Better man

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Taehyung lo observaba boquiabierto mientras Jungkook se cambiaba de ropa.

-Si sigues así-se tapó hasta arriba con la fina sábana-Moriré antes.

El chico sintió una punzada de dulzura y dolor a la vez.

Se tiró en la cama aterrizando sobre una pierna de Taehyung y le pegó actuando mientras escondía su cara en su cuello.

-Eres idiota- dijo Jungkook algo enfadado.

El rubio cogió la mano de su chico para hacer círculos en ella y observarla sumido en sus pensamientos justo antes de que Jungkook apagara la luz de la pequeña lámpara en su mesilla cuya bombilla estaba a punto de fundirse.

Ambos se abrazaron quedando frente a frente, con escasos centímetros separando su nariz. Estaban iluminados tan solo con la escasa luz de luna que se filtraba por las ventanas sucias. Se quedaron un largo rato mirándose fijamente; al principio fue una mirada dulce, pero se había tornado en un pequeño reto de miradas rencorosas.

Jungkook fue el primero en apartar la vista.

-No sabía que tu primo conocía a Suni- dijo Taehyung curioso.

Jungkook se puso algo tenso.

-S-sí, bueno...-respondió intentando calmarse.

No supo como había sido capaz de haber dicho que Jimin era su primo; no había más que mirarlos para adivinar que eran polos opuestos. Y siquiera el mísero hecho de que Jungkook pensara en tener la misma sangre con aquel chico hacía que se le revolviera algo en el estómago.

Pero era el único modo de que Taehyung no montara el cólera con un ataque de celos tras haber presenciado aquella escena.

-Ni tampoco que fuera tu primo-añadió cerrando los ojos-¿Cómo no me dijiste nunca nada? Íbamos juntos a educación física.

-Ya sabes, primos lejanos de esos que no te acuerdas- respondió rápido-Muy, muy, muy lejanos.

Taehyung asintió medio dormido acercándose más a Jungkook.

-A ti te tocaron los buenos genes.

Jungkook creía que Taehyung había dicho aquello en sueños, y no supo si sonreír o entristecer ante la inocencia del pequeño pajarito herido entre sus brazos; le sabía mal engañarle de aquella manera, pero al fin y al cabo, de manera directa o indirecta, Jimin estaba ayudando a Taehyung.

Sin poder dormir se levantó silencioso para ir hasta la cocina, dejando a un soñador Taehyung abrazando la almohada.

Se preparó una taza de cereales. Aún recordaba la expresión de Jimin al ver como Taehyung se había acercado a ellos al final del funeral; era como si el rubio hubiera comprendido todo de una vez y hubiera encajado la última pieza del puzzle. Debido a sus dotes natas de actor; le había seguido de inmediato la corriente con el rollo del primo lejano, incluso se había inventado lazos de sangre inexistentes en menos de medio minuto.

Lo más curioso era que había conseguido caer bien a Taehyung.

Jungkook tendió una manta en el suelo para evitar hacer ruido y vertió encima todas las monedas y billetes que llevaba ahorrando durante aquellos años. Todo cuanto había conseguido estaba ante él, y comenzó a contar moneda por moneda, satisfecho.

Pudo haberse tirado más de treinta minutos contando; entre confusión y confusión y vuelta a empezar de nuevo, pero llegó a la cifra exacta de cinco millones treinta mil cincuenta wons. Todo se reducía a aquello; una gran montaña de trozos de metal y papeles que el mundo decía ser valiosos.

Stradivarius 🎵 Kookmin/KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora