UNA TAZA DE CAFE

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28/01/2017

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28/01/2017

7:36pm

Esta noche es fría, con bastante brisa, con algo de calma, oscura, con estrellas y sin luna, al menos eso es lo que puedo visualizar desde donde me encuentro, en el techo de mi casa con una exquisita taza de café.

Me gusta venir acá y sentarme a contemplar el cielo por las noches, me encanta cuando la luna ilumina mi rostro, miro al cielo y hablo con Dios sobre las cosas que me suceden, ya he dejado de pedirle respuestas porque he aprendido que el las dá tarde o temprano.

Muy pocas veces tengo tiempo por las mañanas, pero me encanta ver el amanecer desde este mismo ángulo, cuando la luna se va haciendo más clara y pequeña por mi lado izquierdo, mientras que el sol poco a poco va renaciendo por mi lado derecho, se ve el contraste de ambos, hasta que la luna finalmente se esconde.

Me gusta estudiar y leer sobre Astronomía, me parece fascinante el estudio de los planetas y los fenómenos naturales, es extraordinario saber todo lo que se oculta detrás de cada elemento de la naturaleza, por eso he estudiado Química también, porque me fascina experimentar, descubrir, analizar y crear.

Un café para mí es una adicción que me calma la tristeza, la melancolía y me ayuda a centralizar mis pensamientos...

un café es el medio que me guía a los recuerdos, esos que fueron importantes y significantes a la vez...

Un buen café por la mañana me hace sentir viva, me hace saborear lo exquisito de los buenos momentos, además el sabor amargo y dulce que dejó cada uno de ellos...

Tomar un buen café es recordar el sabor de sus labios, esos que jamás me cansaría de besar, unos labios dulces, con un sabor fino y único, hechos a la medida de tu boca, esos labios que incitan a morderlos de manera sensual. Son esos labios capaces de provocar y transmitir una pasión incalculable.

Cuando tomo una taza de café tan divina como esta, me transporto hasta aquel momento en el que por primera vez esos labios se adueñaron de los míos, un momento en el que mi mundo se detuvo por completo, no importó nada más, ni mis enormes nervios, ni el lugar, ni la hora, ni tu cansancio, ni mi sueño, ni el calor de la mañana, ni las miradas curiosas, solo importó ese mágico momento debajo de aquel arbol y ese temblor que subió desde mis pies hasta mis labios, un beso que me estremeció y me hizo dudar de la realidad.

A veces suelo tomar una taza de café para apaciguar aquellos momentos que me llenan de melancolía y a su vez me recarga de energía positiva, esta misma energía que me ha inspirado a escribir.

Suelo estudiar mejor con una taza de café y la música de grandes cantantes como Sam Smith, Ricardo Arjona, Alicia Keys, John Legend, Passenger y Ed Sheeran. Música que es melodía perfecta para los oidos, la cual me llena de positividad.

¿Que sería de nuestras vidas sin la música? y para los amantes de la cafeína como yo ¿Que pasaría si el café se extinguiera? recientemente llegué a creer que eso pasaría, pues, en vista de cómo están las cosas en el país, pensé que la misma situación me obligaría a dejar a un lado mi adicción por el café, todo en exceso es malo, por esta misma razón trato de que este rico sabor no sea imprescindible para mí.

Lo que pasa con aquellas cosas que hostigan la adicción, es que por alguna razón nos gusta, nos hace sentir vivos, nos motivan, nos inspiran y relajan. Así mismo sucede con el amor, el cuál es un conjunto de sentimientos que nos hace sentir más felices, tranquilos, relajados y confiados.

¿Cuántos nos se han sentido confiados y seguros al tener a una persona que les ame?

El mundo se mueve con amor, Dios es amor, todo esta hecho y construido desde la base del amor... Los mares, los rios, las montañas, la fauna, la flora, los seres humanos, todo esta hecho con amor como elemento principal, como motor vital para dar vida y función a cada cosa en este mundo.

Me declaro adicta al amor, a sentir, a vivir, a mirar con amor todo lo que me rodea, he aprendido a darle el verdadero valor a esas cosas que por más pequeñas que sean no dejan de ser significativas, me he vuelto más selectiva con cada cosa, porque me he instruido de cada experiencia y de cada ser humano que conozco, que aunque parezca mentira siempre tenemos algo que aprender de cada persona, porque cada cabeza es un mundo y aunque exista igualdad, no todos pensamos de la misma manera, tenemos diferentes ideales y por muy similares que sean no dejan de ser diferentes.

Cada persona que he conocido ha dejado en mí alguna enseñanza, sea una experiencia buena o mala, siempre el aprendizaje ha sido positivo. Amar me ha enseñando tantas cosas que antes veía con desidia, los pequeños detalles han movido las fibras de mi alma, me han hecho mirar con ojos de amor, no sé odiar, solo sé amar...

Ya casi me termino esta taza de café y el ambiente se ha vuelto mas frío, la brisa choca contra los arboles haciendo que estos se balanceen, me tomo el último sorbo de mi café y solo pienso en sus labios, tanto tiempo sin probarlos y aún siento su exquisito sabor, cierro los ojos y al transportarme a esos instantes mi piel se eriza, mi corazón cambia su ritmo y siento un nudo en la garganta, abro los ojos con la vista puesta hacia las estrellas y sonrió mientras mis lagrimas amenazan con salir y es que solo sé amar de la única forma que sé. Amo con entrega, con respeto, con pasión, con dicha, con comprensión y alegría. Si amarte es como saborear este exquisito café, entonces eres parte de mi adicción...

SI DE AMOR HABLAMOS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora