Stradivarius 🎵 Kookmin/KookV

1 Chinchetas

Jungkook rogó a la puerta que colaborara por una vez. Existían puertas viejas, puertas chirriantes y puertas sin pomo, pero luego estaba su puerta; su puerta parecía salida del mismísimo infierno y cada vez que se abría o se cerraba parecía liberar gritos de la ultratumba.

Él siempre intentaba de ser cuidadoso. Trataba de moverse como una pantera sigilosa a pesar de ser un elefante en una cacharrería por naturaleza; pero el hecho de que hubiera decenas de chinchetas esparcidas por la moqueta de un pasillo a oscuras no ayudaba mucho a pasar desapercibido.

A veces se preguntaba si Taehyung las colocaba ahí a propósito esperando a que Kook lanzara grititos que pudieran avisarle de la hora de su llegada. Era una lástima que Tae tuviera un sueño tan profundo; no cualquiera sería capaz de despertarlo.

Jungkook sonrío, apenado y a la vez enternecido ante la imagen de su pequeño Alien dormido encima de sus apuntes. Estaba seguro de que si no le llevaba a la cama en ese mismo instante Taehyung terminaría babeando sus deberes en un santiamén. Era una cosa muy común en él; babeaba mirando a la nada, a un escaparate de una tienda de chocolate... A veces babeaba mientras miraba a Jungkook, cosa que a este último le hacía estallar en carcajadas.

Le cogió cuidadosamente a volandas y lo depositó en la cama, mientras lo arropaba Taehyung sonreía inconscientemente y se revolvía muy cómodo entre las sábanas. Jungkook no pudo evitar pensar en lo que estaría pensando. Le dio un suave beso en la frente y se dispuso a tomar una ducha, no quería arriesgarse a que Tae se despertara para verlo de aquella forma; sucio y cansado.

Aquella noche el trabajo había sido exhausto y él ni siquiera tenía fuerzas para apiadarse de si mismo. Antes de entrar al baño echó un vistazo a los apuntes de su mesa, al principio más deleitándose con la caligrafía de Taehyung que interesándose por el contenido. Lo que le llamó la atención fue que las palabras parecían escritas con furia, por su forma afilada y marcada.

Es curioso como las personas a veces te convencen de que sus sueños son también los tuyos. Es odioso creer cada día de tu vida que tu Sol se aleja cada vez más de ti para dejarte helado con tus pensamientos, y no tener mas opción que saber que tan solo ha llegado el Invierno. No creo en astros distantes ni en llamas heladas, yo no quiero ser un planeta dependiente de un Sol aférrimo que tiene preferencias por la Luna y solo esta presente en el día, también necesito un Sol que me guarde por la noche.

Kim Taehyung.

Jungkook suspiró dejando el papel sobre la mesa. Se quitó las vendas de las manos observando sus dedos magullados y temblorosos por la reciente revelación. Taehyung le creía egoísta y no podía culparle por ello. Ojalá pudiera seguir pasando las noches junto a él, acariciando el suave dorso de su mano y depositando besos sobre su cuello; no podía pedir mas que aquello. Pero eso supondría disfrutar de él en el momento para no disfrutarle nunca más, y no podía permitírselo.

-Si tan solo tu supieras, pequeño...

-Eneri. O. Serrot (Enero, 2017)