Capitulo 14

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   Cuando siento los labios de Jared en los míos, siento como mi corazón deja de latir dos segundos, y luego empieza a latir erráticamente. Mi manos aprietan el agarre en sus brazos y mis ojos se cierran con lentitud.

La presión de su boca contra la mía me abruma. Sus labios se movían con lentotud pero con fuerza, mientras que los míos se quedaban torpemente quietos. Mis mejillas estaban ardiendo.

Yo no sé besar.

De algún modo pareció leerme el pensamiento ya que bajó el ritmo, dejaba pequeños besos húmedos en mis labios, ejerciendo cierta presión y cuando me di cuenta, le estaba devolviendo el beso tímidamente.

Jared sabía a manzanas, manzanas verdes y dulces.

Sus manos aprietan mi cintura, haciendo que soltara un suspiro. Me separo unos centímetros, buscando aire, pronto su boca estuvo de nuevo sobre la mía, primero suave y luego más fuerte. Estaba tan avergonzada de mover mis labios contra los suyos, sin ningún tipo de experiencia, pero a él no pareció importarle mientras seguía moviendo sus labios con dulzura. Aquel beso era torpe, desacompasado e inocente.

Era mi primer beso.

Justo cuando iba a desmayarme de la emoción, alguien se aclara la garganta.

Mis labios anhelaron los suyos segundos de haberme echado hacia atrás y haberlo empujado. Su boca estaba levemente abierta e hinchada y sus ojos me miraban con desconcierto. Estaba segura de que así me veía en estos momentos.

Mirando sobre su hombro, estaba mi mamá en la puerta de la cocina, sus manos a ambos lados de su cadera y el ceño fruncido. Si antes estaba roja, ahora estaba segura de que mi cara almacenaba la mitad de mi sangre en mis mejillas y orejas. Mis manos empezaron a sudar y mi corazón latía más rápido.

Bueno, en mi funeral quiero que pongan a Ed Sheeran.

— Bueno, ¿alguien va a explicarme qué estaba pasando aquí? —dice. Recuesta su cadera de el marco de la puerta, lo que bloqueaba la salida. Al parecer, íbamos a estar un buen rato aquí. Maldición— Hice una pregunta.

Odiaba estas preguntas porque eran una trampa, eran capciosas, ¿contesto o no contesto?

Jared y yo hablamos a la vez.

— Mamá...

—Señora Grace...

— Silencio, no me contesten mientras los estoy regañando. Faltas de respeto. —Arruga la frente aún más, si es que era posible.

Pregunta capciosa, lo sabía.

— Jared, le dije a tu madre que podías quedarte a vivir aquí estos dos meses porque hemos sido amigas desde antes de que nacieras y siempre ayudaría a una amiga. Pero esto... —nos señala a ambos— es una falta de respeto hacia mi, y no pienso tolerarlo. Te agradecería por favor que no volviera a pasar, mientras esté y no esté presente. ¿Entendido?

Sus ojos estaban bien abiertos mientras asentía varias veces. Aclarándose la garganta, dijo con voz queda: —Señora Grace, de verdad discúlpeme, no quería ofenderla a usted ni a su hija. América no tuvo la culpa, yo fui quien comenzó el beso. —me mira de reojo— Por favor, no se moleste con ella.

Una chica rubia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora