Capítulo 24.

8.2K 713 34
                                    

Nat me observa como si estuviera loca, como si una segunda cabeza hubiese crecido de mi nariz, definitivamente no me cree, y no puedo molestarme, porque ni siquiera yo puedo creerlo.

—De acuerdo, escucha, solo tenías que decirme que te arrepentiste de visitarnos en navidad y yo habría estado feliz, no tenías que inventarte esta historia –dice y suspiro.

—No es mentira Nat, realmente pasó eso –aseguro, —¿por qué habría de mentirte?

—Así que... lo que intentas decirme es que... si yo le pregunto a nuestro jefe si él y tu son oficialmente novios él dirá que si? –cuestiona y me encojo de hombros.

—Bueno... no sé si tenemos una etiqueta en concreto pero hemos estado pasando mucho tiempo juntos –digo y ella aprieta sus labios, mira hacía sus manos y después hacía mí.

—Escucha, Em –duda un momento, —no sé cuál juego sea esto pero... puede meterte en problemas, no puedes andar por allí diciendo que el jefe y tú están acostándose juntos cuando... -su voz se detiene de golpe y sus ojos se abren, no necesito mirar a mis espaldas para saber que Alan se encuentra justo allí.

—¿Así que eso es lo que está diciendo señorita Harris? –cuestiona con voz y semblante serio, muerdo mi labio para evitar reír pero no lo logro y noto como los suyos tiemblan intentando mantenerse serio.

—No, no es así, ella no ha dicho eso –protesta Nat alarmada, temerosa de que esto pueda poner mi trasero fuera de la empresa, Alan la mira y me mira a mí, después asiente.

—Me alegra saber eso, porque me gustaría más que dijeras que somos oficialmente una pareja, y no solo que nos estamos... visitando por las noches –su sonrisa finalmente aparece y se acerca a besar mis labios, escucho el grito ahogado de Nat justo después, —¿desayunamos juntos? –cuestiona separándose un poco y niego empujándolo lejos de mi espacio personal.

—Distancia, ¿recuerdas? –él rueda los ojos.

—No soy yo quien está ventilando nuestras noches a sus amigos cariño –dice y ruedo los ojos también haciéndole sonreír.

—No dije eso, solo dije que estábamos saliendo pero ella no me creía –corrijo y mira a Nat.

—Bueno, creo que ya ha quedado claro que no eres una mentirosa –dice divertido porque él sabe cómo inició todo y golpeo su hombro haciéndolo reír, su mano toma mi cadera y me empuja contra él besándome de nuevo, —salemos a las 2 –me guiña un ojo y se gira sin darme tiempo de protestar o negarme, cuando se encuentra fuera de mi oficina me giro para mirar a Nat que sigue mirándome como si una segunda cabeza me hubiese salido, suspiro y me dejo caer en la silla de nuevo.

—Ahora es el momento de ofrecerme una disculpa –digo y entonces grita de nuevo, sacudo la cabeza divertida observando cómo se reacomoda esperando por más información, —todo lo que te he dicho es lo que ha pasado, lo encontré en california y salimos un par de veces, una cosa llegó a la otra y terminamos..

—En la cama –dice emocionada.

—En una relación –corrijo y ella rueda los ojos, mira hacía la puerta por donde ha salido y me mira de nuevo.

—¿Cuánto tiempo?

—Apenas hace unas semanas –"tres para ser exactas" agrega mi subconsciente, —es muy reciente en realidad...

—Bueno, él no parece sentirse de la misma manera –dice irónica y me encojo de hombros.

—Es un chico de la vieja escuela, va demasiado enserio incluso a la hora de elegir un helado –ella ríe creyendo que bromeo, yo río recordando la mirada exasperada del chico que esperó 10 minutos por su respuesta a "¿de qué sabor será su helado?" sacudo la cabeza.

—Así que, ¿ser la mejor amiga de la novia del jefe me da ventajas? –Cuestiona divertida y ruedo los ojos palmeando su mano sobre el escritorio.

—No, ni siquiera yo tendré ventajas –digo y ella me mira con incredulidad, suspiro, era esto a lo que le temía, ¿si mi mejor amiga no me creía que podría esperar de los demás?

—¡BUEN DÍA FLORES DEL JARDIN! –el grito alegre de Ky nos hace saltar y correr hacía él, ríe, —bueno, si eso no significa que me extrañaron que me cuelguen –dice divertido mientras nos devuelve el abrazo, cuando se separa sus ojos brillan con emoción y aunque no diga nada puedo asegurar que es lo que sucede, porque conozco esa mirada, porque es la he visto en las mañanas los últimos días cuando me encuentro frente al espejo.

—¿Cuál es su nombre?

—¿Qué ha pasado?

Cuestionamos al mismo tiempo y sonreímos, ambos abrimos la boca para responder pero Nat nos gana.

—Rick se acostó con el vecino de su hermana y Em está saliendo con nuestro jefe –suelta Nat de pronto y antes de que pueda comenzar a explicarme Rick grita.

—¡Lo sabía! –tomándonos a las dos por sorpresa, ambas lo miramos, —quiero decir, no lo sabía pero... lo sabía –se corrige a sí mismo, —todo comenzó el día que el Director le dio la bienvenida a la empresa, él simplemente no podía mantener sus ojos lejos de ti, y entonces salió corriendo después de que saliste corriendo y vamos, ¿Quién hace eso sino es tu amigo?, y entonces lo escuché hablar con su tío acerca de las tentaciones en el trabajo y él sonaba tan serio al respecto que casi le creí que podría con ello, y los primeros días lo hizo, de forma tonta pero aun así, entonces comenzó a caer en su propio juego mirándote cuando tú no te dabas cuenta y después las preguntas curiosas sobre ti y todas esas veces donde cada vez se les veía más unidos por algún tipo de cosa rara y.... sabía que esto pasaría, solo que no tenía idea de que sería tan pronto –dice y agita su mano, —solo asegúrate de que no sea otro William ¿quieres? –y antes de que pueda asegurarle que no lo es continúa, —porque si lo es tendré que decirle al policía que vive frente a la casa de mi hermana –Nat y yo dejamos salir un grito y entonces toda la atención vuelve a su aventura navideña.

||Bésame Alan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora