AMBIGÜEDAD

51 1 0
                                    

Como si se tratase de un Dejavú, así defino esta historia que aún no termina. Siento que te conozco desde antes, como si nos estuviéramos encontrando de nuevo, como si mi amor por tí existiera desde hace millones de vidas antes de esta, me bastó mirarte solo una vez para saber que a partir de ese momento serías alguien a quien jamás olvidaría.
Esa sonrisa que capté al primer instante en el que caminaba hacia a tí con los nervios de punta, me provocó una ambigüedad de sentimientos indescriptibles, esa mirada brillante y esa voz dulce me dió un poco de seguridad para hablarte, pero a fin de cuentas estaba tan nerviosa que de mi boca solo salían palabras con risas nerviosas y una voz ronca a punto de apagarse.
¿Que hubiese pasado? siempre me hago esa pregunta como si esperara que el viento me de la respuesta. Me encantaría saber que hubiese sido de tí y de mí si tan solo le  hubieses dado una oportunidad a este amor tan limpio e inmenso.
Esa lluvia de emociones que provoca tu presencia tan solo con mirarte desde lejos es increíble, como aquel día, un día cualquiera de camino a casa en horas de la mañana, mi mundo se detuvo cuando a distancia te ví... Sí, eras tú, la blancura de tu piel brillaba con el resplandor del sol, tu vestimenta tan peculiar y ese colgante que jamás sale de tu cuello.
Nervios, respiración entrecortada, manos frías y sudorosas, no pude reaccionar mientras te acercabas hacia el bus en el que yo estaba, tu caminabas en mi dirección y yo solo podía observarte detenidamente, con miles de sentimientos revoloteando en mi pecho.
¿Que si ya no siento nada por tí? el momento me dió la respuesta mediante miles de cachetadas de sentimientos, mi garganta seca que se quedó sin habla, mi corazón latiendo a millón y mis ansias de correr hacia tí, mis ganas de tenerte cerca aunque sea por última vez.
Mentiría si dijera que no me importas y que ya te olvidé, mentiría si te dijera que muy en el fondo no guardo la esperanza de tenerte tan solo una vez, mentiría si te dijera que no te pienso antes de dormir y al despertar por la mañana, mentiría una y mil veces si te digo que no te amo.
En tu amiga me convertí, una amiga que te ve con ojos de amor, una amiga que desea besar tus labios, llenarte de besos, rozar tu piel desnuda y amarte hasta envejecer, soy tu amiga, en eso me convertí, simplemente es lo que el destino quiso para tí y para mí.
La distancia solo es un impedimento para el reencuentro físico, pero no lo es para sentir, no lo es para soñar, sueños frágiles, imposibles y dolorosos, anhelos que quedan flotando en el aire rodeados de tinieblas, un manojo de emociones llenos de alegría, esa misma que aflora al mirarte, la misma que renace desde el cálido tacto de tus brazos, la pasión creciente que se forma entre tus labios y los míos al rozarse, unos besos cortos pero intensos, deseos carnales  a flor de piel, miradas cómplices pero perdidas en la nada de tus deseos fríos, distantes y físicos, solo físicos... Triste realidad la que me embarga, solo tengo el deseo distante de una amistad a la que mis ojos ven con amor, la amistad que mis anhelos quieren convertir en algo más, mucho más...
La rebeldía oculta entre mis pensamientos realistas y mis deseos profundos de tenerte para amarte por el resto de mi vida, es el  castigo de mi cordura convertida en locura, así que te amo con la cordura absoluta de mi locura...

SI DE AMOR HABLAMOS...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora