¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
29/01/2017
6:05pm
Mirar el cielo por las tardes es liberador, ver cómo el sol tan imponente se esconde entre las nubes y el cielo se nubla por completo para dar paso a la luna y su anochecer. Esta tarde me encuentro admirando lo que sucede desde la puerta de mi casa con una taza de café, están cayendo gotas de rocío, este cambio climático desconcierta, pero es agradable, me gusta el frío, las tardes frescas, disfruto escuchar el sonido de la lluvia cayendo, es relajante y por algún motivo desconocido a muchas personas nos inspira, nos revuelve los sentimientos, a otros les motiva a querer tener a esa persona especial a un lado, para abrazarle y hacer el amor. Son tantas emociones que sin duda alguna produce la lluvia y a mí en lo particular me llena de nostalgia, me agita esos bellos sentimientos y me da un toque de poesía.
Quizás algunos de los que estén leyendo estas líneas justo ahora, estén recordando algún momento en especial, quizás alguna noche después de unas copas, una persona indicada o del momento a su lado, unas risas, unas tonterías y una velada romántica o pasional en algún hotel, mientras las gotas de aquella tormenta se desliza sobre la ventana.
Otros quizás estén recordando la primera noche de lluvia con su pareja, una velada romántica en algún lugar, unos besos deseosos y unas caricias que sellaron la unión y son recuerdos únicos y especiales porque miras a esa persona que tienes y te das cuenta de cuán afortunado (a) eres con su compañía y su existencia.
Otros quizás no tuvieron una primera noche o una primera tarde de lluvia con su pareja, sino varias y de esas tantas veces, solo deseas que se vuelvan a repetir, porque es magia lo que el sonido de la lluvia aporta al frenesí que se desata en cada alma junto la compañía perfecta.
A mí este rocío justo ahora, me hace anhelar tener a esa persona frente a mí una vez más, darle un abrazo que me rompa los miedos, la melancolía, un abrazo que me diga que todo estará bien, una mirada que me llene de confianza y seguridad, que de alguna manera se vuelva un momento inolvidable.
Quiero que al despertar por las mañanas pueda ver a esa persona a los ojos, admirar su belleza mientras duerme, mientras los reflejos del sol se esparcen por su rostro, sentarme a un lado y sonreír de felicidad o que bien, sea una mañana de lluvia, de esa lluvia acogedora y refrescante, que solo nos produce esas ganas de dormir junto a esa persona especial, mientras por la ventana de la habitación ruedan pequeñas gotas de la maravillosa naturaleza.
Aprendemos a admirar y valorar los pequeños detalles cuando miramos con ojos de amor la maravillosa naturaleza que nos rodea...