7 DIAS

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8/02/2017

7 DIAS

Un nuevo día soleado, ya está pasando la brisa fría y los días nublados, oficialmente entramos en temporada de verano en Venezuela. Estos días han sido más que suficientes para que todo tome su lugar y vuelva a la normalidad, así mismo me describo justo ahora...

Estos 7 días fueron de terapia emocional para mí, días en los cuales pasé por lo que describen los psicólogos como depresión. Textualmente lo definen como perturbaciones en las emociones y los sentimientos que interfieren en la vida normal, la concentración y las relaciones sociales, el motivo para ello en mi caso es el desamor.

Mi mecanismo de defensa para combatir este tipo de perturbaciones es la Sublimación como lo describe el Doctor Freud "La Sublimación es una desviación de los impulsos y sentimientos hacia pensamientos y acciones aprobadas por la sociedad" es decir, en mi caso suelo desviar esas emociones negativas haciendo las cosas que me gustan, el deporte, la lectura, actividades que de alguna manera puedan canalizar esa negatividad.

Fueron 7 días en los que mi concentración para escribir estuvo ausente, mis líneas estuvieron carentes de poesía mientras le daba lugar a la tristeza, la melancolía y la infelicidad por tener que renunciar a un amor inalcanzable.

¿Cuántos no se han sentido de esta manera por un amor no correspondido? todo este proceso me sigue nutriendo cada día más, si el amor hacia una persona te enseña, a pesar de no ser correspondido y de estar jodido, púes entonces es algo positivo para tu vida.

Nada llega por casualidad, todo pasa porque tiene que pasar, si esa persona llegó a tu vida es porque tenía algo que enseñarte, a mí todo esto me enseñó a pesar de estos 7 dias de tristeza y melancolía, días en los que me aferré a mis actividades, a mantener mi mente ocupada, días en los que poco dormí y hoy por fin pude hacerlo.

Estos 7 días fueron de asimilación, de júbilo y aceptación, días en los que me levanté de la cama aún con mucho sueño mirando hacia ese cielo azul, con pocas nubes y un sol espléndido y entonces hablé con Dios para agradecerle por haber tenido la oportunidad de haber conocido al amor de mi vida aunque esté lejos de mí.

Una amiga me dijo algo muy cierto, ¿Cuántas personas se han ido de este mundo sin conocer al amor de su vida? Al menos yo tuve la oportunidad de besar sus labios, de observar su rostro, sentir sus abrazos, compartir aunque sea por cortos períodos de tiempo con el amor de mi vida.

Otras personas nunca lo han tenido y yo tuve la dicha de sentir palpable y real a esa persona de mis sueños, quizás el propósito fué que nos encontráramos para aprender un poco más, para valorar mucho más esos pequeños detalles que antes veía con desídia y poco me importaban, esos detalles que son tan importantes como el respirar.¿cómo reconocer al amor de tu vida? Simplemente lo sabes porque en el momento que ves a esa persona por primera vez todo te parece irreal, porque tu corazón late a dos mil kilómetros por hora cuándo se te acerca, lo sabes en el momento en el que te besa porque sientes paz, porque sientes felicidad plena, porque te mueve por dentro y te cuesta respirar hasta que por fin interrumpe ese beso.

Lo sabes porque harías lo que sea necesario para que sea feliz, porque te importa su bienestar, porque le ayudas de manera desinteresada y es todo un placer hacerlo, porque le amas, porque no quieres que su sonrisa se vaya, porque sabes que si no le ayudas te lo vas a lamentar toda tu vida, porque teniendo la manera de ayudar lo harás sin importar nada más, porque solo quieres que sea feliz y que se sienta bien.

Sabes que es el amor de tu vida cuando haces cosas que jamás haz hecho por nadie, porque te motiva a ser mejor, porque te motiva a crecer, a aprender, a nutrirte de conocimientos, porque quieres ser esa persona perfecta para su vida y tratas de buscar la perfección en tí porque quieres darle lo mejor de tí y eso es invaluable.

Dicen que tenemos tres amores en la vida:

1-El primer amor: Ese amor con el cuál aprendiste a soñar desde temprano, ese que te llenó de ilusiones y promesas que nunca se cumplieron, ese amor bonito que te despierta las ganas de hacer tonterías.

2-El amor imposible: Ese amor que creíste que era para siempre y por alguna u otra razón resultó ser incompatible, ese amor que te hizo madurar en muchos aspectos, que pasó por tantos altibajos y al final se rindió.

3-El amor de tu vida: Esa persona con la que te planteas una vida a futuro, esa persona con la que idealizas formar una familia, casarte, tener la casa, los perros y los bebés. Ese amor único que jamás cambiarías por nada ni por nadie y que hace que valga la pena haber esperado tanto.

De mi primer amor aprendí a ser fiel, a respetar a la persona que está a mi lado, a valorar lo que tengo y a decir lo que siento.

Mi segundo amor, ese amor imposible fué mucho más intenso, me enseñó tanto... Fué el amor que más me enseñó, a base de mentiras, de engaños, de dolor y sufrimiento. Me enseñó a analizar las intenciones reales de las personas, me enseñó a atar cabos y saber identificar la verdad, me enseñó que hay mucha gente mala con cara de ángel y que las palabras no tienen valor, lo que vale son las acciones, que nunca terminas de conocer a las personas, que las apariencias engañan, que el amor no lastima, lo que hace daño son las malas acciones, que un clavo no saca a otro clavo, que el valor te lo das tu mismo, que hay que aprender a aceptarse tal cuál cómo somos, que es imposible negar lo evidente, que no importa que pase el tiempo porque lo que tiene que pasar algún día pasará y una cosa no menos importante que aprendí es que quien no arriesga no gana, que debemos hacer y ser lo que nos hace sentir bien y que salir de tu zona de confort te dará satisfacción.

Nunca dejé de aprender de las personas que he conocido y mi tercer amor no sería la excepción... El amor de mi vida, esa persona tan maravillosa que pasó por mi vida de manera fugaz para enseñarme a ser mejor persona de la que soy, para enseñarme a ver la vida de manera distinta, a ver con ojos de amor cada detalle a mi alrededor, esa persona no se imagina cuánto me enseñó este sentimiento tan bonito que aunque no es correspondido me nutre y su propia personalidad jugó un papel importante en el proceso... Me enseñó a ser mucho más paciente, a valorar el tiempo que se invierte en una persona, a valorar los esfuerzos, el trabajo, las acciones, me enseñó a fijarme en la belleza del alma, me enseñó a ir más despacio, a ver a mi alrededor para darme cuenta de la hermosa naturaleza que tenemos, me enseñó a luchar por lo que quiero, aprendí a ganarme su confianza, me enseñó a ser más noble, más humana, tocó las fibras de mi ser, me enseñó que cuando uno realmente ama lo que hace, es un placer hacerlo sin importar los esfuerzos, la lucha y las noches en vela, si amas lo que haces nunca te quejarás por tener que hacerlo.

Nunca comprenderemos el verdadero misterio que se oculta detrás del amor... Amas a quien no te ama, quien te ama tú no lo amas y quienes se aman por alguna mala obra del destino no pueden estar juntos. No trates de buscar respuestas porque nunca las encontrarás, solo ama con entrega y vive a plenitud.

Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar.

Nunca he perseguido la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción, yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse.

Nunca perseguí la gloria. Caminante son tus huellas el camino nada más, caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino, sino estelas en el mar....

Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar...

Golpe a golpe, verso a verso, murió el poeta lejos del hogar, le cubre el polvo de un país vecino, al alejarse le vieron llorar.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Golpe a golpe, verso a verso, cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Golpe a golpe, verso a verso

Antonio Machado

SI DE AMOR HABLAMOS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora