Capítulo 17.

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La música ha vuelto, las pláticas se han reiniciado, los niños han comenzado a jugar de nuevo, todos saben ahora las noticias pero han decidido que se preocuparán de eso después, sonrío, esto era una familia, realmente existían.

—¿Qué sucede? –la voz a mi lado me saca de mis pensamientos, niego.

—Es solo que.... Tu familia es...

—¿Rara?

—Especial –digo y lo miro, —me gusta –aseguro, una de las pequeñas con las que Alan estuvo jugando se acerca, ¿Nadia? ¿Nadine?.

—Nina –dice él como si leyera mi mente.

—Hola –saludo y ella sonríe, mira mi estómago y me mira a mí.

—¿Cuándo sea grande voy a tener uno igual? –Cuestiona y mira el suyo, —porque yo quiero uno así –asegura y Alan ríe, sonrío hacia la pequeña y miro a Alan.

—¿Tienes una pluma? –Cuestiono y frunce el ceño, revisa dentro de su saco y me pasa la pieza de metal elegante, miro de nuevo a la niña, —¿Qué es lo que te gusta? –pregunto y sonríe.

—Tienes cuadritos como mi tío –murmura y alzo una ceja mirando a Al, él niega y da un trago a su bebida.

—No habla de mí –asegura y río, sacudo la cabeza y miro a la pequeña.

—Levanta tu blusa hasta aquí –señalo su media pansa y obedece, destapo la pluma y comienzo a dibujar las rayas que he visto en mi esta mañana, la pequeña mira mi trabajo y después me mira a mí, se mira de nuevo y me doy cuenta de lo estúpido que ha sido eso, su madre lo verá y se molestará, abro la boca para pedirle que se acerque y poder limpiarlo pero ella grita, ¡mierda!, todos miran hacía nosotros, miro a Alan en busca de ayuda pero él sonríe y mira a la pequeña.

—¡TENGO CUADRITOS COMO LA NOVIA DE MI TÍO! –grita de nuevo llena de emoción y se gira mostrándoles a todos, la familia ríe y el brazo de Alan rodea mi cintura pegándome a él.

—Parece que ya hay un nuevo body model en la familia –se burla una voz frente a nosotros y levanto la mirada tensándome al instante, Marissa se había negado a presentarme a su madre pues "ese era trabajo de su hermano", y Alan había estado lo suficientemente ocupado un momento, y cuando él estuvo libre ella no, él se pone de pie a prisa y yo hago lo mismo con más lentitud y nerviosismo, la rodea en un abrazo y ella besa su mejilla, —creí que no tendría la oportunidad de saludarte hoy –señala y me mira, —aunque no te culparía por estar ocupado teniendo en cuenta tu compañía –sonríe y tiende su mano en mi dirección, —Soy Melissa cariño, la madre del increíblemente maleducado chico que no nos ha presentado –sonrío.

—Soy Emilia –respondo, negándome a mentirle, sus ojos me examinan fijamente y cuando encuentran lo que sea que buscaban mira de nuevo a su hijo, no dice nada, solo sonríe y me mira de nuevo.

—Bueno Emilia, espero poder verte pronto de nuevo –asegura, —ahora si no les importa, necesito conseguir que el pastel llegue a la mesa en buen estado –besa mi mejilla y después la de su hijo y entonces desaparece, miro a Alan que sigue mirando el lugar en donde su madre estuvo.

—Eso fue... rápido –digo y él me mira, parpadea y asiente.

—Sí que lo fue –concede.

~~~~~~

El cielo está oscuro cuando las personas comienzan a marcharse, todos pasan a despedirse y extender su invitación para visitarlos pronto, agradezco con educación y me despido asegurándoles que ha sido un placer, cuando la casa se encuentra casi sola Alan toma mi mano y me mete hacía donde sus padres, su tío Potter y la abuela se encuentran.

—Nosotros también tenemos que irnos –informa y su abuela protesta.

—Pero estaba por mostrarle a Em los álbumes familiares –dice abrazándome, después de ser nuevamente abandonada por Alan y sus sobrinos la mujer se había acercado a preguntar si yo era la chica, había respondido lo mismo que les dije a todos y ella había comenzado a reír, después de eso comenzó a presentarme a todo aquel que Marissa no había podido.

—Y es por eso que tenemos que irnos –dice él haciéndonos reír.

—Ha sido un verdadero placer conocerlos a todos –aseguro, —y verlo de nuevo –digo esto hacía su Tío.

—Ha sido una sorpresa agradable verlos aquí –responde él y mira a su sobrino, nuevamente no dice nada en voz alta, pero puedo decir por sus miradas que han mantenido una importante conversación.

—Buenas noches madre –dice cuando han terminado y se despide de ella, me acerco y beso sus mejillas.

—Espero poder verte de nuevo Em, dile a Alan que te lleve a casa pronto –me da un abrazo corto y sonrío sin responder, la mano de Alan se sitúa en mi espalda baja y lo miro, asiente en señal de "podemos irnos" y con un último "adiós" salimos de la casa, su auto está parado en la entrada esperando por nosotros, el mismo chico que abrió la puerta antes para mí lo hace ahora y susurra un "hasta luego" antes de retirarse, coloco el cinturón de seguridad y miro a Alam mientras arranca.

—Así que ya no alcanzarás el avión –dice y ruedo los ojos.

—No, definitivamente no –sonríe y asiente, —solo espero que aún haya habitaciones en algún hotel –murmuro y me mira confundido, —no voy a volver a casa –aseguro con rotundidad y sonríe.

—No pensaba llevarte allí –afirma, —pero tampoco te llevaré a un hotel.

—No hay vuelos tan tarde Alan, es inu...

—Vamos a ir a mi departamento –interrumpe y me tenso, él lo nota y niega, —tranquila, hay dos habitaciones disponibles, he sido yo el culpable de que perdieras el vuelo, no voy a llevarte a un hotel cuando hay dos camas enormes libres en casa –asegura y me mira, —no voy a escabullirme en tu habitación por la noche Em –agrega divertido y golpeo su hombro haciéndolo reír.

—Idiota –gruño sin poder evitar sonreír.

~~~~~~

Su "departamento" es más una casa en realidad, es muy varonil pero lo suficientemente grande para no sentirse incomodo, mi mirada recorre el espacio apreciando las pinturas abstractas en las paredes.

—¿demasiado? –cuestiona y niego.

—En realidad, creo que es perfecto –aseguro y sonríe complacido, se saca el saco y comienza a retirar su corbata, me tenso y él lo nota de nuevo, sonríe.

—Lo siento, es la costumbre –murmura deteniéndose y niego.

—Está bien, es tu casa –aseguro, miro alrededor y después me detengo, —mi maleta –me mira.

—Está en el coche –me recuerda y asiento.

—Necesito algo para dormir –explico y sonríe, asiente y toma nuevamente sus llaves.

—Iré por ella, ponte cómoda –se gira y desaparece, continuo mi expedición por la sala y me aventuro entre cada pintura colgada, escucho cuando regresa y como cierra la puerta, camina hacía lo que supongo es la cocina y regresa, todo lo hace en silencio dejándome admirar su arte.

—Esta es mi favorita –señalo una llena de colores, —me recuerda a un libro que leí hace tiempo, la complejidad de los trazos pero la sencillez de su figura –sonrío, —es hermosa.

—Si lo es –repite y me giro para mirarlo, él no observa la pintura, él me mira a mí.

||Bésame Alan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora