Chit-chat Live-love

969 173 25
                                    

Mentiría si dijera que no se sintió de nuevo en casa cuando vio a Taehyung comiendo pastelitos- probablemente sin el consentimiento de Seulgi - en la casa de esta. Al fin y al cabo no conocía otro hogar que no fuera el de él.

Se notaba a un kilómetro que Jungkook parecía un alma en pena andante. Había tardado dos horas en llegar a la casa de la chica, a pesar de que tan solo estuviera a quince minutos de la estación. Por el camino no había andado sino divagado sin saber quién era siquiera. Era como un pájaro desconcertado que se chocaba con los cristales limpios de un edificio.

Aquello sin duda había dejado huella en él. Ver tanto dolor en tan corto plazo de tiempo no era algo que su alma pudiera pasar por alto, a pesar de lo que Jungkook tuviera que soportar cada día. No podía dejar de recordar la expresión de Jimin llorando encima del cuerpo de Suni; se preguntó si él hubiera sido capaz de derramar una sola lágrima si aquello le ocurriera a Taehyung, porque no pensaba que hubiera aguantado de pie sin desvanecerse en aquel preciso instante.

Se preguntó como se sentiría que las últimas palabras que hubiera oído alguien amado hubieran sido palabras de odio.

Se prometió a si mismo que, por si se daba el caso, jamás volvería a dejar las despedidas con Taehyung con mal sabor de boca.

Jackson, jugando a algún juego cutre con el volumen a tope de su móvil, levantó la cabeza.

-Oye, tío- se levantó para darle un apretón de manos-. ¿A qué viene esa cara de muerto?

Seulgi también se sobresaltó; llevaba una minibata que se podría denominar camiseta larga a pesar de estar en pleno invierno. Achuchó la cara de su mejor amigo entre sus manos.

-Joder, Kookie- exclamó con voz chillona-. ¿Te ha dado un bajón de azúcar?

Jungkook se apartó de sus amigos para derribarse en el sillón. Seulgi no le dejaba dormir ahí porque decía que era demasiado fabuloso para su plano trasero.

-Hola- dijo Taehyung acercándose lentamente con un paquete de galletas-. ¿Quieres una?

Jungkook negó con la cabeza y Taehyung se sentó a su lado.

-¿Eso no sería canibalismo, TaeTae?- rio Seulgi.

Los tres estallaron en risas mientras Jungkook tenía la mirada clavada en la tele apagada.

-Suni- dijo seco.

Por un momento se hizo un silencio.

-¿Suni?- preguntó Taehyung.

Jungook asintió.

-La han...- hizo una pausa y se quedó aún mas blanco de lo que estaba al recordarlo, tragó saliva.

-¿Qué?- preguntó Jackson-. ¿Suni, la tía buena del instituto, con la que llevo intentando pillar un año?

-Cállate- dijo Seulgi.

-¿Qué?- volvió a decir Jackson-. ¿La han hecho famosa, la han aceptado de actriz principal en una película americana? ¿Tiene una foto con Michael Jackson resucitado? ¿Ha sacado una línea de calcetines? ¿Qué?

-La han atropellado- dijo Jungkook bajito-. En el metro. Delante de mis narices.

Todos le miraron como si estuviera loco.

-No puedes hablar en serio- dijo Seulgi.

Taehyung, incrédulo, encendió la tele para encontrarse con el noticiario, que después de unos minutos, anunció la noticia por unos breves diez segundos. Qué breve tiempo para tan grande desgracia.

Stradivarius 🎵 Kookmin/KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora