de la cocina, observándolo con una pequeña sonrisa mientras él, despreocupado y cómodo en sus boxers negros, me ofrece una tostada y una pastilla.
—¿Y esto? —pregunto con una ceja arqueada, tratando de ocultar mi propia sorpresa ante lo doméstico del momento.
—El desayuno y la solución a nuestro dolor de cabeza —dice, llevándose él mismo una pastilla y un sorbo de agua.
Su tono ligero me arranca una sonrisa; es como si anoche nunca hubiese ocurrido y estuviéramos compartiendo una mañana cualquiera. Me acerco a la encimera y tomo la pastilla y la tostada de sus manos. Doy un mordisco mientras él se apoya contra la encimera, observándome con una expresión de complicidad en su rostro, como si compartiéramos un secreto.
—Gracias por el desayuno... y por esto. —le digo tragando la pastilla, intentando mantener el tono desenfadado.
Joe sonríe, algo que no esperaba ver después de lo que compartimos. Es un gesto sutil, pero por alguna razón, me hace sentir cómoda, como si estuviera exactamente donde debería esta
***
Joe me deja una calle antes de casa y espero a que se aleje antes de caminar hacia la puerta. Pero, antes de girar la llave, escucho el sonido de su moto, aún cerca, haciéndome saber que ha dado vueltas para asegurarse de que llegue bien. No puedo evitar sonreír un poco; es un detalle que no esperaba de él.
Al entrar a casa, me encuentro a mis padres en la cocina. Mi madre levanta la vista del desayuno y me observa con curiosidad.
—¿Qué tal te lo pasaste en casa de Nicole? —me pregunta, con una sonrisa que pretende ser casual.
—Bien —contesto con la mayor naturalidad posible, aunque aún siento el peso de la noche en mis hombros—.
—¿Has pensado en lo que comentamos? — Su mirada de compasión no ayuda.
— Necesito una ducha, luego hablamos Mamá— Subo a mi habitación, dejando el teléfono sobre el escritorio, y pongo música para disimular mis pensamientos.
Al cerrar la puerta del baño, dejo que el agua caliente me envuelva, borrando poco a poco las imágenes de la noche anterior y aclarando la mente. El ruido del agua ayuda a organizar lo que siento, y cuando salgo de la ducha, me siento un poco más tranquila, aunque las dudas no se han ido del todo.
Una vez en mi habitación, reviso el teléfono. Hay un par de mensajes. Primero, uno de Nicole.
"Oye, ¿podíamos quedar un rato? Necesito hablar contigo."
Frunzo el ceño; Nicole no suele ser tan directa ni misteriosa. Sin pensarlo demasiado, le contesto que sí.
El segundo mensaje es de Joe: me dice que irá a una carrera de motos con los chicos. Sonrío ligeramente, pero dejo el mensaje sin responder. Me da la sensación de que necesito un poco de espacio.
***
No tardo mucho en llegar a Corner café, donde veo a Nicole y Lauren sentadas ya con un café en la mesa. Ambas parecen pensativas. Cuando me acerco, la tensión en el aire se hace palpable. Lauren no tarda en interrogarme, su mirada una mezcla de curiosidad y desconfianza.
No tardo mucho en llegar al parque, donde veo a Nicole y Lauren sentadas en un banco bajo un árbol. Ambas parecen pensativas, con el viento jugando en sus cabellos. Cuando me acerco, la tensión en el aire se hace palpable. Lauren no tarda en interrogarme, su mirada una mezcla de curiosidad y desconfianza.
—¿Dónde te fuiste ayer? —me pregunta, sin rodeos.
Trago saliva, tratando de encontrar una respuesta sencilla que no suene evasiva. —Me fui con Joe —murmuro, agachando la cabeza y evitando su mirada.
Lauren levanta una ceja, claramente sorprendida. —¿Te fuiste con Joe en lugar de quedarte con Anthony? —Su tono se carga de reproche, como si me estuviera juzgando.
Busco a Nicole con la esperanza de que me saque de este interrogatorio incómodo, y parece entender mi necesidad. Después de una breve pausa, toma la iniciativa.
—Chicas, tengo que deciros algo —dice, su voz más seria de lo habitual. Ambas la miramos, expectantes. Ella suspira, preparándose para soltar una bomba—. Ayer, cuando tú te fuiste con Joe y yo estaba en la barra con Carlos y los demás chicos, Mike y yo empezamos a bailar. Iba un poco contenta... no sé cómo pasó, pero nos besamos. Y ahora no sé si debo llamarle o no.
El silencio que sigue es espeso, como si el aire se hubiera vuelto denso entre nosotras. Lauren se queda con la boca abierta, asimilando la noticia.
—¿Qué te has besado con Mike? —pregunta, con una mezcla de sorpresa y curiosidad.
Levanto las cejas, un poco confundida. —¿Quién es Mike? —mi voz suena casi incrédula.
—Mike, el nuevo amigo de tu novio —responde Lauren, forzando una sonrisa.
—Mira, parece que nos hemos pasado de bando —digo, incapaz de contener mi frustración—. Hace apenas dos meses nos reíamos de lo creídos que eran, y ahora tú estás o estabas con Carlos, y tú te besas con Mike. No es posible que hayamos cambiado tanto en tan poco tiempo.
Lauren se levanta del banco, poniéndose a la misma altura que yo. Su expresión es seria, pero su mirada refleja algo más. —Sarah, tú eres la primera que dice haberse enamorado de Joe. ¿Quién te dice que él no te va a dejar tirada en cuanto se canse de ti?
Sus palabras me golpean como una bofetada, y siento que la rabia comienza a florecer en mi interior. —Que Carlos haya hecho eso contigo no significa que Joe lo haga —digo, girándome para irme mientras escucho a Nicole murmurar, sorprendida.
Pero mis pies se detienen en el momento en que una pregunta más me atraviesa la mente. ¿Acaso no es cierto que he estado buscando una forma de huir de mis propios sentimientos? Me doy la vuelta, enfrentándolas de nuevo.
—¿Y qué si me enamoro de Joe? —replico, intentando que mi voz suene firme, aunque tiemblo por dentro. —Si eso es un riesgo, estoy dispuesta a correrlo. No puedo seguir huyendo como haces tú.
Nicole me mira, su expresión se suaviza. —No estamos diciendo que sea malo. Solo... cuídate, ¿vale?
—Lo haré —aseguro, sintiendo que mi determinación comienza a desvanecerse. Sin embargo, lo que dijo Lauren resuena en mi cabeza. La idea de que Joe pueda hacerme daño me asusta. Pero, ¿y si no es así?
Me despido de ellas, sintiendo un torbellino de emociones en mi interior.
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¿POR QUÉ YO? // REESCRIBIENDO
Fiksi RemajaSarah es una chica común, o al menos, eso es lo que ella cree. Joe, en cambio, es un chico que vive para la fiesta y no se preocupa por seguir las reglas. Todo cambia el día en que Joe se fija en ella. ¿Por qué ella? ¿Qué sucederá cuando dos almas t...