06/02/2018Me desperté algo exaltada por un extraño sueño que tuve... Estaba en un lugar diferente a los que conozco, habían personas que jamás he visto, sin embargo solo una llamaba mi atención... Esa persona era el amor de mi vida, estaba ahí radiante, sonriente, mirándome desde lejos mientras yo me acercaba. Me removí en la cama y solo entonces fuí consciente de que era solo un sueño o ¿Quizás no? Dudaba de la realidad, creí que había estado despierta y debía dormir, tenía mucho sueño, como si no hubiese dormido nada y justo cuando vuelvo a dormirme escucho el despertador
¿Que pasó? Pensé, Creí que era aún muy de noche y que mi sueño a penas cobraba vida, de un momento a otro me olvidé del extraño sueño y tomé mi celular... Eran las seis de la mañana y tenía que levantarme para retomar mi rutina diaria, pero mientras me removía en la cama, me sentía extraña, sabía que algo estaba por suceder.
Una premonición es también conocida como precognición y es la capacidad de conocer hechos con anterioridad a su acontecimiento y se asocia a una habilidad espiritual que origina un deja vu.
Muchas veces he soñado con ese ser que se adueñó de mi corazón, he soñado con un encuentro casual en la calle y en otros lugares... Lo ví normal, púes si en realidad amas a alguien, ese ser estará en tus pensamientos la mayor parte del tiempo, así que pensar en ese amor era una actividad más del día a día.Edgar Cayce, (1877-1945), uno de los videntes más celebres de Estados Unidos, conocido como el "profeta durmiente", ya que entraba en trance hipnótico durante sus lecturas, realizó un estudio sobre almas gemelas, en él sostenía lo siguiente:
"Un alma gemela es una conexión permanente con otra persona que el alma vuelve a elegir al reencarnar en diferentes momentos, lugares y en diferentes vidas. Nos sentimos atraídos por esa persona a través del alma, no sólo porque es nuestro complemento único, sino porque al estar con ella, de alguna manera sentimos que se nos provee con un fuerte impulso de convertirnos en seres completos".
Tanto tiempo ha pasado desde la última vez que pudimos conversar personalmente, no recuerdo la fecha pero ese día sentí sus labios por última vez... Sus besos, sus labios, su olor, su cercanía, su calor corporal, sus manos, esos exquisitos e inolvidables besos. Todo es perfecto e inolvidable como esta mañana en la que me levanté algo agitada como siempre, pues me cuesta despegarme de las sabanas, fuí a la ducha, hice mi desayuno y después de arreglarme salí camino a trabajar...
Mientras iba caminando, pensaba en lo extraño y fascinante de ese sueño ¿Cómo estará? ¿Qué estará haciendo en estos momentos? entre pensar y pensar ya cruzaba la segunda calle después de salir de mi casa, una brisa muy exquisita chocaba contra mi rostro y erizaba mis brazos, muchas personas caminando a mi lado, adelante y detrás de mí ¿Por qué carajos ya no hay bus? que mal esta todo aquí, antes podía dormir un poco más y llegar a tiempo a trabajar, pero ahora todo esta tan difícil que toca caminar de 20 a 30 minutos hasta conseguir algún bus.
Miro hacia el cielo, un cielo azul con un sol escondido entre sus nubes, ya iba tranquila, serena pero pensativa, me hacía muchas preguntas sin respuestas, cuestionamientos sobre algunas situaciones que son difíciles de explicar, como este por ejemplo...
Me faltaba tan solo una calle para llegar a la avenida, ya estaba un poco agitada, despeinada a causa de la brisa fría y con algo de prisa, impaciente por estar en el sitio en el que acostumbro esperar. Pasé entre un grupo de chicas estudiantes que entre bromas iban caminando y mi corazón se aceleró, sentí una contracción en el estómago y algo de miedo, susto o como lo quieran catalogar, el hecho es que me aceleré mucho, creí que era consecuencia de la caminata pero el estar tan agitada me estaba cortando la respiración, me detuve unos segundos, tomé aire y seguí mi rumbo con la mirada perdida hacia las casas de mi alrededor.
Dicen que los presentimientos se presentan de esta manera, que cuando el amor por una persona es real siempre se puede comprobar por una simple sacudida como esta, que hay cosas que sencillamente no tienen explicación, que el destino está escrito y que entre tantas vidas siempre conectarás con las mismas almas.
La calle por donde caminaba iba quedando algo solitaria, perdida en mis pensamientos y con el corazón agitado miraba hacia el suelo. "Mi amor, mi amor infinito, perdido, imposible, inmenso y bello. ¿Te acordarás de mí? No creo, ni siquiera debes pensar en mí, no debes extrañar absolutamente nada de mí y que mal, porque yo estoy aquí recordando cada cosa de tí ¿Cuando fué la última vez que nos vimos? Claro! esa última vez que me besó y que una esperanza absurda creció dentro de mí... Sí, ese beso tan esperado que me quitó el aliento ¿Por qué tengo taquicardias? me estoy asustando, esto no esta bien.
Entre pensamientos y a casi seis metros de distancia de la avenida principal, dejé de mirar al suelo, subí el rostro, miré a mis alrededores y luego al frente para llevarme uno de los mayores impactos de mi vida... Entre la pocas personas a diez metros de mí del otro lado de la calle estaba mi amor, mi dulce amor. "No puede ser! ¿Qué carajos es esto?" Sentí que me moría y revivía mil veces, mi impacto no pudo haber sido mayor, mis manos estaban frias y sudaban, el corazón iba a salirse de mi pecho, tenía una presión en el estómago y mi andar se detuvo.
Momentos de impacto... Esos momentos que te marcan, que te llenan de sentimientos intensos, esos que nunca saldrán de tus recuerdos, que por más que quieras jamás olvidarás.
Tomé respiración al menos unas tres veces, retomé el paso y bajé mi rostro justo cuando miró en mi dirección, sé que me vió, lo sé, me miró y estoy segura porque traté de actuar como si nada pasara, subí el rostro y miré hacia las personas a su lado, de reojos noté su mirada puesta en mí hasta que volvió a mirar a la carretera en la espera de un bus. ¿O será que no me vió? No, claro que lo hizo.
Caminé y cuando sentí que ya no me estaba mirando, subí la mirada para observar con detenimiento a la persona de la que me enamoré sin querer, sin esperar, sin saber, sin mi consentimiento, solo sucedió, me enamoré de ese ser a quien mis ojos miraban como no se mira a nadie más, como se mira al amor, sin remordimientos, perdida en la ternura de sus delicadas facciones, perdida en ese mar de inquebrantables muros, solo amé como se ama al amor, de la manera más pura que jamás conocí.
Tuve la tentación de llegar a su lado y hablarle pero decidí que era mejor seguir mi camino como si nada hubiese sucedido, a fin de cuentas yo no era nadie en su vida, no le interesaría hablarme ni saber de mí, así que con la poca fuerza que me quedaba crucé la calle y seguí mi rumbo hasta una calle más adelante.... Entre suspiros caminé hasta un grupo de personas que esperaban algún bus para ir a trabajar y mi mente hacía de las suyas ¿Por qué me pasa esto? tener al amor de mi vida tan cerca y no poder ni hablarle, haber besado y abrazado ese amor que se me fué de las manos simplemente porque nuca fué mío. Mis manos seguían frías, pero ahora eran mis ojos los que me traicionaban, tantas emociones juntas y acumuladas sin poder expulsarlas me estaban jugando una mala pasada, tenía ganas de llorar, mis ojos empezaron a humedecerse, respiré hondo tres veces, caminé un poco hasta que me tranquilicé
El destino.... Bendito destino haciendo de las suyas, cuando algo tiene que suceder, pues sucede sin más. Justo cuando ya empezaba a calmar mis alocados sentimientos, miro hacia mi izquierda y lo que mis ojos ven me descontrola nuevamente, mi persona favorita se acercaba, caminaba en mi dirección en compañía de su hermana con quién conversaba amenamente.
Ví su silueta caminar... No sé si noto mi presencia pero detallé sus facciones, observé detenidamente sus gestos, su cuerpo, su manera de caminar y su hermosa sonrisa. Sí, estaba perdidamente enamorada de lo imposible, de aquello que jamás tuve y tampoco tendré, un amor no correspondido, un amor perdido en el mar de sentimientos anudados en mi pecho.
Se detuvo a tan solo unos pasos frente a mí dándome la espalda, seguía conversando con su hermana y quizás entre tanta gente que se encontraba en el lugar había alguien que notaba mi inquietud pero no me importó, realmente no le presté atención a nadie más, solo a quién mis ojos miraban con ese amor infinito.
Al fin llegó un autobús, me quedé en el sitio esperando que mi adorado amor se adelantara, pues mi intención no era hablarle, ni mirar sus ojos indiferentes cayendo sobre mí de manera desinteresada, pero cosas del bendito destino que se empeña en colocarnos frente a situaciones difíciles sin saber de qué manera reaccionar. Observé que se dirigía hacia la puerta trasera del autobús para subir, así que mi decisión fué subir por la puerta delantera y justo cuando casi llegaba, nuestros destinos se encontraron, así que antes de dar un paso más ví que caminaba frente a mí, no tuve más remedio que saludar, sin tener otra opción, preferí dar la cara a mis miedos e inseguridades que quedar como un estúpida.
Muchos sentimientos revoloteando en mi pecho, respiración entrecortada, voz ronca y temerosa, un pronunciado "Hola" saliendo de mis labios de sorpresa para comprobar que efectivamente sí me había visto, no se sorprendió al verme, sin voltear supo que era yo y mi intención nunca fué detenerme por más tiempo, solo subir al bendito autobús, pero entonces sentí sus cálidos labios en mi mejilla correspondiendo mi saludo... Dejé de respirar unos segundos los cuales me parecieron eternos, solo quería correr hacia el bus, pero las personas que estaban alrededor no avanzaban tan rápido como yo lo deseaba, así que me dejó pasar quedando justo detrás de mí, su cercanía me estaba matando, entonces subí lo más rápido que pude y caminé hasta quedar a mitad del pasillo del autobús.
Mientras el autobús hacía su recorrido, mi mirada se desviaba buscando a quién tenía mis sentimientos descontrolados y allí estaba... De pie en los primeros asientos frente a la puerta delantera, así que durante el trayecto me dediqué a observar con cautela a quién mi alma amaba con la locura absoluta de la existencia espiritual, lloré sin querer, que injusto es el destino de las personas que amamos de la manera más pura, que injusto es estar enamorada de una persona tremedamente maravillosa de quién jamás obtendré algo más que solo una amistad pasajera y el puesto de una conocida más.
Un amor no correspondido el cual quizás me volví a encontrar en esta vida después de las anteriores, un alma conocida en otras vidas en las que amé con intensidad y ahora me la vuelvo a encontrar para recordarme que jamás la enamoraré...
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SI DE AMOR HABLAMOS...
RomanceEL AMOR ES UN UNIVERSO DE EMOCIONES Y NOSOTROS LOS SERES HUMANOS ESTAMOS REPLETOS DE EMOCIONES